domingo, 27 de abril de 2008

Cómo hacerse millonario en un baño de mujeres


0. Crónicas del postboom, César Aira, La nueva escritura, 1998.

“En este sentido, entendidas como creadoras de procedimientos, las vanguardias siguen vigentes, y han poblado el siglo de mapas del tesoro que esperan ser explotados. Constructivismo, escritura automática, ready-made, dodecafonismo, cut-up, azar, indeterminación. Los grandes artistas del siglo XX no son los que hicieron obra, sino los que inventaron procedimientos para que las obras se hicieran solas, o no se hicieran. ¿Para qué necesitamos obras? ¿Quién quiere otra novela, otro cuadro, otra sinfonía? ¡Como si no hubiera bastantes ya!”

1. Están rompiendo códigos, dice Benjamin Linus

Todos sabemos para qué se hace la feria del libro: para tomar fernet Branca y robar impunemente ejemplares variopintos. Ahora, debo advertirles, lo segundo ya no es tan sencillo. Pusieron más gente, policías everywhere, mirones, handys, te dan menos revistitas en las cuales esconder los libros a robar… en fin. Un paso atrás en la cultura, ustedes saben.
Y además, con el fernet, la planificación del pequeño ladrón se complica. Los lugares del fernet como referencia, fernet Branca menta dos hielos y sprite, las chicas con pelucas verdes y queriéndose matar porque los bebedores, indefectiblemente, hablan, animadamente. Sólo hablan y beben. Y pagan. No pueden decir a los cuatro vientos que la propiedad privada es un delito porque eso se tomaría como una amenaza, no sólo a los vendedores de libros sino también a las chicas de pelucas verdes que, amenazadas en su integridad, llamarían a los dos policías de enfrente que me miran y se ríen mientras consumen sus vasos de branca menta, sprite y dos hielos.
Parece que, después de tantas muertes, la literatura se trataría de un negocio.


2. Gramáticas

Si hay que decirlo lo decimos. Se hace necesaria la fabricación industrial de sahumerios sabor nafta y de cerveza bajas calorías. Se hace necesario penalizar la ausencia de balanza en las farmacias y la falta de cambio en los colectivos. Decir diciéndose.
Desordenado de tanta estructura.
Decir. Absolutamente relativo.
Como decir vestirse con pieles, un traje de piel por ejemplo, que es estar desnudo; o que se levante el paro, levantar algo ya parado; o que pare el campo, que está, por definición, detenido. Llanuras que se elevan.
En el ámbito laboral también los dichos.
–Che, está cerrada la puerta del baño.
–Ah, ¿vos estás acreditado para ir?
–…
–Mirá, tenés que traer la habilitación municipal, la inscripción impositiva, un extracto bancario en donde figure los números de cuenta y CBU, una fotocopia de 1era y 2da hoja del DNI, el contrato o estatuto social y el Poder.
–…
–El contrato firmado también al dorso, eh.



3. Dame un bienestar y te diré qué maldición contiene

A veces pienso que si no tuviera un plan telefónico tan bueno y no pudiera llamar a todo el mundo a todas horas, por poca plata, mi vida sería un poco mejor y más digna... Y más viendo a Guille, anoche, usurpando y llamando. O decirle a cualquiera que me diga una letra y llamar al primero de esa letra.
Pido perdón.
Por otro lado, Renu tenía razón y ahora el hecho de que haya tantas instancias previas al llamado (sms, msn, mail) hace que la gente cuando recibe una llamada y ve el otro número por el caller id se sienta como invadida y no atienda. O que se sienta importante. Porque el caller ID incentiva el divismo. Y el divismo en el conurbano es tan inmoral como el neoliberalismo.
Y además, es posible que mis horarios no sea bien vistos (pero igual la gente no atiende; comunicación para no comunicarse). En el entierro de Hunther S. Thompson, un editor de Rolling Stone subió al discurso y dijo: “de ahora en más si me llaman a las tres de la mañana sólo serán malas noticias”.
Alguien podría decir eso en mi Nada absoluta y tirarme un balde de agua bendita. Aunque no sirva de nada.

4. Mis planes para el 2008
Mi hermana es una Blanca Soledad dice:
tengo una angustia!
Mi hermana es una Blanca Soledad dice:
me tiran fardos inesperados
Mi hermana es una Blanca Soledad dice:
que ver a mi viejo, que cuidar a mi vieja por el accidente, que reservar la sala, que preparar la clase, que estudiar, que conseguir observación de didactica, que buscar el documento que perdí, que cuidarlo a S, etc,
Mi hermana es una Blanca Soledad dice:
leiste a pasolini?
No creo en el Escepticismo dice:
esa lista depende de que sigas el orden, si no hacés UNA cosa, terminás no haciendo nada y te das cuenta de que todo sigue igual... ví el film SALÖ de pier paolo pasolini, si a él te referís... morboso y horrible... y creo no haber visto/leído nada más
Mi hermana es una Blanca Soledad dice:
poemas, era gay, murio
Mi hermana es una Blanca Soledad dice:
si no sos gay y no te moris no vas a llegar a nada barbas
Mi hermana es una Blanca Soledad dice:
asi es este mundo
No creo en el Escepticismo dice:
son dos cosas que se pueden lograr fácilmente... incluso en la misma acción


5. Hoy

Guille y Aven hablan con el mozo que es proveniente de algún país de Latinoamérica. El mozo pidió documentos y como yo los perdí le mostré el carnet de la facultad de Aven y él ni vió mi cara (la cara de Aven) ni nada. Resultó ser un poeta que utilizaba palabras antiquísimas y tenía la remera de Wally y era exacto a Cirilo, aquel niño actor devenido chorro. Yo llamaba a todo el mundo y después le di el celular a Guille y creo que le dejó un mensaje a varias personas.
El dueño del bar nos miraba y decía, “ya sé”. Y nos enviaba una bandeja con 9 chizitos gigantes y el mozo hablaba y dos chicas en la mesa de al lado me decían que mirá los mensajes que me manda este boludo, es un tarado, es re lento y Aven y Guille leían lo del mozo y yo miraba desde lejos y era obvio que se estaban cagando de risa de sus poemas, pero el Cirilo Wally poeta no lo advirtió y seguía trayendo cervezas y recuerdo nuestra charla cuando me fui que le dije “la semana que viene te traigo el libro que escribí y vos traeme el tuyo”
Dale, dale, me dijo.
Y acá estoy, son las 01.24, otra vez dormí 5 horas y llamó M que me dice “estoy fumándome uno, voy a casa y como algo y armamos algo”.
Quién sabe, quizás sea un domingo de poesía.
Si alguien hace algo, me manda un mensaje que lo llamo.
Yo o guille.

miércoles, 23 de abril de 2008

Noticias, Perón, Moda y Nada

.
“Hay días en que no extraño para nada mi memoria… La mayoría, de hecho. Es como saber que fuiste un hijo de puta en tu Vida Previa, y entonces alguien te dice que trates de no aullar más cuando duermes. La cosa empieza a asustarte…”

(Hunter S. Thompson, Mescalito, Seix Barral Únicos, pág. 11, Traducción de Juan Forn.)

1. Noticias

La mala noticia de la semana: Stephen Hawkins, de ahora en más llamado “uno de los boludos más grandes de la historia”, en una conferencia por los 50 años de la NASA reivindicó el genocidio colonizador europeo eufemizmado “descubrimiento” y, al mismo tiempo, como quien no quiere la cosa, dijo que hay que seguir derrochando fortunas en la carrera espacial. Según él “se debe poner en esa carrera la misma ambición que puso Cristóbal Colón en su llegada a América, en 1492”. (Esto lo dice “el diario que desinforma” y, mainstream como soy, lo cito.)


Actualización: 23-04, buen día de noticias: Videla quedó detenido y despenalizaron el consumo de drogas.


2. Qué Perón

Ahora dicen las bolas que corren, las frases rumóricas desde todos lados parece que dicen, escuchan y repiten -todas tienen un norte, dicen-, "dicen", en resumen, que “en unos meses se va todo a la mierda”. Esto ya lo escuché en el 2001 y parece que antes, hace unas décadas, era moneda común. Rumores que se abren y dispersan, oficiales e imperialistas, cipayos y generales, campistas y populares. Y aparece el humito, 292 focos de incendio, y que Clarin y que Perfil y que, encima, los errores del gobierno, y que mirá que poner a alguien como D´Elía de grupo de choque, por Dios, antes teníamos a Walsh y a Bonasso, Verbitzsky, y que bueno, pero a esos los seguimos teniendo, y tenemos a TVR y al grupo Hadad, el canal Cristina 5 Nestor con la cartera de De Vido pero tenemos en contra a Clarin (o que se lo crean) y a Los Simpson, que qué desaparecidos y qué carajo y, claro, yanquis que se meten con Perón, viste, ¿podés creer, vos, Perón? Perón, loco, Perón. A eso íbamos: a volver al PJ, a copar el aparato duhaldista, a correr la mugre, a comprar a la mugre, a integrarse a la mugre, fórmula con Rodriguez Saa pero bueno, zafamos y gobernamos, puerto en Puerto Madero, licitaciones, las ventas abiertas de América Latina, Micelli con las Madres, Schoecklender haciendo quilombo en la sede, todo políticamente correcto e incorrectamente político. D´Elía como el Jack Bauer criollo, obra como autónomo y, ¿no escuchaste?, dicen que en un año, seis meses, se va todo a la mierda. Lo escuché posta, de la emisión del papel moneda, los precios que fija Moreno, que son los únicos que se mueven, mirá que en el campo estamos todos armados y ya lo echamos al Peroncho, mirá que vos no tenés futuro, y encima sos mujer, a la gente le caés mal, estás choreando cual menemista cómoda y esto no es pueblo, esto es campo.
Y Perón que siempre vuelve. Perón figura mundial, ¿qué Perón querés? El pro eje, el embajador militar que visitó con babas a Mussollini y Hitler que pegó en el palo, sí, cómo no, entren, éste es su país, ahí al sur, sí, por favor. Perón ministro e ídolo popular, copar la Plaza, antes de D´Elía; redistribuír, Estado de Bienestar, keynesianismo, capitalismo anti comunismo, ahora ya no hay segunda fuerza, mirá vos, se viene el neoliberalismo, pero eso después, tiempo después. Antes nos vamos rápidos, teniente sin guerra y con ejércitos en la calle; a Madrid a recibir a Galimberti, ustedes banquen allá que después llego yo y los echo de la plaza, mientras Lopecito me arma las a, a, a.
Todos Perón Perón.

Perón, al fin y al cabo, es el ejemplo de la Verdad inaccesible. En Perón cada quien ve lo que quiere ver. Es la subjetividad corporizada (aunque algún kantiano kantista me dirá, con razón que todas las cosas lo son) y por eso, porque la subjetividad termina constituyendo una creación del deseo es que Borges tenía razón. El Peronista es incorregible porque la subjetividad, el fanatismo, es incorregieble. Y el antiperonista idem.


3. La moda

Norberto Napolitano lo advirtió hace tiempo: “la moda pasa de moda porque es moda”. Ahora es flequillo, pegado a la cara, accesorios tecnograsas, glam de país periférico y pantalones chupines. Y luego esperar un lustro y cambiar. Cambiando siempre.
El ejemplo es Cerati, y sumaría a Bosio y Alberti. Una foto de cualquiera de ellos en el `88 es un ejemplo de ridiculez. En el `92 también. Y posteriormente, siguiendo, hasta esta última tapa de Rolling Stone que, si hoy es ridícula, imaginen en diez años.
Esclavización del ser por el consumo.

4. : ¿El tiempo convierte la ontología en nihilismo?

Tres páginas, tres personajes.
Primero arrojar al tacho de basura lo escrito, lo nefasto, para, acto seguido de mayor importancia, asesinar el ser de los personajes. Un momento significativo de nada misma; lo que sucedió fue nada y el hecho de testimoniar la nada, peor. Por inútil, por estéril.
El bollo-símbolo de servilleta nada, negras letras sobre blanco espacio y pensar entonces en los condicionantes de la obra. De ésta obra, éstas letras; ontológica obra producto del fracaso/asesinato anterior. Esta obra ésta posible fracaso condicionante de un escrito futuro o, mejor peor, esta obra ésta fracasando y no generando nada. Una vacía tarde de otoño de un vacío pasado de ningún tiempo que si sucedió o no, no importa, no existe.
No existe.
No existe la hoja-servilleta, ni la mano escribiente, mano de pliegues y de huellas, de cortes y de sexo; no existen las letras negras ni el trazo fino; no existe el pensamiento ni el recuerdo.
Abda R`ha se levanta de su cama, acabada la meditación matutina. Camina unos pasos. Le da el único beso a su esposa y luego la asesina. No existe.
Norman Cault se despierta en prisión. Repite una oración desconocida. Muere. No existe.
Michel Foucault dicta dos conferencias sobre Kant y la Aufklarung, en mil novecientos ochenta y tres y en mil novecientos ochenta y cuatro. Dos editores la traducen al castellano y se editan por las Ediciones de la Piqueta, en Madrid, España, en el mes de marzo de mil novecientos noventa y seis. Al volumen se le adjuntan un prólogo de los editores y otras dos conferencias de Foucault, dictadas en mil novecientos setenta y nueve. Una sobre la razón considerada como una de las bellas artes y otra sobre el intento de una crítica de la razón política.
El libro tiene una hermosa tapa amarilla y verde y reviste una importancia particular puesto que es el resultado de una tercera etapa del nihilismo materializado y ascendente.
El primer hombre, Abda R´ha, comete el crimen. El segundo, Norman Cault, paga la condena. Es Foucault, esas ocho letras, quien los redime. Él escribe sus historias, letras negras sobre blanco espacio, trazo fino sobre una inevitable servilleta-hoja-símbolo de 23,5 cm por 6,3 cm. El espacio recibe sus letras y Foucault arroja luego la servilleta al cesto de basura.
Un segundo después comienza tomando notas sobre lo sucedido, sobre la nada sobre la nada, mano escribiente de dígitos inexistentes, tinta de trazos finos de nada. Y ahí entra Kant. Y sigue con Kant.

viernes, 18 de abril de 2008

Luca Prodan, Armenia, Orbis Tertius

Uno. Melancolías de un tiempo peor.

Todo sucede cuando decido que escribiré un nuevo post sólo, sólo, cuando se arregle la computadora y sabiendo que escribiré sobre la noche del 12-04-08. La ejecución de cualquier página, pienso, que sea hoy o mañana, pienso de nuevo, no cambia demasiado: soy casi el mismo siempre y puedo esperar para tipear lo pensado. Especulo y entra entonces el tema de la inspiración. Inspiración, el concepto, implica pensar la vida como regida por un equilibrio de altos y bajos, de ausencias y presencias, de cielos e infiernos. Y también, el hecho de escribir. Su sentido y ser supone dejar grabado, sellado, un pensar. Concresión.
Borges se recordaba perdiendo un texto y escribiendo otro que, encontrado el primero, era igual. Las mismas letras. ¿O, recordando mejor, era Mailer? Mi recuerdo, verán, mis recuerdos, no son los del autor antedicho. Entonces, si no sos un genio, cambia lo que pensás hoy o mañana. Borges sabía cuando dejaba traslucir que no necesitaba la inspiración.
Dije esto para decir que: una parte de este texto (el comienzo de la noche del 12-04-08) la escribí la tarde del 13-04-08; otra parte (ésta uno que usted lee, esta parte mediada y mediante) está siendo redactada hoy, siendo las 20:03 hs. del 15-04-08, tirado en la cama; la tercera parte (final de la noche del 12-04-08 y misceláneas) se escribirá en algún presente cuando la máquina esté arreglada y yo transcriba este texto. Esa parte final será nuestro pasado presente si es que no morimos antes (yo habré muerto en la víspera simbólica; ustedes en alguna más feliz).

Dos. Luca Prodan, te fuiste a curar del alcoholismo a Turquía, shame on you.

La derivación triádica de la noche del sábado me llevó a conclusiones varias. Primero concurrí al Abasto, a una jornada del Bafici, la capital unitaria del snobismo donde, a decir verdad y lejos de desdecires anteriores, me sentí más a gusto que en cualquier otro lugar este año. Asistí a ver la muy interesante y algo mala Luca, de Rodrigo Espina, gratis y al aire libre. Antes del film (más un documental de tv) tocó Andrea Prodan en un set a la vez ameno y provocativo. “¿Es cumbia esto?”, dijeron detrás de mí. (Ahora mismo, junto al speed con whisky suena “Catch”, de The Cure, y todo vuela.)
Hay varias cosas de interés en el film: la información de la vida de Luca antes de arribar, heroinómano, a la Argentina; los amigos heroinómanos de Luca, italianos e ingleses; los amigos de ácido de Luca; Luca hablando en inglés y en italiano, hablando muy bien esos idiomas y uno piensa que qué poco que sabía de castellano, y que quizás con un par de años más, el rock chabón… en fin; también las intervenciones de Sokol (“en esa época no sabía tocar el bajo… bueno, ahora tampoco”); Pettinato hablando a cámara con su barba bipolar; Luca cantando, junto a alucinado hippie trasnochado, “Alabama song”; el comienzo tan The Doors de la película con Luca talking, siempre tan Morrison él cuando es angloparlante; Luca, casi siempre, usando trapos de remeras; Mollo, con look Pedro el Escamozo; la madre de Luca; Luca yendo en bondi a Obras y la gente que le decía "boludo, estamos yendo a tu recital"; todo. Todo es interesante y cuando ves a los escoceses, en alguna campiña europea, tocar “Crua Chan”, yo no puedo y pude menos que abrir los ojos y respirar.
Hubo poco o nulo nivel de faso y creo que tres habremos bebido algo durante la emisión del film. Clima de intelectuales. Ustedes saben cómo son.


Segundo. De ahí partí, por caprichos de un cyber del Abasto, a Olivos, a la casa de un nunca compañero de trabajo (él ingresó cuando a mí ya me había expulsado y nos conocimos por conocidos en común), un muchacho que parecía tranquilo pero que se reveló como un armenio practicante. Él y otro descendente de armenios me hablaron de ciudadanos ejemplares de ese país, a saber: André Agassi, Charles Aznabour, los System of a Down, Cher. Probé un licor de Armenia que era igual a nuestra Mariposa y un White Horse que supongo habrá sobrevivido, no sin desgaste, a un genocidio turco. Esta gente, además, escuchaba Ron Wood. Increíble.
Por supuesto que alguien tan afecto a la tertulia como yo no tardó ni un instante en reivindicar el arrebato genocida de Turquía, esa matanza de musulmanes para pretender el espacio vital. Por suerte no me tomaron en serio y sigo vivo. El armenio practicante se reía y el pasivo también, y con un par de tragos más.
–Nos vamos a un cumpleaños –dijo éste último –, acá a veinte minutos.
El armenio practicante, otrora afro, decidió irse, sobrio, a su vivienda; antes me mostró mapas de Armenia antes y después de los turcos. Nos fuimos en colectivo al cumpleaños, que sucedía en un boliche de Palermo. A ese lugar yo había ido hacía tres años, en ocasión del cumpleaños de otra persona. Ahora había una cola de media cuadra y veinte pesos de ingreso. Decidí, sólo para seguir la condición triádica de este post, seguir viaje a Vicente López, a una casa en donde tenía lugar una reunión


Tercero. Guillermo Parietti, ustedes pueden saberlo o no, es el humorista más famoso y aclamado de Villa Adelina. Tiene, para las artes del humor, un don genético que no se lleva con la cultura; yo recuerdo encontrar un cuaderno mío de primer grado en el cual se me retaba por quedarme a tras de la fila y reirme “de un chiste de Guille”. Guillermo Parietti es, además, el inquilino de un departamente con vista a lo que se supone es el mar pero que es un edificio y él era, en ese momento, el anfitrión de una tertulia rociada en alcoholes.
Hubo debates acerca del conflicto Campo – K y la continua, persistente y desvergonzada infidelidad de uno de los comensales. Ya se debatía en un orden de gritos y risas y de pronto un comensal se bajó, otro comensal se fue en auto a llevar al caído y, cuando estábamos por ir destino a otra casa, con una vista más propicia a las primeras luces del amanecer, Guillermo Parietti, que además de ser humorista y anfitrión es una nena burguesa, decidió quedarse en su casa.
Estuve en el otro edificio, en Olivos, en piso 17 y mirando todo el río y capital federal y toda la costanera y el hotel alojamiento de al lado y la luz penetrando cada poro. Eran las siete de la mañana y ni una gota de alcohol en la vivienda; sólo un refugio rastafari y una pared de vidrio con vista al océano y ni un centímetro de cortina. Fue un rato y ahora que escribo yo, que son las 20.14 hs del 17-04-08, ahora que por ¡¡¡$60!!! arreglaron mi máquina, formateando y poniendo un windows nefasto, ya sin mis películas; ahora que soy el tres que completa la tríada, el terceto de situaciones y ahora que decido y que por ahora no morí, les digo: escribí lo antedicho sólo para justificar mi actual destino. Lo hice por la familia McFly y porque me miraba desde el pasado. Porque, convengamos, ¿para qué hablé de esa noche? No fue muy interesante salvo por un toque de armenios y la reseña, vista gorda mejor, de Luca.
Pero ahora que tomo el mando y decido cuento el


Tres. El final de esa noche,

de esa noche de hace ya casi una semana, fue de una antología que si reviviera Raymor Carver y se mantuviera algo sobrio un par de horas, escribiéndolo, haría magia. Pero yo lo voy a contar tal cual fue y haciendo que usted, jóven lector, complete lo que insinúo, lo que no digo.

El final fue ese yo que era mí persona en ese entonces, luego de tanto tiempo de recorrer y proveer, discutir y absorver, vigilar y castigar, bajando del colectivo, descubriendo que no había gastado un peso en la noche salvo los pasaje en colectivo y comprando una docena de facturas del Abuelo, en la estación de Villa Adelina. Y, ahí con mis facturas y la luz de las ocho, nueve de la mañana, caminar las 8 cuadras que me separaban de mi casa y comerme los cuatro vigilantes, las cuatro medialunas de manteca, las cuatro medialunas de grasa. Comer y caminar. Pisar y pensar con el bolo alimenticio, hijo del ímpetu jamaiquíno y ahí sí, llegar a mi casa, abrir la puerta, jugar con Nunca que me viene a saludar y recordar que esa máquina de mierda se rompió y que andá a saber cuánto te van a cobrar por eso y qué, ¡ah!, tenés que sacar el D.N.I. que perdiste y que buscar el cheque de la empresa, que no podés cobrar y ahí sí, a la cama directo. Ya vendrá un domingo como todos los domingos.
.
*: foto de tercero: Guillermo Parietti fumándose una ficha de Jenga.
*2: este sábado a las 18 hs volverá a proyectarse el film Luca de Rodrigo Espina (2008, 90’) gratis en el Pasaje Carlos Gardel entre Anchorena y Jean Jaures, al lado del Shopping Abasto, parada Carlos Gardel, es la estación del Abasto.

viernes, 11 de abril de 2008

El comienzo del 2008 y coletazos

Uno.

El ojo avisor estaba a punto.
–Vos no saliste del útero de tu mamá –le dijo–. Sos un inmaduro, estás encerrado, sos depresivo; te encerrás mucho en vos mismo, no tenés decisión propia.
Yo miraba los ojos de Nacho, recibiendo el improvisado veredicto de la grafóloga ante su firma y pensaba: “qué suerte trabajar en estas empresas de mierda”. Todo está desubicado cuando no hay oficio en el trabajo, y eso es la norma y el milagro: no hay ego. Y encima te pagan mal: somos todos mierda. Y eso libera.
Yo he incitado con débiles recursos y esfuerzos a dos filas, en un call center, a tomar whisky de manera casi expuesta. Uno que era cuasi kioskero se ocupó de las Coca-Colas y, hombres y mujeres, todos, se decidieron al placer. Luego beber era cosa de todos los días. Whisky, cerveza, todo. Marihuana, cocaína, pepas. Los explotados tomando el mando de la mecha y recibir llamadas, y llamar. Mejor.
La gente rendida, vive. La resignación de Kierkegaard pero sistémica.
Hay dos momentos de reconocimiento del placer puro. Uno es traicionar y el otro darse por vencido, o sea traicionarse. En los dos hay un rendirse de placer, placer de recaída, de liberación, de éxtasis individual no relacional, de Verdad egocéntrica. Ser, simplemente. Y el fracaso posterior condicionando, potenciando. Y este tipo de trabajos es una frustración esperando liberarse.
La grafóloga, hace unos lustros, vivía de contarle a la gente cómo era. Media hora de curvas de eses, cierres de jotas y ges, vueltas de firma, trazo dejado, trazo circular, etcéteras varios. Cien dólares la consulta y comodidades burguesas a punto. Pero, y sírvase de ejemplo la declamación anterior, le daba culpa. No podía convivir con la culpa. Y decidió cobrar una miseria ($700 - $800) pero vivir tranquila.
Yo le mostré una página de un amigo, escrita en pleno viaje de L.S.D.; quería ver si podía determinar su estado de ser –inefable– y ella, acto seguido, hizo definiciones asombrosas del tipo: a) hay algo que le oculta a la novia (Nota del A: adicción a drogas varias); b) odia a todo el mundo (Nota del A: adicción a drogas varias); c) es muy egocéntrico (Nota del A: adicción a drogas varias). Acertó. Luego, no sin temor, le mostré mi firma.
–Tenés algo espiritual –me dijo. Eso venía en relación a un discurso anti-suprasensible mío minutos antes–... y... mirá esto –una curva hacia atrás al final de la firma–: volvés siempre al pasado.
Guau. Eso sí fue un momento.
–¿En serio? –pregunté automáticamente. ¿Te parece?
Sinceramente, creía que no, que me cagaba en todo y que seguía con mi vida casi como un idiota impermeable al ayer pero ella tenía –y tiene– toda la razón. No puedo cortar definitivamente con nada. Es un tema de una complejidad metafísica y, para mí, hasta aquel momento, desconocido. Reprimido.
El 2008, acaso el año más duro de mi frívola vida hasta el momento, me dio y me da causas y consecuencias para ir rompiendo con todo.
Y eso fue sólo el comienzo.


Dos.

Interior. Cerebro humano. Día de sol, cuatro de la tarde.
Norman Mahllet.– ¿Es posible estar solo en un mundo lleno de gente? Sí. Entonces es posible todo.

Interior. Sala gigante en elegante fiesta. Baila la gente, smoking mediante y vals.
Vos en off. – (Está bien escrito) ¿Espacios secundarios en mí? ¿Realismos de artificio? Nada de nada: todo eso. ¡Gritemos! Esto puede ser real. ¿Encuentran un hilo conductor? En este momento la mano escribe mis labios en la pieza desordenada. La trama, el discurso, dependen de la acción del whisky disparado. ¿Yo dependo de eso? ¿La ontología nihilista depende de eso?

Fundido a placa negra. Se lee: “Hegel construye un gran palacio de ideas y se queda a dormir afuera” (Soren Kierkegaard)


Tres.

Romper creando. A eso iba.
A hacer algo.
Un programa de radio. Este mes.
Pero gente desconocida.
Y hacerlo un mes. De conseguir un espacio y ver luego qué ingredientes arte se mezclan. Pero con seriedad. Con la seriedad del apocalíptico, del rendido, del hombre/mujer, firma en mano, esperando la sentencia.
Mi mail a la izquierda expectante de voluntades sitiadas.

Cuatro.

...una visión sobre el aborto (ahora a las 19.13 p.m.; en cinco minutos, otra).



Maleducado. Word me dice que está bien escrita la palabra. La palabra toda junta. Maleducado.
Pienso, en pasado, que maleducado, la palabra, define la ignorancia del decidor. Del que quiere decir, con la palabra equivocada, “grosero”, “pendenciero”, “improductivo”. Y, en el sentido inferido, casi “librepensador” (en la impermeabilidad de cierta moral o la dedicación a una moral repudiada por tal decidor). Maleducado = librepensador. Pienso que desconocer el significado de “librepensador” es libertarse de las combinaciones del término, dar vuelo al alma de la conciencia evitando su nacimiento. Sin conciencia el hombre se evita una cárcel y un delito anterior; pero sin saberlo. El ser cultural –aún desconociéndolo– subyace de símbolos y artificios. Y es conciencia. Acierta: es mejor experimentar que no darse cuenta. Es mejor la conciencia del sufrir que la no conciencia (por ejemplo: antes y después de la vida).
Una opinión políticamente incorrecta, supongo. Lo lamento.
.
.
Cinco.
Frivolidad.
.
Por qué los premiados como “mejor compañero” en la primaria devienen garcas.

Un niño es bueno. Lo premian como “mejor compañero”. De ahí en más él ve la aceptación ajena como un logro, no como una situación natural. Ahí entra la ambición. A partir de ahí, él querrá ser querido y privilegiará la política relacional a la relación normal. Como es imposible quedar bien con todos (el secreto del fracaso, dijo Baudelaire), él comenzará a tramar tejidos sociales para continuar y mantener ese logro. Y así esconderá verdades y críticas y cambiará de opinión según el interlocutor. Al develarse algunas mentiras, queda en evidencia y es reconocido: un garca.

Cero.
antes de lo antedicho:

La computadora se rompió. Es todo un dato.
Entonces, escribir indiscriminadamente y luego arrepentirse. Eso es un blog. Y poner un post y borrarlo a los tres días.
Sí. No hay mejores cosas que hacer.

(Y ahí, la idea del programa de radio, cosa mejor para hacer; y comenzar a escribir sobre Nacho y la grafóloga y este bendito dos mil ocho que pesa por sobre nosotros.)

Cortar con todo.
Y barajar. Sabiendo que la partida está, indefectiblemente, perdida.

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