miércoles, 5 de agosto de 2009

El Asado de Pauls

ilustrado con imágenes de Facebook de absolutos desconocidos

1
El menor de los niños esclavos se despertó borracho en el enorme patio trasero de la Quinta Gobernación. Se vistió con lentitud, esquivando botellas, y reconoció un cuerpo cerca.
-Gobernador -dijo-, ¿qué hace en silla de ruedas en la pileta?
El gobernador no apartó su mirada del cielo, que amanecía sin hacerlo. Llevaba de vestimenta un pantalón militar y la escopeta de siempre. Un sol, luego ese mismo oscurecido de todo, luego otro sol. Todo bañado con nubes y la luz, la luz, la luz.
-Sueño con ser feliz -dijo. Mantuvo después un silencio de intimidad para consigo. Fue una sonrisa leve que no alteró en nada su rol de gobernador en jefe mafioso, su papel de plutocrata invicto, su coherencia como hijo de puta.
En ese momento, a las 07:33 hs centrales de la península de Ibseri, cuarenta soldados del Ejército de Resistencia Naorí bajaban de cinco combis en la puerta de Quinta Gobernación. En siete minutos el grupo inicial había barrido las cinco secciones de seguridad y llegaba, dividido en cuatro subgrupos sin bajas, a la pileta.
El menor de los niños se orinó por temor a la felicidad. La silla de ruedas hoy está en el museo de Historia de Resthaj, como símbolo del golpe revolucionario y como contundente muestra del poder de destrucción de ciento nueve balas disparadas en un minuto.

2.

Julebéck Julebéck
Julebéck Julebéck
risas en el panel del tiempo.
Hago una lista de los momentos extraños de esta semana:

1) hoy mismo, caminando a las 19.30 hs, saliendo de Alem -la calle con más robos per capita- a Paraguay (431) y entrar a librería con apellido de milico puto (el 2do apellido del milico; el 1ero nos recordaba un pensador muerto en frontera). Entré a la librería y al mundo cultural de la misma mano. Había un cocktail por no sé qué, gente de traje asociada a charlas con cara de reconocer en cada ingresante alguien a quien saludar o a quien no. Había sanguches de miga raros y pocos, una excelente anciana con el pelo azul que se robaba la fiesta, otra venerable vieja que contaba cómo era el mundo cuando tenía cinco años y que le comentaba de las ventajas del facebook a una joven purreta. Vi copas de champagne como quien ve dos moscas en un vaso de cerveza dos días después de servirlo. Alrededor de todo eso: la bondad de asistir a algo que se considera inferior.

2) Hoy, yendo en colectivo de martinez a la zona noroeste conurbana. Yo con una mochila pesada y hermosa: johnny red y jack D plus soja milanesa, rallado queso y barbacoa salsa. Incómodo y odioso, chocando con las curvas perpetuas del 343, autito chocador de la vida. Dos jóvenes permanecen parados y me ceden el asiento; yo escucho sus charlas. Uno está vestido con un traje espantoso y el otro tiene pinta de policía y de chorro. El primero ofició de contacto para que el segundo entrara en una empresa. Hablan del gerente y de las ventajas del trabajo, en el cual ganan $100 y hasta $300 pesos diarios, por la calle y con sus tiempos. Hablan de un anulado viaje a cancún por aeropuerto cerrado porcino h1n1 mexicano y refieren que el viaje se redireccionó a ¡Pinamar! "Fue por capacitación", explica el del traje de pastor. Enseguida se pone a hablar de su trabajo y refiere: "los horarios son flexibles y encima estás en la calle, se pasa más rápido. Qué sé yo, me gusta. Y encima no estoy en mi casa, mi mujer tuvo una cesarea hace tres días y no puedo hacer nada. No quiero estar ni en pedo en mi casa."

3

Lo que más voy a extrañar de esta pandemia de gripe (un oxímoron gracioso o una obviedad sin gravedad, hasta hace unos meses) es la importancia del alcohol, su resurgimiento y su vuelta con todo. Es -también- ese rito de untarse las manos con una delicada capa con olor al vodka peters que tomábamos en la era 1999-2003 a $3 litro como si fuera un black label -y protegerse así del Mundo todo. Esa fortaleza que da la ultrasalud intraalcoholiana contrastada ad nauseaum por el Mundo, esa tortura con la cual hay que interactuar bajo el resguardo de un barbijo.
Ya lo dije: cuando pase esta bola de nieve -si los laboratorios dejan- voy a extrañar -si no la vida- ese pacto público con el líquido más noble y entonces -seguro- me haga un poderoso lavado de manos sin el menor requerimiento del alrededor -escrito con cursivas.

(((Tres tipos se cambian apoyados contra el borde exterior de las banquinas de Panamericanas. Se sacan la ropa civil y se desnudan frente al paso del tren Belgrano, que parará un minuto después en Scalabrini Ortiz. Es un día de sol, 18°. Los hombres se visten con la ropa que un inclemente bolso les reservó allí mismo desde hace días. El tren, mientras, atraviesa un cambio de vías y se acerca a Retiro. El fin del mundo se aproxima.)))

4

El deber del escritor sería, en ese caso, no escribir todo el tiempo cualquiera porque cualquiera es cualquiera; el deber es no sólo escribir sólo en situaciones alteradas -para sumar romanticismo- sino y por sobre todo generar esas situaciones que son el deber del hombre. El deber del escritor sería, en ese caso, no escribir sino fertilizar el aire para que al final del arco iris un muerto se sienta escritor manipulando símbolos muertos, estrellas de vida vividas hace miles de años. Por nosotros.

5
Un buen escritor debe ser premiado por las soporíferas e inútiles páginas que decide no escribir, por el no derecho de base que posee y que lo hace obrar con generosidad para con sus hermanos; por las letras que se avalanzan sobre ninguna idea y llenan el ningún hueco y por su decisión de no darles vida; por las reprimidas ganas de dejarse llevar y por los martirios que le ahorra a la posteridad y a los árboles y al aire lleno de bits. Hay más premio en no escribir estúpideces que en escribirlas; estamos de acuerdo. Hay más posteridad en la nada que en el acto de escritura. Hay más violencia en la generosidad del arte que en los cuerpos muertos. De ahí la culpa erógena de Baudelaire ante un buen vidriero, el enojo sin odio de Lennon al pescador dejado en el limbo de su nadería: ellos y su generosidad de buenos escritores y malos vidrieros y buenos pescadores son la generosidad y el punto más algido y violento de la escritura, como decíamos en el punto 1.


6





¿Su hermano está casado? ¿En qué domicilio? ¿Es en Adrogué? ¿Natalia dónde quiere que vayamos, dónde es? Bueno, un psiquiatra se va a poner en contacto. ¿Entre qué calles? ¿Sabés cuando cobra Vale? ¿$3200 y hace Sábado 24 hs? Hace cuatro años atrás se pagaba mil. Bajaron mucho las guardias. ¿Pero clínico general? ¿En dónde hace? Ojo que el pena es bravo. Hay que hacer una guardia 24 hs,eh. Es una cuestión de la conciencia. No: hoy. Porque conozco la calle. Hice teatro. Pintura. No: obvio que leo. Soy adicta a los libros. ¿De qué se trata? Yo ya conozco ese "de qué se trata ese libro" y después... Risas. No: no necesito. 7... si... 804... cuàndo le preguntás. ¿Sabés si estaba en el Fleni? ¿Cuánto de onda tiene que tener? Ojo, Agos. An de luccio. ¿El móvil como tiene que ser? ¿Ustedes escucharon lo que dije sobre la evolución? Eh, decile al Dr. decile que no vaya, ponelo en f9. No te va a entrar. No. Lo desasigno. Mandar a Iovine o a Cebac. Este es el mío. No, no, no: salí. Ahí decía Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Gonza, ¿el Fleni de Montañeces en qué barrio está? Una derivación, internación con blenorragia. ¿Gineco es? ¿Pusiste algo en el f9?

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