sábado, 1 de octubre de 2011

explicación sobre el Universo


1. Primero el movimiento, luego los hombres. 

Todo movimiento necesita de relatos que lo excedan como potencia, si su deseo es el de persistir en las generaciones y en los mismos jóvenes al volverse hombres. Hablando de cultura de masas, y más especialmente de rock, de esa danza traducida –en el mejor de los casos, por Anagrama–, Cromagnon significó la lucidez de sabernos pelotudos y por sobre todo, de cómo construir desde la pobreza. La pobreza, repitamoslo, que es el falso nueve utópico del determinismo nativo, pasó en el rock nacional de tercera persona en Patricio Rey  –las metáforas faloperas para construír verosimilitud en el relato; la narración compasiva de accionares ajenos– a primera del singular en la generación noventosa, conocida por extrapolar frases aprendidas en la secundaria. (Sin la sazón de la generalización, la raza humana son átomos y no se puede hablar de nada.)

De estas cosas uno se habla cuando un grupo de personas que  concurren a ver al grupo punk Sinverguenzas buscan un kiosko para comprar una cerveza despreciando cuatro o cinco bares en el camino. La identificación de contextos en el binomio caretacheto/nosotros convierte todas las medidas en una Suburbia wanna-be que nos da por fin la aristocracia de la que tanto nos hablaron. Me refiero a personas que están más cerca de los treinta años que de los veinte, y que tienen un romantico anclaje en algún momento inventado por alguien que quizás desprecian, y entonces caminan seis cuadras buscando un kiosko que les venda la cerveza un peso menos (cerveza que no venden los kioskos a esa hora; mientras hablan por celular; ver también el caso del boleto mínimo en el colectivo en personas que no pasan hambre). Es un caso minúsculo que ya no es norma pero que, habrán ustedes adividado, nos sirve para sinecdoquear con la liviandad más hermosa.



2. ¿Y Megan Fox?

Los diferentes desempeños del escenario yo según todos.

El empeño en atomizar nos demuestra inexistentes. No en el sentido filosófico-mortal sino en poner foco hasta encontrar el pixel. Y así uno sigue la línea de que nada existe. Descartes, Schopenhauer, el último Henry Miller y todos los Deepak Chopra de los Claudio María Jodorowskys Dominguez del Mundo, con la voz de Morgan Freeman y el cuerpo de los físicos del quantum. Nada existe. Todo depende de nosotros. Todo es una ilusión. Somos uno. Estamos en paz. Pero en la Nada. Porque el tiempo destruye todo. Sólo que el tiempo no existe, más allá de que estamos formados de tiempo. Somos ese tigre. Pero nuestros afectos nunca existieron. Son una red en el cerebro del sistema de nuestra Mente. Los sims del siglo XXIII. Pero nos morimos. Podemos comernos cuarenta pizzas, después ochenta kilos de cocaína y dos litros de whisky. El consumo es información. Pero no existimos. Y si nos salvamos del cancer fue porque pensamos positivamente. Y si no, porque nos originamos la enfermedad. Como en Haiti. Que es una convención. Unión de átomos. Los átomos reaccionan diferentes si los ves o si no. O sea que detrás tuyo no hay nada. Sos vos mirando una pantalla. 

Y nos vamos a Tailandia.


  3.Lo que queda mal

J.L.A.: ¿Cuál es para usted la diferencia entre melancolía y nostalgia?
Ciorán: El fondo metafísico de la nostalgia es comparable al eco interior de la caída, de la perdida del paraíso. Un español siempre da la impresión de que echa de menos algo. Por supuesto, lo significativo es la intensidad con que eso se siente. La melancolía es una especie de tedio refinado, el sentimiento de que no se pertenece a este mundo.


 4. La barrita amarilla de youtube que te señala el primer plot point

El viaje de vuelta comienza cuando festejás no haber hecho nada el día anterior. Eso y la muerte son diferentes variables del olvido. En la carcel todos los días son lunes.

Con Aven vemos el film de Mallick de los planos de diez segundos. El árbol de la vida. "Uh, ¿ya subieron esa?", me dice. Si, respondo. Hay partes del Universo, los dinosaurios, una familia. Es lo que todo artista quiere hacer, la obra del tipo: "ahora te voy a explicar el Cosmos". Y en otra pestaña de firefox una película con momentos extraordinarios, The other guys. Hay tres momentos de esa película, tres gags absolutos y demoledores ("aim for the bushes", "nos siguieron treinta kilómetros", "policía bueno y policía malo") que repetimos con Aven mientras llegaban los demás comensales, que con un viejo truco me cambiaron un Jameson que tenía por un Vat-69 (preferido, sin duda, por los marginales wanna-be del punto 1). Vemos un poco de cada película, pero The other guys es más propicia. Para el mundo (a no olvidar el impresentable final con baja de línea-RATM-alla Michael Moore, la ausencia de malos materiales y la trama).


Si no hay diferencia entre el adentro y el afuera, dijo un profesor en el aula 201 de Franklin, estás loco. Ahora pienso que el loco era él. Si existiera, claro.

jueves, 15 de septiembre de 2011

El retorno



De recibir el sms de mi hermano instandome a votar una lista en Sociales. Yo a quince cuadras por razones de entrega de alma, las camino y Sociales es de repente un edificio verde municipal que dice CBC, en donde hay calma, inutilidad. Me refieren que la onda es Constitución, tierra de intercambios post-legales. Me espera otro destino, mientras camino hacia el baño con inscripciones anti-Hebe y pro Israelí (o el cruce Estado de Israel/Palestina a pocas cuadras, también atravesado).

Despertado a las cinco de la mañana, dos horas de cama sin sueño y los elementales para volver a dormir, de siete a nueve. A las nueve y cuarenta con rumbo a lo de Malcolm. A las diez y media comprando cervezas, vino, patys, pan lactal. A las once y media comiendo y comenzando a beber. A las trece horas llega el remis. A las quince sale el micro desde martinez.
Cuatro horas de sueño, entre ciento veinte y doscientas cuadras caminadas desde el puto Junín, el putísimo Junín de mierda al cual espero no volver, hasta el escenario del puto Solari, a quien vi por cuarta y última probable vez en mi vida (la segunda como solista, antes dos ricoteras).


Junín

Entrar sin hablar. Dejar el muerto y huir, entre cuerpos que lo miran. La sinécdoque del bondi todo nosotros. Escuchamos así, vivimos encerrados. Le tenemos miedo al deje.

Finalmente estaciona el micro. Uno de cientos. La ruta es una serpiente llena de gente y micros; hay que buscar referencias para ubicar ese Chevalier (a la salida, encontré un literal “Chev-Ariel”) y veo el cartel que acompaña al micro: “carnada vida El Chino”. Lo asocio con el Chino Mágico Ivan Michel y le comento a mis asociados que ahí hay que estar a la salida. Bien, salimos del micro, 20.30 hs, falta una hora para el recital, hay tiempo de caminar el par de cuadras hacia el estadio, tomar unas cervezas y entrar perfectos. Mucha gente caminando, los seguimos.
Micros al costado del camino, uno al lado del otro, hacia el horizonte. El pueblo ricotero caminando al unísono, todos contentos, por una ruta en la que descansan micros y micros y micros. Caminamos diez cuadras, siguen los micros, hay unas luces al final: Caminamos otras diez cuadras, raro. Y otras diez. Yo estoy bastante molesto, los micros siguen y ya caminamos treinta cuadras, ya hace casi media hora que caminamos. Y seguimos caminando, y todo es oscuridad iluminada por los micros a ambos costados. Nadie vende comida ni bebida. Seguimos caminando, diez cuadras más.
–Esto es joda –digo–, ¿cuánta mierda más falta?
Ya llegamos Karg, dice Malcolm, que tampoco lo cree mucho. Yo estoy sacado, quiero llegar. La pierna izquierda nota molestias producidas por el uso continuado de bicicleta fija. Cuatro mil kilómetros de bici fija en seis meses. El último mes que no bajo de los 103.5. Ahora en 102.6. Luego subir… Unas cuadras más de oscuridad y micros. Todos pensamos que deberemos hacer ese camino de vuelta. Hay silencio. Yo me enojo y puteo al Indio.
–¡Todo por este quimio del orto! ¡Quimio Solari, hijo de puta, organizás como el orto, forro!
Todo a los gritos. Es bastante molesto, irritante, horrible, pero como notó Dostoyevski en Memorias del subsuelo, el que agoniza grita el dolor para compartirlo, no para apaciguarlo. Las dos chicas me empiezan a putear por lo bajo. Malcolm también. Aparece un cartel que dice “escenario 3 km”. No lo puedo creer. Ya hicimos como setenta cuadras y faltan treinta más. Estoy exhausto, luego de diez horas de beber todo lo que me ofrecieron, flores y prensado, y hay que seguir, y luego volver ese caminito, por ese Indio del orto que organiza en lugares sin llegada, sin estacionamiento, sin movilidad, sin nada. Cien mil drogones caminando la oscura noche,  y empiezan a aparecer los puestos de comida y bebidas. Las chicas compran patys sin dejar de caminar, yo el choripan de temperatura glaciar. También compro una cerveza de medio litro que dura cinco segundos. 
 –El que no tiene merca –grita un genio marketinero de suburbia– tiene plata.

El final es un tecnópolis inverso, una hermosa regresión a formas de vida pre-industriales, asados, venta de bebidas. Y a lo lejos las luces. Y el Indio que arranca con Todos a los Botes.


Show

Un pelado durísimo, que fue solo, molestando, sin parar de hablar. Es el que toma forma de humano en el micro de vuelta. Pero está sentado en el lugar de al lado. La gente como fichas de tetris se reordenan y lo dejan a él, que no se quiso mover, al lado mío. Hijo de puta. Se mueve. El micro en silencio, en oscuridad. Yo no quiero hablar, me pongo auriculares, mi cuerpo transpirado y frío, después de haber caminado dos kilómetros. Pero habla, y se ríe casi con inocencia. Cierro los ojos, fingiendo sueño. El micro que no arranca porque un comensal no aparece. Así dos horas más. Todo fijo. El micro se duerme. El pelado duro ante cualquier mínimo movimiento mío entabla charla. Yo no hablo. El se está poniendo furioso.

Antes memento. Entramos corriendo. Lo primero que veo con la multitud que somos es el consumo in extremis de cocaína a la derecha. Pienso “cómo va a volver este pibe esas ochenta cuadras”. Me mezclo en la gente, pero Solari está a medio pelo, o a mi se me fue el swing, pero viendo videos ahora de youtube del show se nota que los Fundamentalistas no están en un gran momento. Parece que el viento jugó una mala pasada, pero la banda sonó como el orto, la velocidad de la batería no creo que tenga que ver con eso, el clima del Indio, de malhumor, tampoco.
Malcolm y Jorge ya están rumbo al pogo que no es tal sino gente amuchada. Cien mil personas viendo al frente, una banda fría, un clima frío, me toco la poca plata que tengo y descubro los $100 en un bolsillo mínimo. Una cerveza que se compra ahí, a $22. Tirados en el campo. Todos los ritos muertos.


Solari Actualizado


Dice Malcolm:
> *****************    INDIO  - TANDIL   03/12/11  21 HS *************************
>
>
>
> MAÑANA SACO MI ENTRADA.
>
> VERANITO , SEGURO EN COCHE.
>
> SABADO SALIDA A LAS 6.30 AM ( CON SUERTE DESDE CASA )


Respondo yo:

Irìa con casita alquilada por allà, y evitando el recital solarístico pechito-frío, y saliendo un día antes y volviendo un día después. Poner una luquita y hacerla bien. Que sea una mini-pre-vacación con narco-turismo y caminata a las sierras, no un culto al aguante con boludos que te codean mientras querés dormir transpirado frío en un micro que demora dos horas la salida y la vuelta, ni caminando 20 kilómetros con 10 horas de viaje en un día... para ver a alguien que se merece un centenar de muertos (¿cuántos ya tiene? dos seguro) para dejar de organizar lo que no puede organizar, y ni hablemos del sonido o de la banda. 

Responde DdC:
 Perdon a todos. El aqui es doloroso y el ahora un fracaso. No hay futuro. Y hay que pensar en el..sin sueños y con los nervios del tiempo que se va y no esta. Ni estamos. Ni nada.

Cierra magistralmente Aven:
El INDIO SOLARI, que se dejó entrevistar por un ñomo negro, fétido y mongoloide, de la revista "garganta profunda", afirmó que él siendo el indio solari, no quería estar bajo el pulgar de un periodista boludo, por aquel que suele repudiarlo, en clarín, por sus costumbres virreynales. Sospechamos que le gusta tener bajo su pulgar al periodista, cuando conocemos a la enana contrahecha de la revista diferencial. Ir a ver al indio solari demanda una organización que él no propone, lo cual pone una cuota de genio, porque jamás organizará algo para los caretas que compran entradas para un estadio con campo sectorizado económicamente y no fagocitadamente, como hice yo para Roger Waters. El indio nos dice que Cristina es Kirchner, que él, podría haber callado, pero que le gusta lamer los platos del kirchnerismo, le gusta undir la nariz. Entonces, digo que en el último viaje tomamos 40 cervezas pequeñas, 2 fernet, 1 vino. Eso es una asquerosidad trashumante, una fiesta de orgía. Mear se hace imposible cuando la conciencia se arrepiente de ser quien es, fugando, y desalujando los instintos. Sin embargo, llegar tempranito, y hacerce mierda, ver gente quebrada a las 16hs, gente que no puede mover los brazos por la cocaína, gente que se derrumba y vomita, gente que pone la frutilla de la tarde diciendo que "hace una semana que no come", gente. Se puede hacer, se puede ir. Los pibes con los que fui, van a alquilar una combi, para gente como nosotros, nada de giles, o sea, podemos mear al chofer, tomar pepa, vomitar y reir y llorar y volver a tener resaca, sin pedir persimo al vecino quebrado. Tenemos que confirmar y ya no hay que pensar en resolverlo nosotros. 
CERDOS. 
La celulitis con generaclemix.

sábado, 16 de julio de 2011

La bondad de todos nosotros

1.
El tipo toca la ventana. El timbre anda y él lo escuchó, pero yo no. Así que volvió a la hora y tocó la ventana. Trajo una biblioteca en su hombro, para nosotros.
–¿Dónde la dejo? –me preguntó.
Ahí atrás, lo acompañé.
–Antes toqué el timbre, lo escuché.
–Si, pero en mi pieza no suena.
–Vos con la música.
–No, son estas paredes –le empiezo a pegar piñas al concreto, el tipo mira–, estas paredes, mirá lo que son –como un Tyson del fin del mundo, pegandole piñas a las paredes. El tipo se quiere ir. Cuando dejo de sangrar le abro la puerta.




2
La muerte es muerte sin cambio. Cuando aparece la opción cesa la angustia, porque el desarrollo futuro se muestra como ley. (Me olvidé qué iba a decir.)
3

Un extraño suceso hace carne en mis contactos: suponer que la noble gente ha sido engañada por los medios satánicos para votar políticas garcas. Ellos piden que se tenga pena y no asco, aducen que la población vota (a Macri, Menem, Hitler, Patti, Rico, Berlusconi) por manipulación mediática. Aducen, para dicha tesis, teorías de hace cuarenta mil años, donde antes había Adorno ahora Camilo Taufic y así todos contentos porque claro, YO no soy ningún hijo de puta, mis pulsiones me llevan a pensar que no, estoy atravesado por morales que hacen pie en supuestas otras mejillas (que aparecen como amistad hombre-mujer) y al cielo se llega por bondad y nadie nace malo y tu tía no es una hija de puta sino que pobrecita, lee Clarín. (La otra visión es que si abonás esta teoría no podés criticar a Sarlo cuando dice que el 70% de la gente “no habla de política”.)

Por suerte tenemos internet para saber quienes somos, en el cada vez menos microclima y más rating minuto a minuto. Hoy, ahora, hashtag #piroposvilleros (pero no, no te preocupes, a Macri lo votan por TN; antes no había esclavos ni guerras económicas: el hombre es naturalmente bueeeeeno), quien nos brinda los siguientes ejemplos recogidos (redundo) en cinco minutos:

“anda a mear que no te la saco hasta el lunes.”

"mami, usás pantalones para mudos? - Por?... - Porque se te leen los labios cachorra!"

“Me gustaría ser agua podrida para estar todo el dia en esa zanja.“

“Quién fuese león de circo, para atravesar esa argolla en llamas.”

Hablaba con Guille recién acerca del hermoso video de Fontevecchia con Jaime Durán Barba en el cual le pelea ser asesor de imagen de Macri. Duran Barba define a la "nueva izquierda" de La Cámpora (él siempre habla como político y quiere ubicar a la izquierda en la zona del placer, el consumo; le sirve "el fin de la historia"). DB dice que la nueva izquierda tiene "una inquietud por los pobres, una inquietud por la justicia, un respeto a la diversidad, preferencias sexuales, raza, religión, una tolerancia con la vida privada de la gente". A lo que Fontevecchia (autor del manual de ética periodística "Sofía Gala porro") le dice: "Por lo que acabás de definir Macri es de izquierda" (!!!!!!!) O sea que Macri tiene inquietud por los pobres (a quienes cagó a palos con la UCEP), inquietud por la justicia (procesado), respeto por la diversidad ("en los hospitales tenemos que hacernos cargo de los inmigrantes")... Sin verguenza.
4
Testimonio de Aven, en un automóvil con José.
“-No te pongas el cinturón (de seguridad), me dice josé. Sacatelo.
-¿Por qué? Vos no te lo ponés.
-No, dicen que morir es un placer.”
5
Zur dice:
puto de mierda
chino puto
garca
Chino mágicO dice:
jajajaja
Zur dice:
nos dejaste con el culo en ls manas
manga de puto
le chuparia el culo
le sacaria la caca y le tomaria el semen
chino puto
Chino mágicO dice:
a quien}?
jaja
Damas Gratis – La Pikadura
perdon
Zur dice:
chino basura -dice aven- si vamo apara lo de karg te suma?
Chino mágicO dice:
jajajjajaja

PUNTO FINAL.

lunes, 4 de abril de 2011

para Lainati, hielo e intrascendencias

1. 38 horas entre el 24 y el 26 de marzo del 2011



Tirado en el patio del chino, el jueves 24 de marzo del 2011. Casi me despierto y veo el cielo despejado. Sale el Chino. En las horas sucesivas me despertaré como cinco veces en lugares diferentes, lejos de casa.

Demasiados momentos para ninguna guerra siglo XX1. Corriendo para llegar al tren, caminando hacia la Plaza de Mayo, esquivando las columnas del PO y los inteligentísimos seguidores de Alicia Kirchner que tiraban chasquibùm núclear para llamar la atención (para otro momento el anàlisis de las personas que a la hora de los fuegos de artificio y demás estupideces prefieren el ruido por sobre lo visual) y casi nos quedamos sordos con el vendedor ambulante de cerveza. Sale $20 el litro en plaza de mayo, ahí en el pasto, pero se paga, porque es el precio del mejor bar del mundo, una plaza en donde coincidimos con el Chino y con Guille, el kirchnerismo hoy por hoy cuenta con porcentajes chinos de belleza femenina, son los Babasónicos, los Calamaro de la realpolitik, el agua bendita del hijo del empresario, el lava culpas soundsystem de una generación de bellezas. Ahí enarbolan un discurso monocromo que da cuenta del desfile de comparsas de las agrupaciones políticas, que se agitan para que los etiqueten en alguna foto, la locutora del acto y un soliloquio de nombres propios y los desaparecidos Presente. El Chino me dice “vamonos” y nos sentamos en un rincón. Está llorando, a causa del discurso de la plaza. “¿Querés una cerveza, un abrazo?”, le digo. Un abrazo, me responde, con el cuerpo.

Enfrente otro vendedor me provee cerveza y antes, en medio de la comparsa política, la plaza llena, digo “qué hermoso” y me quedo viendo el stand de Eloisa Cartonera. Les pregunto por autores y me recomiendan libros que ya compré de esa editorial. Me llevo la poesía completa de Fabián Casas y tres libros sueltos, Cucurto, Fogwill, y uno que me recomendó la chica del stand. A su lado, la noble cartonera que ya me había dado Coca Cola un caluroso día de verano de hace dos años me dice “ahí a veinte metros está Cucurto, te lo puede firmar”. Pero nunca llegamos allí, aparece la patria socialista. Ahí vamos al random de veinticuatro horas después, en Boulogne, el primo de Yamila me dice que Cucurto y Casas son un desastre. Me dice “vos antes me dijiste que Bolaño era mejicano”.

–Es mexicano –respondo– aunque haya nacido en Chile, o me vas a decir que Cortazar era belga.

Yamila me dice que en sus viajes por el mundo no encuentra un nivel de debate parecido, la comodidad suiza y todo eso. El primo se va a Senegal, ella a España y al sur de Francia. El me dice que Godard murió, yo le digo que está haciendo una película que se llama Capitalismo.

–Ustedes son todos exitosos en el capitalismo –les digo–, ¿no tienen un blackberry o algùn android con internet para mostrarle que Godard no murió.

El Chino me dice “tenemos que buscar algo a Saavedra”, justo cuando Guille estaba llegando a la Plaza. Nos tomamos el tren, yo ya deambulaba con mis sombras, leía con interés los libros que había comprado minutos antes en la plaza, en el tren Mitre un hippie de buenas intenciones toca la guitarra, le dan dos pesos, un peso, veinte centavos. Yo pongo en la funda de su guitarra el libro “Poeta en New York” de Washington Cucurto. “Gracias, gracias”, me dice con una sonrisa. “Buen finde”.

Me despierto y estoy en Barracas, es viernes. A mi lado duerme Aven. ¿Guille dónde está? Aven baja a comprar fiambres, la heladera está llena de cervezas, son vacaciones en la ciudad. Llamamos a todo el mundo. Los que atienden son interpelados con nimiedades. Con Aven nos reimos de una cuasi pelea la noche anterior, en el bar La Resistencia de San Telmo, en donde un anti-comensal se enojó con Aven porque éste notó que gozaba de un parecido físico a Freddy Mercury.

–¿Qué Mercury? –preguntaba Bombita, con cara de enojado.

Como el episodio de Pappo enojado por comparación con Julio Bocca, concluímos con Aven que el enojo del anti-comensal era producto de la homofobia. Ahí me acordé de Osvaldo Mercury, el político con look de Lito Nebbia. Risas en el panel del diablo. Viene López y tira fuego al fuego. El insólito episodio “Mercury” genera una escalada verbal hermosa. Al final todos abrazados, era obvio. Yo les digo de Aven “nació en Gran Bourg, vivió en Boulogne y ahora vive en Barracas”. La triple B no miente, y puede ser violenta, pero se resignifica en el amor de la insensatez.


Me despierto y está Martyn Bustos, a quien llamamos cariñosamente colifa por un pasado que incluyó internaciones y demás. Se ríe.

–Yo también me desperté hace cinco minutos –me dice Aven– creo que dormimos veinte minutos. Salen Corona de la heladera, Martyn se inclina por Schneider. Loco.

Entre todo eso alter egos de insensatez y psicopateada provistos por internet. También momentos de grabación con Aven en violín y yo en guitarra. “¿Leíste el libro de Sartre que te dejé?”, me pregunta Martyn Bustos. Habla de El ser y la nada y le digo que sí, que partes, pero que hablemos de cosas más importantes, como Gran Hermano. Si leíste el Ulysses de Joyce te cagás en los putos y ves Gran Hermano, que está cada vez peor. Martýn me pone aurículares de su mp4 y escucho en el viaje en el tren Belgrano a Boulogne el genial disco de los Zombies Odessey And Oracle y Tango 4 de García-Aznar. Mientras tanto nos pasamos un cuaderno en donde la gente nos ve dibujar algo y reirnos a carcajadas. Todo el vagón nos mira reirnos y quiere ver el cuaderno. Tratan de ver de qué se ríen esos tres borrachos que van tomando cerveza Corona. Yo trato de que no se vean los dibujos, para que permanezcamos con gracia. La verdad desnuda es que en cada dibujo hay penes en la boca o en el orto, y que los destinatarios de esa cruel saña viril somos nosotros mismos. Es estúpido y genial.

El primo de Yamila se va a Senegal y le digo que se arme un blog, que es algo que ya no sirve para nada. Le cuento que yo estoy terminando un libro pero que no tengo talento. El gen es todo. La óptica del todo verde. Jorgelina me dice que a su cuñado le gustó mi libro y que está en Lanus. Godard no está muerto. Con Aven comemos una picada tradicional en el Bar Británico mientras la gente camina el viernes feriado. Aven sale de su departamento con un cigarrillo de droga y le digo “es una locura que prefieras prender eso en la calle y no acá que no pasa nada”. Es que no pasa nada.

Aven le deja $5 al mozo por pedido propio. Cuando horas más tarde estamos en mi casa salgo y le digo al motorista del delivery “tomá” y le doy dos pesos. Aven ya le había dado propina. Le digo al motorista “es que a él no le tenía fe”. En el bar Británico Aven me dice que el mozo se va a “hacer la América” con los cinco pesos que le dejó. Un tipo está sentado en la puerta del Torcuato Tasso. “¿Qué es esto?”, le pregunto. “Ni idea”, me dice el comensal.

El Chino se olvidó los lentes en casa y la comida queda mucho mejor si le agregás Doritos y Finlandia finas hierbas.


2. Làtigo

Murió el piloto brasileño Gustavo Sondermann, luego de sufrir fractura de cráneo en un accidente en Interlagos. Tenía 29 años.Y lo unico q saben gritar es daaale dale dale bo.. dio mio… Por 7 palos agarro la Kalashnikov y soy Baltimore y te ocupo mucho espacio. Espacio entre las ruinas del Ser y vos preguntando. ¿Cómo sentirás los radicales jóvenes ante la posibilidad de una alianza con LA MEJOR VESTIDA ANOCHE EN LA BODA DE LUISANA? 150 metros de cola en la puerta 14 de La Bombonera, ahora sí,Buenas y Santas camaradas. Bienvenidos a su ghetto. Tiempo de valientes, hace 18 minutos, me gusta que banquen a sus favoritos, así q dejen d arengarme; Chávez dijo que seguirá estatizando medios de producción y hará alianzas con empresas privadas y los Eels cantan a Daniel Johnston y al demonio que no puede dejar de inventarse Baltimore-GustavoSondermann-Kalashnikov-Luisana-Chávez-losEels-DanielJohnston. Gustavo Sondermann tenía 29 años, Indonesia's quake agency issues tsunami warning after 7.1 magnitude quake off central Java. Java para los sudokus del mundo, uníos, hoy cumple 13 años Paris Jackson, cante Daniel, cante, El comienzo de la gala se viene con mucho rock!!! La gente nos cuente de cortes de luz por distintas zonas: ya voy a estar devolviendo todos los shoutout q me dieron los ultimos dias... La noche boca arriba nuevamente y lo encuentro al señor amigo medio transpirado un poco rezagado que se anda comentando por ahí. En la plata no me conocen. Hay que poner sin Marina, lo que supe es que se iba a casar hoy al altar. Gran variedad en el sambódromo a las 19.15 hs, va a estar la noche litoraleña y se cierra el domingo en el fogón del sambódromo.

La elección es indirecta:

3. Un paso que ojo

Esculturas en agua, o el acabado flujo de un continuar detenido y observarlo, una fotito del agua quieta, el festejo del microsegundo, la cámara fija, quince mil megapíxeles para ojos humanos todavía no fabricado. Mientras tanto cientos de escombros en una casa destruída por un terremoto seguido de Tsunami en la ciudad de Seita en Japón. La detención. O como cuando alguien, un intrascendente con aspiraciones de Dios, como todos nosotros, quiere defenderse de algo y dice “tal cosa le pasó a X y, salvando las distancias, sin ánimo de comparar, sabiendo que no le llego a los tobillos” y suelta lo que hizo el mentado Zeus, Lennon, Dylan, Socrates o algún astro caído en diferentes geografías, o lo que dijo, agumentó, escribió o legó esta superestrella random que sale a colación. Un arrebato estúpido de corrección porque en esa cita estás comparando democráticamente a dos seres humanos y después, la discusión, y no perder lugares argumentativos, y escapar del ego. Qué estupidez.

Como si la conciencia arrojada tuviera algún prurito en subirse al tecnocapitalismo para hacer mierda todo.

4. Amor

Todo lo que uno puede pedir es un epílogo. La humanidad se reproduce para eso.



5. Silvio Zen, Monólogo con Dios, Ed. CU, 2011

"Lo que le deseo a la humanidad es entonces una amnesia, un apagado de esta ridiculez moral de la realidad 2.0 porque todo queda, cada paso registrado, y como estamos al comienzo de todo esto –alguien tiene que estarlo– juzgamos lo nuevo, el consumo de la satisfacción de todo deseo de manera urgente, desde la moral que no tenía las fotos de toda tu manzana en bikini en las vacaciones, con un cartel de “yo sí, yo no, yo por acá”. Y entonces, hoy, juzgamos. Está bien, este juicio cambiará en dos generaciones, y quien hoy tiene cinco o diez años ya no va a señalar con el dedo a la petera preadolescente filmada o al contradictorio obsesivo que se la pasa gritando. No, todo será más imbécil y, en las capas medias y altas, feliz. No me vendas que después volverá la familia, porque la familia de los próximos cien, doscientos años, es la que ves hoy: dos padres, o más, dos casas, o más. Y a lo que voy, lo que me jode, es que nosotros tengamos que bancarnos el juicio, los juicios, esta estupida transición en que te echan del trabajo si te ven de joda en internet, y seguimos con la monogamia como si no tuvieramos quince propuestas sexuales por mes. Entonces yo deseo una amnesia ya, un fin de juicio ya. ¿Y cómo se hace eso? ¿Yendo para adelante? No, eso requiere educar demasiados giles, o zarparse demasiado para que el juicio se eleve desde el laberinto y no te rompás las bolas mucho a titulo personal. Lo que hay que hacer es cortar la luz, la electricidad, tomar las centrales hidroeléctricas, saquear y destruir el país si es necesario, pero liberarnos de este redil moral, de esta succión digital que sobrepasa nuestras posibilidades. Vivir sin heladeras y al aire libre, sí, pero que nadie se entere dónde mierda estoy, y que tan taggeable es el aire que respiro."

6. Unión Cívica Radical

Me visto no sé por qué, la esperanza de la humanidad y todo eso. Salir en la radio-los diarios-los satélites, el pan nuestro de cada dìa, y los bits por segundo y la seguridad, y el aerosol que no sale, la tinta eterna de las cpus muertas. Además el joggin está semihúmedo por su convalescencia debajo de la ropa mojada hace días; ropa transpirada por decimoquinta vez y empapada y tirada, expuesta a que se seque sola sin ruido, y el agua que continúa saliendo, no sabemos en qué estado de potabilidad, pero que sigue, separada en botellas y frascos, y limpiandonos a nosotros, y el joggin aquí presente, ex-esquina derecha, al lado del pote gigante para poner ropa sucia, ahora transformado en otro lugar estrella del polvo.

Queda suelto en el cuerpo, mojado, este hermoso pantalón cómodo de algodón húmedo gris, sin marcas ni señales culturales. Afuera dejó de llover y es ponerse a tono. Y el proceso mental que significa la esperanza de pensar que hay alguien que te puede encontrar, alguien que te puede ver, ser arrojado a otra conciencia, sentir la vida. Sentir el peligro incluso, ahí en el algodón de un joggin, esa estupidez de salir, de salir hoy con el paraguas y los diez cuchillos que quedan; cerrar la casa con llave –otro estigma– y esperar que otro conjunto de celulas con pathos actual doble en la esquina de Ader a cuatro cuadras, o que haya una vieja de mierda viva en Avenida de Mayo y Juramento, a cuatro cuadras de la estación, o si voy para el otro lado, para Ballester, que nos crucemos –nosotros– a una niña de cuatro años llorando en la remisería que queda a una cuadra de la estación de Chilavert. Si alguien nos va a ver, nos conviene el jean claro, pero el joggin mojado es Dios impregnado, es nuestro despojo de la esperanza-cábala, y la experiencia de la humedad corporal para salir a caminar porque, claro, vestirse, es un acto de fe; podría salir perfectamente en pelotas, asumirme sin testigo;, ya emprendimos viajes de meses por eso que era Capital Federal, en bicicleta por Panamericana hasta el Centro, la sordidez de los supermercados y su olor a podrido, Corrientes en silencio, el olor de los cadáveres, dormir encerrado en el decimoquinto piso del Pellegrini, en un salón de capacitación del piso de RRHH, en donde hace dos años comimos medialunas mientras nos contaban cómo una bala curva con un espacio puede moler literalmente a una persona y a quien se encuentre a su lado a una distancia de un kilómetro, o sea de acá –ahora que estoy de vuelta quién sabe por qué– a la estación de Villa Adelina o a Korea y sus semipisos de cocaína humedecida.

Primero fue la genética y perder internet. Se guardaban las baterías de las netbooks y los androids y toda esa bola se prendía cada dos días, para aprovechar al máximo. Thunderball de Tom Jones como fin de una era. O Cromañón de Las Manos de Filippi, para hacer un anclaje temporal y geográfico. Y pensar que sí, es acá, y fue acá lo que pasó, mientras pedíamos pizza a $35 y tomábamos cerveza Corona a $21 el precio litro. Después ver paredes de plasma muertas en Barrio Obrero, caminar con las armas que sacamos de la ESMA y del edificio de la Fuerza Naval que queda enfrente del monoambiente de Guille en Libertador al 600 y entrar en las villas, para sacar lo más importante, porque en las supermansiones de San Isidro tenés que ir matando perros a lo bestia y en alguna zafamos del gas ése que se volvió moda a último momento. Y la libertad de una villa vacía, revisarla, encontrar laboratorios sui generis y joggins como el que tengo puesto, más cartas tiradas, electrodomésticos muertos, mucho cadaver en la calle detentando historias de cierre, armas, pocas pero hermosas, armas al pedo, que aprendés a cargar cuando ves alguna manada de las que sobrevivieron porque asaltaron todo lo que quedaron. Cientos de miles de años de domesticación no resisten dos años de guerra.

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