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miércoles, 8 de febrero de 2012

Spinetta 2012


Lo primero que pensé cuando informaron el cáncer “en estado terminal” de Spinetta es que el estado circular de las cosas hay que evitarlo. Es una estupidez de metafísica simbólica de mercado, pero se me apareció en el cáncer el final del círculo: el cierre en Velez en donde todas las bandas de su vida se juntaron a poner puntos finales en todos lados, acaso con la salvedad de la puerta abierta de la canción de Van Gogh de los Puentes amarillos. Obviamente estamos hablando de sentidos involucrados a la resignificación constante, o sea de cosas que no existen más allá del lenguaje que las crea. Pero ahora el lenguaje crea –en el sistema de pensamiento popular– sistemas de medicina y de referencias numéricas àlla Wittgenstein y ya todos piensan desde las materialidades del símbolo en cuanto a universos regidos entre otras cosas por el quantum, en donde la existencia se prolonga hasta que no pueda más, o deba más. Es un vicio del periodismo buscar siempre el fondo de lo que vendrá, el tema oculto, la última foto. El periodismo post-mortem comienza antes de la muerte.

En fin. Lo segundo y muy extraño que se me vino a la muerte, ya en ese primer momento de hijaputez de primicia, fue que no sentía pena por él. No me daba lástima que tenga cáncer, no lo veía desprotegido ni frágil. Sí sentía el carácter injusto de que muera alguien que tiene a sus padres vivos, y que se muera posiblemente el músico vivo (qué importancia cobra esa palabra desde que Charly García dejó de escribir canciones) más notable de este país. Pero pensemos en una persona.

Pensemos en una persona que tiene la fortuna de nacer. Y de nacer sin complicaciones económicas. Y que tiene la fortuna de nacer con un gran talento. Y que no trabaja de otra cosa en toda su vida que de lo que le da placer. Que es darle forma a códigos de observación y de intuición, de una manera impresionante, compleja (que lo acerca desde otro plano a músicas populares complejas de la zona, como el tango la bossa nova), personalísima (qué otro deseo para un articulador de sentidos y tonos comunes) y aceptada y respetada por el público y sus pares (el Coro Griego del recital de las Bandas Eternas, elevados en su conjunto por Spinetta a la condición de “genios” en la presentación con posiblemente buena intención pero un sentido de planicie para con esas personalidades tan diferentes).

Esa persona tiene una familia numerosa y feliz. Y transita ámbitos de drogas recreativas sin rendir cadalsos temporales públicos ni eternos privados. Esa persona tiene relaciones con las mujeres más hermosas a las cuales puede acceder y vive un aviso de muerte que lo ubica en un coletazo de despedida (porque sí, hay un arte consagrado a la desesperación de saberse mortales, más allá de intuiciones comunes. La melancolía de Lars von Trier fue antes la búsqueda de control en John Sacramoni cuando enfrenta al cáncer en Los Sopranos, y antes la sombra de Unamuno en personajes contemporáneos, y antes los sistemas de excepción de los demás de Kant, y el epílogo de la locura en Nietzche, y el planteo de la eutanasia en, por ejemplo, el último libro de Houllebecq, y seguirá siendo, la desesperación de la confirmación de la muerte, el aletazo al control que nos propone no saber nuestra muerte pero sí sabernos fatales).

Esa persona se tomó un ácido y fue a parar el tránsito en bolas en Belgrano. Luego se envolvió de varias místicas. Luego se negó la despedidas con nuevos giros de lenguaje. Finalmente murió en paz rodeado de amor.

Todos tenemos fases imprudentes de los demás en nosotros, y cierta fibra que intuye infiernos ajenos, y repartos inmerecidos de gloria o de respeto. Y establecemos en los demás un universo de caos sin tiempo en el cual si hay causa y efectos, éstas no se corresponden entre sí. Y nada vuelve. Y todo ya pasó. Personalmente, considero a Spinetta esa persona que deja las tensiones en pausa. Y creo que su obra fue abismal, si es que algo importa algo, mientras seguimos vivos, ese segundo que ya pasó.

miércoles, 17 de marzo de 2010

Cumbia y todos putos

1. Cumbia, nena

De purretes nos dejábamos crecer soportando el sopor de los pedorros teclados y esas baterías de mierda y letras de machismo y putrefacción pero a tus amigos –los que ahora la van de neohippies o kirchneristas con k de Igmar Bergman– les gustaba de nenes, a los 13, 14 todos por acá escuchando esa cumbia insoportable y ponían en esas vacaciones insensatas el disco de Malafama (esa joya pionera de ese reggae juguetón actual) o de Leo Mattioli utilizando las metáforas más pioneras para decir que era un drogadicto y que tenía cáncer (“si se muere en tres años lo banco”, le decía a un hoy profesor de primaria en el año 2001, “pero si no, hay que matarlo”), te llevaban a Metrópolis en donde le gritás Chizzo al Chino de La Nueva Luna y te llevan al puente en donde terminás no entrando por la policía. Penosas anécdotas.
Un día nos gustó mucho Warning de Favio Posca y Porteño de Ley de Bersuit y de poco aparecieron temas con ese ritmo pero bien tocados, más sutiles, con una cadencia más acorde a lo imbéciles que somos, siempre cayéndonos bien Pablo Lescano con esa sonrisa en los ojos que también tienen Ariel Ortega, el Pity y Bill Murray. Así que el otro día (unos minutos antes de que se me quemara la pc y la pobreza inunde cada rincón de mi geografía) fui uniendo los lazos de cumbia que tenía acá entre discos, videos, todos esos temas que te alegran una fiestita de zurdos escritos con k, pasando los Brancas y las cervezas, los cogollos y alguno de escalerita ascensoril latinoamericana. Y lo subí para que lo bajen si quieren –y, primeramente, para bajarlo yo si estoy en otra casa y amerita, como ya ha sucedido y esperemos volverá a suceder oh si ¡sin happens!
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Los temas del compilady cumbiamba snob son:

La reparación del yo soundsystem a.k.a. el niño gordo

Doña María – El pescador
Creo que fue con Ezequiel Araujo que comenzamos a pensar que un DJ en una banda no era alguien a quien asesinar con el mismo ímpetu que contra Menem. Fue por esos años en los que arribó todo esto de lo que hablamos.

Chicha libre – Tres Pasajeros
Quince mil hippies parten año tras año para la cima cultural en viajes de curiosidad etnocéntrica y con colchones, franceses, hojas de coca, la voz de Galeano cursiveando los finales, las chicas libres de a dos quedandose en micros de frontera, ¿ir a Bolivia a zszanear culpas capitalistas? No juzguemos este altiplano friendly desde la inmoralidad blog, no seamos Pepe Eliashevs de la contingencia.

El Remolón – cumbia lescanera
Tres tipos se cambian apoyados contra el borde exterior de las banquinas de Panamericanas. Se sacan la ropa civil y se desnudan frente al paso del tren Belgrano, que parará un minuto después en Scalabrini Ortiz. Es un día de sol, 18°. Los hombres se visten con la ropa que un inclemente bolso les reservó allí mismo desde hace días. El tren, mientras, atraviesa un cambio de vías y se acerca a Retiro. El fin del mundo se aproxima. Suena Gorillaz.

Onda Vaga – Como que no?
Hace diez años le decía a un renombrado cantanta enchupinado que había que hacer una banda hippie, guitarra y voz, algún saborcito, barbudos, ropa setentosa. A poco tiempo surge Devendra y acá los hijos de Spinetta (Pez el más meritorio) y esa fundación que fue Flopa Manza Minimal (uno de los discos que podemos ordenar en ese esperpento escalonado que es el de los discos de la década). Onda Vaga es el nuevo sabor. Hijos de ese corte, con un neohippismo y todo lindo. Yo los amaba pero un cirujano judío amigo me dijo que se conocieron en Cabo Polonio (“ellos le dicen `El Cabo, nos conocimos en El Cabo`”) y desde ahí ya no los puedo dejar de imaginar (yo que soy un forro) como unos chetitos snobs con culpa. Tocan lindo y que la deben poner lindo, la deben poner lindo.

Doña María – Perdí las abarcas
Escuché este tema por primera vez en un micro, en el trayecto Bariloche – El Bolsón, hace un mes. Me pareció maravilloso y lo repetía todo el tiempo. Bailaba sobre el asciento lleno de curvas y mi novia medio que se quería bajar a hacer dedo para volver a Buenos Aires.

Sod Barley – La merck & CIA
Una noche de miércoles o jueves de hace años, después de los sendos trabajos caímos con mi novia en el bar Warhol, en martinez esquina olivos, en el cual tocaban tres bandas. Llegamos y el honorable dueño del local adoctrinaba a tres jóvenes que fumaban cannabis en la puerta en vez de tomarse la molestia de ir a la esquina. Luego estos jóvenes se bajaron como tres vinos y después subieron o me fui antes, quién sabe. Cuando salgo les pregunto el nombre ("voy a piratearlos para así matar al baterista o al bajista", les dije, siguiendo al pie de la letra una notable publicidad pro-capitalismo) y me dan el CD en el cual está este temaso que hace que Occidente todo sea puesto a disposición de un juez.

Agrupación Mamanis – Hongo por hongo
Los pioneros. El Cabra practicamente inició este compilado y la influencia a bersuit es innegable. Cuando lo veía casi diariamente tocando en Florida a la gorra me daba cuenta de que ése es el espíritu de esas letras, son gigantescos llamados de atención para que la gente que camina preste atención. Es petardismo para concentrar. De ahí también nace Bob Dylan. Ellos dos tendrían el derecho de llamar a su banda Callejeros.

Dick el demasiado – flaca de las coloradas
Me hace acordar al bar boliviano en Liniers por el que pasamos antes de subir al micro que nos llevaría a ver al Indio Solari a La Plata hace años. Ese Cósmos móvil, esa voz del flaquito de Les Luthiers… todo excelente. Como hacer cumbia en Holanda. Vasos de un litro y colores de todos colores.

Paper Guacharas Volando – Cumbia
HIT. Armenia. Antigua. Barbuda. Absurda y con volumen macrista. Para llegar a la vejez bien pulenta, flaco, ponete el sombrero y arrancamos pallá.

Chancha via circulo - Cumbia malambo
Es que suena tan bien la palabra cumbia que todos la utilizan. Esa vocal que lleva para abajo, la eme que te para y después es todo para arriba, vocales abiertas, fiesta fiesta.

Las Manos de Filippi – Ballenas
Recuerdo esa fiesta en San Telmo pre Cromagnon (ese paraíso de libertad) en el cual se anunciaba la falsa presencia de La Chilinga (“¿va a tocar la chilinga?”, le pregunto al de la puerta; “no, lo ponemos para que entre gente”, responde) y en la cual nos arrodillamos ante un JesuCrixto autóctono, eramos cinco arrodillados ante la presencia física del Señor, ahí Guille me pregunta qué es esta genialidad y le contesto con el nombre de esta canción.

La Troba Kung – Fu Volant
El hippie me recomendó esta banda extraña que imagino cruza de Matisyahu, Manu Chao, Gogol Bordello y alguna otra cosa que desconozco. “Estás afiladísimo”, le respondí.

Bersuit – Porteño de Ley
Bersuit no tiene un Lennon ni un McCartney pero sí un Harrison que es el genio de Verenzuela. Una profesora de taller de expresión de la UBA me comentó que Tito Verenzuela, un antiguo alumno suyo de secundaria, se le apareció en un colectivo y tocó unos temas. Ella se puso nerviosa y pensó “uh, qué bajo cayó este pibe, toca en bondis por plata” y Verenzuela cuando terminó dijo “no quiero pedir nada, toqué estos temas para mi antigua profesora que está acá en el colectivo”. Una semana ella lo ve por televisión tocando con Bersuit para miles de personas y ahí se le acomodan todos los datos. Los temas de este genio son por lejos los más hermosos, complejos y juguetones de Bersuit Vergarabat.

Sonido Changorama – la cumbia del informe
Buen video con bajada política, todos somos docentes, todos somos Cromagnon. Bailan las niñas sobre el asfalto que ataca. El político fafafa nos descubre inocentes y culpables. Bailarán como idiotas hasta que sea tarde.

Zurita – Cumbia Bambaataa (por Fauno)
Hits del ochenta, con espejos por todo colores y lugares. Las paredes me miran, pongo una bola de colores en el armario.

Varios – La Tribu 20 años de amor // Sara Hebe - Desesperada
“Mirá esto”; le digo al Chino mientras pongo el video en youtube. Vamos a ir a esa radio. Unas horas más tarde estábamos en el ciclo de cine de La Otra. El Chino no pegó un hit, le pusieron una película alemana coral sobre una masacre sútil en donde se destacaba Fassbinder y una cocaína hecha hombre. El Chino no estaba del todo preparado para eso (para lo anterior a la cocaína). Después caímos en el Profondo Rosso en donde tocaban unos samaritanos sobre una película de Jodorowski y antes una en donde actuaba un poeta, no me acuerdo. Y está Sara Hebe que abre la boca y te levanta Haiti.

Kevin Johansen – Guacamole
La persona que más sabe de música –de los que conocí, según creo– me dijo hace años que admiraba de veras al Kevin –que nos cae bien a todos, ¿no? – y cuando le llevé a Guille la carpeta cumbia y puso el disco me dijo “Kevin Johansen hace buenas cumbias” y luego sonó este hermoso tema tema.

Calle 13 – La cumbia de los aburridos
Es una obsesión este tema. A este pibe le bajaría un poco la autoestima y el gimnasio pero me cae muy bien y escribió una carta a Mercedes Sosa que me gustó mucho. Este tema lo habré escuchado cien mil veces, generalmente en trenes y bondis, moviendo las piernas, la cabeza, los hombros y los músculos de la cara que generan la sonrisa de la Gioconda. Ese acordeón es lo más.
Juaneco y su combo – Ya se ha muerto mi abuelo / La muralla
Este tema (el primero) me retrotrae a un bar que está en Avenida de Mayo al 400, creo, por ahí a pocas cuadras de la Pink tha House. Es un bar que estaba –quizás esté, no sé– las 24 hs abierto y yo trabajaba por ahí siempre a las 7 de la mañana y habían chicas al borde de la muerte y hermanos latinoamericanos, algunos desayunando cerveza y ginebra, otros bajando al mundo, otros comiendose un pancho. Ponían estos temas y con Aven caíamos en horas dispares, a veces por la tarde, otras de caída, cuando el sol se anunciaba físicamente. Una hermosura no desprovista de una reiteración chamanica.

Arbolito – Sobran
Tiene que ser muy bueno un tema para que esa flauta suene bien. El espíritu de la letra es noble pero sin querer ayuda al mercado neoliberal. Cuando decimos que este y otros temas de acá son cumbia nos tomamos una obvia licencia poética –acá el fernet acabando sus aguas y las 03.47 p.m..

Afrodita – Rosa Morena
La repetición de la letra me convierte en un albañil a punto de rasquetear el futuro.
Si como dijo el ruso Pushkat la realidad es lluvia y el alma océano, no hay pared que no se parezca a la vida.

Jim Jarmush: “los seres humanos somos moléculas en el universo, no tenemos ni el control de movernos

Bersuit Vergarabat – Luna Hermosa // Tonino Carotone – La abuela vuela
Bueno, ahí estaba yo, feliz, con mi cpu andando sus últimas horas, con internet, escuchando ese nuevo vicio comunitario que es El Loco de la Colina (radio uno, fm 103.1, lunes a viernes de 23 a 01) en donde el fascismo poético grasa le toca el orto al kirchnerismo decente en la forma de Tom Lupo. Mucha tensión hermosa, mucha cumbia y Carlos Rua, despiadado, oligarca, grasa, mal poeta, siempre interesante, hace preguntas. Aven, desde su monoambientes en Barracas responde bajo el pseudónimo El gato de Poe; Guille, desde su monoambiente en Vicente Lopez esquina glamour, responde bajo el pseudónimo El que mira por el balcón y yo respondo bajo el pseudónimo El ventilador roto. Suenan hermosas cumbias y las agrego a la lista.

Antibalas Afrobeat Orchestra – War is a crime
Música de cortina radial. Cuando veo en vivo a estas bandas instrumentales siento vivos deseos de poner un cantante o algún linyera o burgués a recitar poesías o decir algo, o poner voces. Lo que quiero, ustedes ya lo adivinan, es encerrar este arte en un sentido, etiquetarlo, asimilarlo, dejar de temerle. No obstante, seguimos escuchando esta banda de lindo nombre.

Palo Pandolfo – Río Reconquista
Vi a PP dos veces y no las olvidaré nunca. La primera fue en el obelisco, en donde fue soporte de Bersuit, mucho huevo él y su guitarra, la gente con gritos punzantes, la gente de a miles subiéndose a los techos de la zona, un peligro que Cromagnon capitalizó con furia. La segunda también fue linda, él siempre con esa bondad parecida al entusiasmo parecido a la ingenuidad. Gran tema gran.

Los Fabulosos Cadillacs – Padre Nuestro
Después de llorar con el comienzo de León Gieco en el festival solidario “Argentina abraza a Chile” (que algún insensible fascista con gracia tituló “festival La Otra Mejilla”), salen los Cadillacs y esa cumbia hermosa y Flavio muy bien en patineta yendo y viniendo, Vicentico flaco, todos bailando y Aven que llega en ese momento con un Jack Daniel`s y una Coca grande y todos nosotros bailando esa cosa tan linda entre familias y rockeros alterlatinos con bermudas de revolución.

Todos tus Muertos – No te la vas a acabar // Mano Negra – Señor Matanza // El Gran Silencio – Chuntaro Style
Acá se pone todo latinoamericano, esas fiestas en Chacarita, en el fondo de la terminal de trenes, sentado sobre asientos de tren, o en la terraza de la terminal, con luz de Luna, llena la terraza de genios, malabaristas, tambores, abajo el baño inundado, todos hippies genios, esas hermosas fiestas. Así era el mundo antes de que esos pelotudos de Callejeros entraran las bengalas y los tres tiros y el hijo de puta capitalista de Chaban no quisiera sacar esa media sombra cuando era ¡obvio! que iban a prender bengalas (ni hablar de las puertas de emergencias cerradas). Todos pelotudos. Qué lindo era el mundo antes de eso.

Zartong – Dzamone (part I y II)
No tiene nada que ver con lo demás pero en una fiesta de hippies tiene que estar este tema que comienza balcánico y se pone funky cocainómano en el medio, con gritos armenios a todo lo que da. Como Lía Crucet dirigida por Kusturica y en orgía con Gregovic.
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2.
El temblor de la búsqueda de excusas externas con las sábanas al cuello. Pintar para esquivar la inspiración y que no nos encuentre trabajando. Un ningún taxista diseñado por Microsoft, registrado en la sombra del verde -pasando al amarillo pasando al rojo. Sistemas de riesgo, anomalías de encontrar sin buscar, registros rentados, sombras del taxi circulando vacío -hay dos escenarios de riesgo.
Temblaba en la cama.
No le decía de los físicos excesos externos de alguien a quien conocía -de los infatigables galgos del compañero laboral, de alguna mano curiosa, de las frases capciosas que le tiraba, de los guiños, de los segundos de exceso en los saludos- porque suponía una doble insatisfacción y decepción: primero despreciar a su novio por estar ajeno a eso, por permitirlo sin sentirlo, por no preverlo y segundo -e infinitamente más importante- porque imaginaba cobarde esa reacción y lo suponía retraído ante la amenaza externa, con una falta de caracter que significaba no una consecuencia de que ella lo traicione sino su únivoca causa. Entonces nada. Desloguearse y punto.

3.
Trabajar en una propaganda de escaleras postizas
Esa enemistad cómplice sobre el que cimienta la falsa amistad.
El eufemismo respeto como vía no pavimentada del odio racional.
Muestra gratis de persona.
Un altar víctima de virgen.

4
Si como dice el grupo fascista de facebook los chilenos deben pedir ayuda a Inglaterra, ¿los paraguayos deberían enviarnos a nosotros a pedir ayuda a Inglaterra por la guerra del siglo XIX y Perú nos debería aconsejar pedir ayuda a Ecuador por la traición de la venta de armas cuando se jugaron con nosotros en Malvinas?

5
Primero hay que sufrir saber, dijo Platón.

Y la belleza es un sopapo de futuro.

Todo eso acá.

Con la poesía
de
Jaime Rós
que
luce como Nebbia
y
habla como lesbiana
-fijensé-
-decíamos-
De Róss
que colecciona huesos
de otros tiempos
(como si fuera poesía).
De Rós
que hace diseños para poetas vacíos
Encerrado
-él y ellos-
en una habitación
Encerrado de sus látigos.
(Siempre pienso a nivel internacional.)

6
Un pibe con un aerosol en una calle una tarde de sol pedorra. Cordoba, quizás. El pibe pinta un simbolo de pregunta (o de afirmación) con un aerosol rojo. Cuando hace el punto culminatorio se le termina la “tinta”. Se corta un dedo pero no pinta bien. Se hace un tajo en la rodilla. Corta vena principal. Ambulancia.

7
El último pensamiento de Abdalh Haribi (23.326.056, Paris; 25.156.026, Estambul)

Una playa habla a mis espaldas
con las muertes del desierto y
cielos transparentes putos
que hacen puentes con los cuerpos.

8.
Entonces, sí, es otra visión de la clockwork orange

pero en fase teatral moral austral

-o cómo desunir sin los corchetes los inseparables y hermosamente gemelos conflictivos ético/estético-

con qué termina me alcanza.

VASO

el recipiente de materia
y
ver
la
materia
semicorcheada al unísono con
qué síntomas presenta el paciente
ESTÁ CON TOS
fiebre
qué médico lo pide
¿Browne?
una escalera de acentos
acá
allá
no
ahí
ano
ahnón

el ingeniero griego que trascendió a su muerte no naciendo, ¿esa historia horrible

(EL INFINITO SE PARECE BASTANTE A LA RIDICULEZ DE NO TERMINAR UNA FRASE QUE COMIENZA CON "¿" Y DE ATAJARSE DE LUGARES COMUNES POR SER UN PERFECTO IMBECIL.)
El dr. Tchiuma, recién llegado de una conferencia en la Suma soviética, nos habla acerca de la nueva acera gubernamental que se siente en el aire.

9.
¿Cuál es tu pregunta idiota favorita? La mía es esa.
Después escribir como una letra desdoblada sin significante; para entendidos en no comprender; belleza étnica en las mismas occidentales palabras de otro todo yo nada todo. ¿Sabés las veces que fuí a la puerta?

10.
Un tipo que se la pasa denunciando trolls es un moralista en internet y un troll en la vida.

11.
Que Pepe Eliaschev haga periodismo político en contingencia peronista es como que pongan a Atilio Costa Febre a seguir la campaña de Boca. Es decir: se va a regodear si sale algo mal y se va a enojar si sale algo bien.

12.
Sensai de London, El silencio, pág 21:

“Mi nombre es Nerón y vine a quemarme porque quemarme a mí mismo es quemar esta ciudad, y quemar su presente, y quemar su pasado, y quemar su futuro. Sobre lentas agonías y desiertos de hombres de publicidad.
A los prusianos nos gustan los elefantes. ¿Vos probaste los elefantes?
Y el tiempo nos gusta, ¿vos lo probaste?

Como te digo: mi nombre es Nerón y vine a que veas cómo me incendio. Vine a que asistas al aire lleno de químicos,
y respires mi alma irreproductible,
y pienses que no hay solución.
Mi nombre es Nerón y soy de Prusia y en Prusia nos gusta la velocidad, ¿vos alguna vez viste la velocidad como ves los colores? ¿Vos viste la velocidad como ves el semen o la manzana de Newton? ¿Vos probaste los elefantes y probaste el tiempo como un lago de tiempo introduciéndose en un ojo?

¿Sentís el agua pesada con la que te bautizo? ¿Escuchás todo este silencio dentro tuyo? Cerrá los ojos, mirate. Afuera es todo blanco. Tu nombre es Nerón y ahora sentís la gravedad, el nacimiento y la pesadez. Tu nombre es Nerón y ahora, lentamente,
te prendés fuego.”


“Una especie importante de placer y, por consiguiente, fuente de moralidad, proviene de la costumbre. Se hace lo habitual más fácilmente, mejor y, por lo tanto, con mayor agrado; se siente en ello placer, y, se sabe que lo habitual ha sido probado, que tiene, pues, utilidad.”
(Friedrich Nietzsche, Humano demasiado humano, Ed. Need, Buenos Aires, 2004, pág. 82)

13.
“la piedad –dice– tiene en tan pequeña escala el placer del otro, como la maldad su dolor” (pág.88, hablamos de Nietzsche, puto, ¿o qué te creízte?)

14.
El concepto de la Angustia
Voy a citar a Raskolnikov, personaje de Crimen y Castigo, novela de Dostoyevski: “la cosa está clara: por ella misma, por su propia comodidad, y hasta para salvar su vida, ella nunca se vendería; ¡pero por otro sí lo haría! Este es todo el secreto, ¡Por un hermano o por una madre, ella lo sacrificaría todo! ¡Oh! Entonces, olvidamos los sentimientos morales, la libertad, la tranquilidad, la conciencia misma y nos vendemos.” Esto particularmente recuerda al padre/madre/hermano/pariente que dice “si mi hijo/hija/pariente pasa hambre, salgo a robar/matar”. Es su justificación. No es deseo ni atajo ni comodidad: es sacrificio. “Lo hago por el otro”. Es investir de sentido. Dar importancia, resonancia y fe al mundo exterior, a la realidad. “Mato por mi país, por mi equipo de fútbol, por mi honor, por mi causa”. Son distintas causas, distintos actos de fe. Conllevan un acto de egocentrismo y el deseo de extenderse en un acto heroico. Pero, sobre todo, un salto de fe, repito, de la realidad, concepto, al fin y al cabo, tan ponderable como deseado. El dolor, la soledad, la angustia y desesperación de nacer y morir solos, y buscar respuestas en el otro, adentro o afuera.

15.
El problema está en la forma de pensar, en su discontinuidad. Porque el rapto excesivo se sobrelleva con políticas activas y un casting eterno, es complicado pero se lleva. Pero si al rapto exhibicionista de cometer errores le sumás culpa burguesa no va, loco. Porque te ponés en juez y te sentís un ridículo, te mandás a juicios en los que no creés pero en donde te jugás la vida. Es una porquería y te angustia, sí, no estás preparado para ser abiertamente así, quizás ni siquiera sos así, sos momentos. Tenés, a diferencia o en común con el resto de los mortales, días que no tienen 24 hs y una vida discontinua en donde a veces sos y otras no. El problema, encimá, es que pensás que los momentos de justicia y plenitud son los que no estás, los que careteás , los que te rendís, los que te ponés la camisita y los zapatos y salís a suplicar miserias.

16
Cansandose de los propios defectos como zetas de arrepentimiento insostenibles ante la exhibición necesaria patológica se plantea el amable y transtornado Krisnta Viala el armado de personajes perfectos. Eso en primera instancia: buscar una perfección con núcleo en el altar moral occidental, con un poco de sal de violencia orientado a las injusticias, luego las injusticias sin actor social, no no no, no sirve.
Sale el suegro de Krisnta a abrirle la puerta.
–¿Qué hacés, puto? –le espeta.
Krisnta decide en ese momento cambiar su nombre por alguno que sea más fácil de ser escrito; decide bautizarse Krit. El suegro no es notificado del cambio; sin embargo seguirá llamandolo por un apodo: puto.
–Qué sé yo… ¿Está tu hija, la que le gusta el regalito en las tetas?
–Ja, ha –se ríe Boris–, sos un genio, puto. Está Veronica pero no la conozco tanto; además tiene siete años. Si te referís a Julia no la vi… Vení, entrá que nos tomamos unas líneas de Bolivia hermosa.
–Ok, dale, pero no me puedo quedar mucho.
La sala de estar es una lluvia de botellas. Boris estaba viendo un programa de chimentos bastante pelotudo en mute y se escuchaba un programa de radio en donde enumeraban las noticias como si el mundo fuera de a de veraz un placard de importancias pintadas por un banco.
–¿Cuál es, la del tubito de Mario o esas bolsas de mierda de Villa Trotta? –pregunta Krit.
–Tenía sobras de anoche y mezclé… hay de todo, puto. Yo vengo available hace dos días. Un poco de whisky para bajar la frecuencia cardíaca y punto. Poné un disco.
Apagó la radio y abrió la compactera. Krit, no obstante, ya estaba en la computadora. Con sólo tocar algunos botones la nave ya estaba despegando, para no volver jamás.

jueves, 18 de junio de 2009

Peña de muerte



Cuando era niño (me) sucumbía ante el morbo del homenaje de muerte y pronosticabame una actividad futura muy nutritiva en ese aspecto. Digo: réquiem eterno de todo coda. La vida hasta en eso me defraudó y hoy en día la necrofilia medio que me pasa de lado. No obstante, para contradecirme, escribo esto.


Primero escuchar a mi padre sobre la vieja que hablaba con Tristeza y que era un tipo y del programa del sábado de la cubana que no era y antes esperando el bondi a la salida del dentista pensando que nunca me gustó el programa de Vernaci y esas voces y después leer a Ripoll diciendo que saber eso (la multiprocesada verdad, la meta metalingüística) hacía más interesante el programa (la Obra).

Nada muy interesante, esos datos que tenés en el cpu esperando la interconsulta cuando después del colegio tenés que ir al banco a pagar las boletas, año 2000, y con no sé qué walkman cambiando las radios porque hay una cola terrible y cambiar hasta que escucho jazz y resulta que era la cortina de El Parquímetro y ahí entraron ochenta mil personas dos. Supongo que al otro día ya estaba más interiorizado y antes había escuchado pero viste eso no te queda o mejor te queda y ahí comencé más o menos a escuchar.

El 11 de septiembre de 2001 no me tocaba ir al colegio. Me levanto y tanteo la radio y Peña decía “están filmando Matrix 2” por el avión incrustado en las excusas de colonización económica del Imperio. Prendo la tele y veo toda la secuencia y el otro avión misil en el Pentagono y otro que no sabían dónde estaba. La música era New York, New York, Bomba y temas del tono mismo de la reyerta. Siempre el escalofrío ahora barcelonesco de sentir que se tensaba el hilo y que un par de caretas eso se lleva por delante. Además, el tipo es un Genio en el sentido antiguo, un superdotado, un mago. Se contradecía, se peleaba, se pisaba, se seducía. En la radio era insuperable por el dixit dixit de 4 horas de ficción diaria. Después ví a Wainraich por tv y me pareció un enfermo loco por su look y después vi a Ripoll en tv y me pareció rarísimo y después vi a Scott y era tal cual lo imaginaba.

A la semana siguiente del choque aéreo a las torres imperiales nos fuimos de viaje de egresados. Había varias banderas una más pelotuda que la otra y Aven había hecho al Che Guevara y como le salió mal terminó siendo un Bin Laden y los padres quejándose. (Este incomprensible párrafo debe ser leído en tres términos y en un cuarto, generacional.)
Luego, cuando ya orienté mi personalidad y mi visión del mundo, Peña fue para mí una clave. Si tenías que testear lo careta que era una mina, la palabra Peña era fundamental. Separaba a la gente abierta de la que te podía condenar por tomarte un whisky (por usar un eufemismo dialogable) o de la que agazapaba su ímpetu fariseo por sobre las libertades de terceros (en este caso yo). Entonces en algún momento yo lo nombraba como quien no quiere la cosa y de ahí si seguía o no.

El año 2002 nos encontró unidos y dominados. Duhalde le había hecho mil multas a Peña por poner de tema el sexo marital de los gobernantes y lo pasaron a rock and pop, a la noche. Ponía separadores que decían “dróguese” y cuando no iba estaban dos tipos audaces y recuerdo y toda mi vida recordaré esa inolvidable noche de jueves o martes (lo recuerdo porque en la tele estaba TVR) que Peña, que nunca era Peña sino siempre Dick Alfredo y otros akas empezó el programa llorando y abrazando a Lalo Mir y que llamó por teléfono a la amante de su padre y hablaron mucho y ponía la puta música que él quería y se empezaron a poner en pedo y le decía a Scott que siempre tenia que estar en pedo y entonces Scott dice que va a poner un tema, “decí por qué”, le dice Peña y Scott dice “porque es lindo” y comienza “Waitin” de la Hija de la Lágrima de Charly, el mejor LP del Universo y en ese momento entrás en una sincronía inmensa en que te sentís cómodo, algo muy kantiano y pro descartes, una situación de vos sobrio queriendo llamar a tus amigos y abrazarlos, algo que me pasó un millón de veces y que dura eso, unos segundos, abrazarse. Lo contrario del comercio del dinero. Bueno, ese programa me cambió por completo porque ya era eso. La profesía autocumplida a todo lo que da y la incorrección política que es la Verdad inaccesible y una delgadez de Peña que ya dejaba de ser y Peña convirtiéndose físicamente en mi fenecido abuelo, igual físicamente, casi igual en múltiples motivos. Yo le comentaba a Aven ese programa en que llamó llorando a Vernaci y ésta le dice: “nosotros somos amigos tuyos por estos momentos de dulzura, nos bancamos lo otro por esto”.


Se va de Rock and Pop porque puteaba a la radio todo el tiempo. Pasan un año, dos y empieza su mejor ciclo, El parkímetro un klásico en KSK radio. A las 10 de la mañana, en la cumbre de sus talentos, ya se empieza a escuchar las rayas que peina y “pasame la merca” y su ortodoxia fundamentalista del momento. A mí la relación que él tuvo con la cocaína siempre me pareció muy sana, y eso es porque era un bebedor. El alcohol obnubila las neuronas y el lóbulo central y te frena un poco la droga. A veces, y pregúntenle a Repetto y a Lopilato, pregúntenle a Eurnekian y Avila y Majúl, pregúntenle a Hadad y a Polino y a Sergio Company y a D`Elía, no. Pero lo que él contaba, de utilizarla para escribir obras, de mañana, sin miramientos, me parecía funcional. Abarcar esa intensidad de la concentración en una obra y poder bajarla con un 18 años.

Una mañana me fui a la radio KSK, que queda en San Isidro, a darle a Peña un libro que había escrito y unos pedorrísimos guiones que escribí ese día para justificar dárselo. Fui como quien va a cagarse a piñas y me encontré con una persona amable y atenta, que me escuchó y se fue. Dónde estará ese libro ahora, nadie lo sabe.

Después no sé cómo viene la cosa. Antes de darle el libro fuimos a verlo con Aven al teatro, creo que él no sabía cómo era físicamente. Un teatro en Congreso. Llegamos y llegaba Peña (“es parecido a mi tío”, me dijo Aven). Un par de fans le piden una foto, él los empuja violentamente y entra al teatro. “Bueno, era una opción”, le digo a Aven, y nos vamos a tomar una cerveza. Entramos a la Obra, era jueves y nos pusieron, por poco público, en asientos más caros de los que pagamos. La Obra era la Tragedia Burlona del Corpiño y fue excelente y punto. Aven estaba llorando y yo en shock. Terminó y Peña dijo “me encantan los jueves porque como hay poca gente, sale mejor, más íntimo” y voy al baño a la salida y estaba Carlos Ulanovski meando al lado mío y no pude mear de lo impactado que estaba. Estuve como un minuto y me fui como entré.
Fui luego a ver Gracias por volar conmigo a un teatro de calle Corrientes con una chica y fue como ir a la guerra. Yo no les puedo explicar cómo zafé de que me llevara al escenario, estaba en una de las puntas y era yo solo. Los otros que subieron sufrieron un escarnio mayúsculo, insultos, desnudez, vergüenza. Si yo hubiera subido creo honestamente que hubiera habido una pelea.
Qué viene antes, la tapa gigante del Indio Solari en Rolling Stone, año 2000, con la nota a Peña. Después Peña llorando años y años porque en la Metro estaba la felicidad (que es algo que sucede en el pasado) y que luego estaba perdido y que radio no quería hacer y que en su lugar estaba el pelotudísimo Andy Kusnetzoff (que es tan pelotudo como para ser digno embajador de ese esperpento snob denominado Palermo Hollywood). Después viene leer el libro y no decepcionarse pero sí esperar más de él, después de todo es un Genio, uno hubiera esperado un Yo necesito amor, un Klaus Kinski, un Celine, un Miller, que escriba algo bien, no las boludeces de estudiantina del avión. Recuerdo haber leído del músico brasilero que hasta los 40 sería música, de los 40 a 50 cineasta y luego escritor y que murió a los veintitantos. Peña es para mí lo escritor que hubiera sido en diez años adelante.
Recuerdo también, no sé si con Martyr y Alessi en Feria del Libro, tiempos de fernet libre y de pronto mesa redonda y cayó Peña hablando de teatro con Dayub. Betty Elisalde dijo: "lo único bueno que tiene Peña es la puntualidad". Mil preguntas del público a Peña y cuatro a Dayub y éstos casi peleándose y Peña atacando a una mina del público porque iba a todas las funciones, gritándole que se vaya de su vida.

Después viene la peor etapa, mía y de Peña. El vuelve a su amor Metro, pero antes (caprichos de la cocaína y del pelotudo de Kusnetzoff), de 7 a 10. Este horario lo condena a la actualidad, la muerte del artista, a la política, la muerte del artista. De a poco el panorama social termina minando a sus personajes y es Peña quien debe salir del closet para mostrarse desnudo como un reaccionario hecho y derecho, como un indisimulable derechista ingenuo avida dollars. Para colmo, le toca enfrentarse al populismo en una forma muy careta y a veces inteligente y casi siempre falsa llamada kirchnerismo. Peronismo para principiantes y comerciantes, cómo estará la derecha de poderosa que para combatirla hay que votar a Scioli.

Fui a entrevistar a Peña una mañana, a Metro, para un sitio cultural que íbamos a hacer con Aven. Yo llevaba un grabador pedorrísimo y ningún contacto. Esa mañana Peña estaba de muy mal humor y se peleaba con todos. Cuando llego a la puerta encuentro a Diego Scott. Le comento mis deseos y me dice “Peña es un paranóico, no le hables directo porque no va a acceder, se va a perseguir, tomá, este es el número del que le hace la prensa, arreglalo con él, mejor”. Le pregunto “¿él le maneja la prensa?” y Scott, como quien hace un guiño, me dice “si, él no puede manejar nada”. “Está de mal humor, ¿no?”, le pregunto. “Y… él dice que no, pero…”, me dice, con todas las letras.

Volvemos. Peña desangelado. No tanto, pero yo ya no lo escuchaba en la radio. Ya no lo soportaba, me costaba verlo. Era la personificación del oligarca que desconoce su personería y se justifica patriota y hasta progressive, y encima estaba leyendo los diarios de Bioy sobre Borges… tenía gorilismo de sobra. Me acuerdo hace dos semanas en un bar y Diego Rico diciéndome “quiero que muera Peña” y yo le digo “es la actualidad. En cinco años la política va a quedar muy lejos y hasta va a parecer bien que haya estado en contra de un gobierno”, yo pensando que Peña (2009) sobreviviría al kirchnerismo (2011). Pero ustedes y yo sabemos el final.

Ayer Aven me manda, en medio de mi agónica agónica agónica jornada laboral, un mensaje que rezaba “Se murió, se perdió. Peña.” Y caí como quien confiaba en la horizontalidad y materia del piso. En mi trabajo, no pregunten cómo, tengo acceso a parte de la historia clínica de Peña y entré de inmediato. Hay, en la interna de ambulancias y demases, tres códigos, uno verde, para visitas médicas, uno amarillo, para situaciones de peligro de más de cinco horas, y otro rojo, para situaciones de vida o muerte. Peña tenía de las tres, muchas rojas, algunas amarillas, y muchas observaciones. Me enteré que hizo ir a un médico de la obra social para que atendiera a la empleada y que lo tomaron pero le dijeron que no; que pidió que le lleven una silla de ruedas para ir a hacer una función en tratamiento; que se fugó de una clínica, de la guardia; que tuvo una hipotensión con diarrea e internación; que su año complicado fue 2005. Todas estas cosas las digo porque acá no entra nadie y porque él estaba en contra de la privacidad.

Vuelvo en el anteúltimo tren, recontrasemivacío, leyendo el Borges de Bioy, en el final. Voy por la página 1500 de 1650 y los dos combatientes están viejos, se olvidan las cosas, escriben casi nada, están mal. Con ese sentimiento vuelvo a casa.

Me planteo estos renglones porque sí. No creo en absolutos conceptuales inútiles como qué se murió con Peña, busquemos generalizaciones, un artículo para revista o boludeces. Planteo el fin del concepto en manos de lo didáctico autobiográfico porque en uno la torpeza de lo mecánico convierte el elitismo en un club vacío; más allá hay otros que vivimos entre ambulancias, y que tenemos menos talento.

Hoy soñé que estaban Peña y Lanata y yo le decía a Lanata: “vos no sos un genio”.

jueves, 17 de julio de 2008

Amaneceres ahora y después es un problema de después

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0. Porólogo:
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A veces uno está medio medio, en estado de mediocridad desde afuera, viéndose no hacer nada y ni siquiera hay planes y uno, el minúsculísimo ser doble acento y en cursiva, se pregunta, allá en el fondo, y como aquel ruso comunista, qué hacer. La respuesta, en esta tarde de verano hija del cambio climático, fue el under $10 Rodas Cabernet Sauvignon cosecha 2007.
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Esto ya es moneda común en este blog sin continuidad ni sucesión sino, blog como persona, en simultaneidad. Aquí conviven en un mismo espacio de megapíxeles el agónico suicida blood on the tracks que escribe debajo, con este mismísimo segundo de hombre normal que (salvo en este ahora de Rodas y Finlandia y Pan de Hamburguesas y Manteca La Serenísima y tostadas y galletas de agua) espera las bondades del tiempo y de la chica amada. Pues bien…
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Circularé circulando y tomando, escribiendo todo seguido y votando, volando.
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1. Circulando por un purgatorio lleno de rojo y cuernos parte 1
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“Salimos del infierno, pero ahora hay que resolver cómo salimos del purgatorio, que está lleno de pecados” dice Nestor Kirchner, frente a los intelectuales. Aven me dice que su profesor de guitarra lo insta a la lucha cívica (o sea: a la nada) y estamos, ahora mismo –presente del indicativo–, a unas doce horas y cuatro cuadras de donde el ex presidente dará la charla frente a los letrados. Estamos en una especie de bar bebiendo litros de cerveza por diez pesos y mirando en la pantalla videos de glorias del aquí y del allá del heavy metal.
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–Yo le envié cosas de Foucault, de Kant, y ahora me viene con todas estas propuestas políticas –me dice Aven, hablando de su Obi Wan Kenobi de las seis cuerdas–: me quiero matar.
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Tomamos cuatro cervezas (pretérito indefinido y presente en simultáneo) y compramos una Coca Cola de 600 ml para bajar el whisky.
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–En Congreso hay un lugar lleno de hippies, genial. Hay empanadas a buen precio y fantasticidades –le digo. Salimos bebiendo el whiscola y yo espero al Congreso a unas doce cuadras que se convierten en tres.
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–Ya estamos –le digo.
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Circulamos por las carpas del Congreso, espectáculo cívico fantástico, literalmente. Un pabellón del campo y todos los demás K (había dos carpillas merecedoras de mención: una que ostentaba un pedido de “80% móvil” y otra que estaba exhibiendo un film sobre la Revolución Libertadora, ese oxímoron). (Le repito a los que puedan llegar a tener la ocurrencia de llamarme peronista que soy un socialista con ganas de un comunismo “como la gente”, pero eso es una historia infinitamente más extensa.) Carpas con entidades diferentes y uno sabía cuál era posta y cuales un billete. Seguimos de largo y llegamos al bar hippie, el cual estaba absolutamente lleno, rebosante de hippies de Clase Media Escalante que esperaban en una vereda y con Aven hacemos una cuadra en retroceso y ganamos la calle en una pizzería genial con la resaca hippie.
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2. Otros yo golpeando la puerta
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El otro yo de Descartes, él solo mirando la hoja y descubriendo el Universo, él mismísimo poniéndose en el foco anti Galileo del “yo ciencia yo praxis yo todo”, era, lo habrán adivinado, otro. El Descartes que elige ser uno siendo otro, ser, sólo pensando en ser y sabiendo que sólo es. De todos modos: desdoblarse. (Borges, en “el otro”, ve al alter ego como sucesión y simultaneidad, para terminar negando todo.)
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Se puede pensar que construir ramificaciones de la propia sensibilidad, extenderse constituyendo un otro, supone fundar desde la destrucción del espacio propio, destruir desde la construcción de un cúmulo simbólico y físico; crear, no quitando el marfil del David para encontrar al David, sino juntando los restos del marfil que no son el David, para armar un alter ego de Miguel Angel, un artista multplicado y separado, clonado desde la inercia pero alejado (y no físicamente), y autónomo.
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También, la constante construcción de la persona, el Ego como medio, complica lo todo. Porque ser consiste en pluralizarse a la vez que ese plural se conoce como un individual con nombre propio, fronteras y embajadas del resto del mundo. Entonces, el alter ego termina siendo la obviedad del cambio así como la sincera manifestación y catalogación. Se estructura para liberarse; se manifiesta como un ser distinto para, luego, manifestarse ante un tercero (que bien puede ser la primerísima persona del singular que inició la trama). Separar factores para preparar un otro del yo es crearse, también y más que nunca, desde un deseo y, por ende, expresar más sobre el anterior yo, sugerir informaciones sobre sus anhelos de formación, sus límites, su germen de construcción y destrucción y su falsedad como entidad con personalidad concreta. Ziggy Stardust dice menos sobre la entidad de Ziggy Stardust que sobre las fronteras y debilidades de David Bowie. (Se me dirá que un minúsculo grupo de seres viven desde la liberación llena de reglas elegidas y entonces Shakespeare es más íntegro que las personas que lo formaron y Zarathustra desnuda a Nietzsche y le absorbe la sangre y demás… les diré que la materialidad gana en simultaneidad y que la cataloguización mental del pasado simbólico no tiene que alterarnos.)
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En simultáneo, asistimos también al intento: a quien se desdobla para ser el mismo, a quien sólo cambia en cuanto a la denominación simbólica que posee y que lo posee, pero poseído de una concresión (a.k.a. terquedad) que le impide el cambio, aún lúdico. La novia que interpreta Uma Thurman en Kill Bill (Tarantino, 2003) es acusada de fracasar en la búsqueda de un alter ego de mujer común (“trying to disguise yourself as a worker bee”, le dice Bill) por consistencia propia (cuando es “a renegade killer bee” y “no matter how much beer you drank or barbecue you ate or how fat your ass got, nothing in the woorld would ever change that”). Bill, el variopinto dead man walking (digo: como mortal, como personaje con destino y como receptor de golpe fatal) ensaya antes una crítica del ser desde el alter ego, tomando como referencia a Superman (ego) y a Clark Kent (alter), y viendo en las indefiniciones del segundo, una reivindicación del primero.
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3. Le envié a Aven un mail con los dos textos anteriores y me respondió con esto:
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-- "EL CORRECTOR V. BLANCO
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No debería perder el tiempo dice libremente V. Blanco; es como el reverso de la negación interna, un sí, me dice. V. Blanco escribe bajo la sentencia de mis palabras y solo yo voy a “circular por un purgatorio lleno de rojo y cuernos”.El primer párrafo proyecta una novela y enaltece los valores de la cerveza, los más altos videos del heavy metal y la ausencia de los panchos, en plena embadurnación de mayonesa y mostaza, me llena de hambre, acaso por la extrema miseria de espíritu. Luego, quien conoce a Foucaul, Kant, no merece ser dicho, merece ser ocultado y torturado, si no (sino) –sospecho el error, V. Blanco titubea frente al teclado- fusilado con virtuosismo dialéctico. La medición cuantitativa y cualitativa de las sustancias, creo, que anticipan una conclusión baladí y de profundo nihilismo. Sin embargo, cambia de tono «el otro yo que golpea la puerta»; huelo la sinrazón de la justicia. Me encolerizo. Poner la exterioridad como marco teórico, es ante todo, un desvío, un engaño, una significación operativa y general de las cosas. Nada quiere más que referirse a sí mismo y a su infame compañero. La calle ofrece una pizzería, pero para-sí, no entiende de otros, no hay tangentes, no hay vagabundos-brasileros- femeninos-fugaces-taciturnos. Aquí parece que la razón dicta leyes a la naturaleza, que sólo hay objetos para un sujeto, bien, no lo discuto. Pero «Descartes que elige ser uno siendo otro», ahí se pasa, porque «ser, sólo pensando ser y sabiendo que sólo es», bueno, ahí si, se pasa de listo. «Desdoblarse», me parece poco serio, y poner entre paréntesis, sentenciarlo a Borges a la utilidad de unos paréntesis, es insultarlo, es oprimir, montarlo a las temporalidades del texto. En ciertos momentos da miedo. No le basta, no le alcanza, no logra saciar su perversidad con los grandes nombres de la literatura; tiene que extenderse; tiene que tocar la piedra fundamental, acosarla y vivir en estado de interpretado, tiene que centralizar su fábrica de opiniones. Parece que la obra de Freud, el psicoanálisis, y todo lo demás, está por debajo de este sujeto, se caga literalmente en todo. «El Ego como medio», se complica con todo. Para terminar, la contradicción se cultiva por todo el texto, el rigor lo demostrará. Entiendo que es conservador, su materia de arrojo textual es el copy paste de algunos libros; conoce, sí, eso sí, la ciencia del engaño. Es sin duda un autor volátil, inflamable, ideal, y con buenas aptitudes para ser arrojado a las más altas llamas de la hoguera infernal."
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4. Life on Martes
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Hablayole yo, mi muda persona Cabernet, acerca del martes y un día martes, precisamente, un tercer semanal día aludiente al planeta rojo, un martes rojo y yo diciendo a laboral compañero que el martes (¡si!) era el día con menos ebriedad, luego de un lunes con retazos de fin de semana y un miércoles para volver a empezar. Yo, imperativo, confiaba en mi triste tesis cuando me dice, el antedicho laboral partner, que ese mismísimo día tocaban los Cadillacs faboulous gratis, en el Planetario terrenal. El martes siguiente, supermartes, hubo Plaza de Mayo de bla bla redistribuidor; el otro martes, feriado nacional inamovible de resaca y sol; el otro, supermartes de campo defendiendo privilegios de usura y gobierno de peronismo para principiantes. Un mes de Martes feroces y ausentes de cualquier sobriedad.
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5. Contratos contra el arte
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Y hablando de los CAdillacs, yo estuve ahí para decir que: 1) es quasi imposible encontrar un pogo decente (en recitales gratuitos, digo; en los pagos es imposible porque quien paga $50 no transpira la camiseta), y éste fue nefasto. Nada de salto y mucho de ir y venir, mucho pequeño burgués exigiendo que no lo toquen…; 2) los Cadillacs son una banda con gran pasado (gracias Mano Negra), y con un futuro que promete imitar al pasado hasta el último peso. El tema nuevo, presentado en el planetary, nos demuestra que acometerán el hit predeterminado a todo lo que dé. Que vuelva Minimal y el riesgo artístico sin contratos.
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6. Circulando por un purgatorio lleno de rojo y cuernos parte 2
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En la pizzería había varios personajes extraños y estábamos nosotros, a los gritos. Hablo de Rivadavia al 2011, algo así (geográficamente, claro). Y hablo de cuatro cervezas y seis empanadas de jamón y queso.
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Una mujer canosa y gorda resultó ser un bigotudo que se hacía el David Viñas en una de las mesas de adentro. Tomaba, solo, un vaso de cerveza y salía, mirando a todos; se nos hacía evidente que buscaba charla por todos lados. Nosotros lo evitamos hasta que habíamos bebido lo suficiente y entonces Aven le dijo algo y la mujer Viñas habló en portugués diciendo que era brasilero. Con cara de orto. Y fin de la conversación.
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Aven comenzó a llamar a contactos que tenía en el celular que encontró su novia. A contactos femeninos que dejó ahí “para que llame Arqueck” (así le dijo a su chica). Entonces son las doce de la noche de un viernes y te llama un borracho con excusas poco nobles y desconfiás… Sobretodo porque Aven es la fidelidad en persona y sólo te llama por psicopateadas… Luego, Aven, de él hablamos, mostróme una credencial un conocido multimedio y, antes, nos habían pasado el dato de una fiesta que quedaba (¡oh genial capital federal!) a una cuadra, la fiesta Jamming.
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Yo le dije que ahora que éramos monogámicos y aburridos era mejor cualquier otra cosa: algo interesante. Coincidimos y, en la puerta de la fiesta, dijimos que éramos de la producción de conocido conductor de rock local, abundante en mandibuleos. Nos dieron una entrada gratis al recinto, gigante, pero no al lugar donde repartían cerveza libre.
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-Después avísame cómo les fue –me dijo el de prensa dándome los tickets.
Entramos y la fiesta comenzaba. Proyectaron Yellow Submarine, el film animado de los Beatles, acaso su único film más o menos potable, y luego Aven decidió ir a la puerta a quejarse de que a dos periodistas de ley no nos dieron el pase para beber. Ellos, viendo, me imagino yo, su estirpe poco periodística, le dijeron que el pase valía $15 por persona. Como Aven es un millonario excéntrico se permitió pagar $10 por persona, con los viáticos que nos dio el multimedio.
Y seguimos.
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7. Llllllliuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu
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ELLA SOLA Y OTRA ROPA Y EN EL SILENCIO DEL CUARTO OTRO COLOR EN LA SILLA... dice:
me estas asustando
Escape dice:
(emoticón carita sonriendo)
Escape dice:
(emoticon arco iris)
ELLA SOLA Y OTRA ROPA Y EN EL SILENCIO DEL CUARTO OTRO COLOR EN LA SILLA... dice:
estas loco pendejo
ELLA SOLA Y OTRA ROPA Y EN EL SILENCIO DEL CUARTO OTRO COLOR EN LA SILLA... dice:
no me uses como blanco para esas cosas
ELLA SOLA Y OTRA ROPA Y EN EL SILENCIO DEL CUARTO OTRO COLOR EN LA SILLA... dice:
que no entiendo nada y me pongo nerviosa!
Escape dice:
ajajaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa quedate tranquila
ELLA SOLA Y OTRA ROPA Y EN EL SILENCIO DEL CUARTO OTRO COLOR EN LA SILLA... dice:
andate a cagar
Escape dice:
voy a mandarle cartas a los poderes
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8. TVR, finalizado el informe de la pelea Vives/ Lusich vs. Santillán / Ventura
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Wainraich.- Diego, te vamos a poner en una situación incómoda porque te vamos a pedir que te la juegues: o la Tota o Lusich
Capusotto.- Bueno, ahscjjj… si bien la función de un cenicero tiene muchísima más importancia que lo que está pasando en este informe, esto demostraría claramente que el sexo tiene una importancia mayor que el amor, teniendo en cuenta que los dos tienen un basamento mentiroso pero por lo menos uno después de tener sexo se va a dormir tranquilo… Ahora: yo estoy por el socialismo nacional que encarna Vives, cuyo apellido es Verdad, Indígena, Verdad, Equidad y Salud, V.I.V.E.S.
Schultz.- Repite verdad, mucha verdad.
Capusotto.- Anque tengo una cierta simpatía por la Tota, ¿no es cierto?, así que prácticamente es una opinión al estilo Grondona.
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9. Jijiji
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–La persona, digamos, que se encarga de, digamos, los que están en ese… sector… eh…no se encuentra en ese momento.
–Ahí le comenté acerca de lo de Mahler… Hay que enviarle los mails de otra forma para que los reciba porque si no…
–¿Cómo se maneja? ¿Efectivo? Ok… –corta–. Yo ya les escucho la voz y sé que no tienen un mango…
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“Por su infame ustedes dejan en manos de gente en la que tengo ninguna confianza, castrados en medicina, farmacéuticos de mierda, jueces fraudulentos, parteras, doctores, inspectores doctorales, el derecho a disponer de mi angustia, de una angustia que en mí es tan mortal como las agujas de todas las brújulas del infierno.” (Antonin Artaud El ombligo de los limbos, pág. 15/16)
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“Jamás he lamentado mi experiencia con las drogas. Creo que tengo mejor salud en la actualidad como resultado de utilizar droga intermitentemente, de lo que no tendría si nunca hubiera sido adicto. Cuando uno deja de crecer empieza a morir. Un adicto nunca deja de crecer.” (William Burroughs, Yonqui, pág.8)
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10. El kidA de la cuestión
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Ellas dicen 12 de Julio en Baccaro Bar! dice:
che barbas
Escape dice:
diem
Ellas dicen 12 de Julio en Baccaro Bar! dice:
te gusta Borroughs?
Escape dice:
en concepto sí, me cae bien su historia y el prólogo de El Almuerzo desnudo es genial... pero no leí más y el libro en sí, naked lunch... está bien como concepto pero es inaprehensible...
Ellas dicen 12 de Julio en Baccaro Bar! dice:
ah, pero no sos fan
Ellas dicen 12 de Julio en Baccaro Bar! dice:
es una pena
Ellas dicen 12 de Julio en Baccaro Bar! dice:
yo necesito un fan
Ellas dicen 12 de Julio en Baccaro Bar! dice:
chau-fan
Escape dice:
los fans de Burroughs son indefectiblemente "unos pelotudos sin personalidad propia"... yo formo parte de ese grupo pero sin el fanatismo por ese viejo guillermo tell
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11. Elogio del prejuicio
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Una generalización no puede convivir dignamente con la razón o la lógica, pero supone una síntesis que tranquiliza y ayuda a pensar –bien o mal–. Hay gente tan sensible de los términos (mas no de los crímenes) que denigran toda generalización, aún las de “todos los judíos son monoteístas”, “todos los alemanes son europeos” o “todos los libros son libros”.
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(Por otro lado, me acordé de Guille saliendo de un baño en una fiesta brasilera llena de negros lindos y potentes y me mira, Guillote, ambos salidos del baño, y me pregunta: “che, ¿fuiste al mingitorio o al individual?”. “Al individual”, le digo yo. “Y claro”, concluye: “con estos no se puede competir”… Más generalización echale agua.)
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12. Todo concluye al fin
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Creo que escribí y recapitulé todo lo anterior sólo para hacer este epílogo lujurioso a las 19.24 hs del mediodía de Beijing, sede de los juegos dionisíacos. Siempre dudé de cómo nombrar a mí casa, casa multitudinaria y general, en donde se han dado cita intelectuales, poetas, músicos, carcelarios, cacerolarios, fachos, dealers, caretas, falsos hippies…
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En algún momento mi lugar se llamó “Antología poética”, pero ese es un nombre nefasto de todas las formas. Ahora suena Devendra Banhart… ¿podría llamarse “devendra”?… o no. Más bien no. Espero, queridos que han llegado hasta aquí viendo sólo las fotos, que me tiren un nombre para mi casa/bunker/sala. Como referencia les digo que hay doscientos libros, quinientos cds, una tv que no anda (en la pantalla hay una ecografía mía “todo bien”), una guitarra strato “Lazer”, un bajo “Aplausse” cosecha 2001, un teclado Yamaha 4/8 cosecha 1998, una cpu por la cual tuve que vivir en la pobreza unos meses y paredes llenas de cosas y un poster del Che Guevara prostituido como nunca antes (mucho más que en esta foto de hace dos años, en donde no decÍA "real love" en su frente, ni 1959 en su hombro, ni "War is Over" en su corazón).
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Y levanto la vista: pinturas de Aven y un vino vacío. Y Devendra Banhart y ya pasó una hora.

¿De qué?




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Quizás amaneció en el polo.

domingo, 23 de marzo de 2008

Canibalismo y el amor autodestructivo

Todo comenzó con la overtura 1812 de Tchaikovski y ese final de bala de cañón altisonante e ingresar benemérito en google la siguiente sucesión de palabras: “caníbal + sexo + complicidad”. Y una cerveza Bock de Quilmes a las 14 hs del sábado. Yo buscaba el testimonio de eso que había llamado, la noche anterior, la gran historia de amor. Esa en la cual dos varones se unían en un rito en el cual tenían sexo mientras uno, metódicamente, cortaba y cocinaba los restos del otro y, juntos, comían el resultado de esa unión. Unión de patologías formidable, algo así como la única rehabilitación que puede tener alguien que tuvo la desgracia de sufrir tal patología para tener una vida con placeres burgueses, si se quiere.

Los resultados, en cuanto a google se refiere, son dispersos: una película con Roth, un mexicano que escribe bien pero que falla en el por qué y un ensayo bastante interesante que arroja frases como ésta: “Solitarios, carnívoros, desesperados. Machos así son buenos candidatos a visitar estómagos femeninos.”; o como ésta: “Morir buscando amor.”. Y otra noticia que da cuenta de otro suceso: “De acuerdo con la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), el llamado Poeta Caníbal descuartizó a las tres mujeres y aparentemente comió parte de sus cuerpos.”

Y la tipografía cambiante y el diseño coral pero nada de mi noticia (y las cursivas que le agregan un acento a la i).

Me pongo más extremista y pongo en google: “canibal + sexo + hombres + gays” y aparece el link sobre un asesino serial de Milwaukee, Jeffrey Dahmer. La crónica tiene momentos de incertidumbre: “Como dato adicional se sabe que la madre tuvo ciertos problemas durante el parto 'como si el cuerpo de la mujer rechazara el maligno producto que venía al mundo'”, o éste otro: “Seguramente desde la niñez comenzó a experimentar las abstractas y complejas fantasías que los asesinos seriales desarrollan”… Lo que se dice concreción periodística.

Pero por fin, luego, llego a puerto deseado: Nuestro señor se llama Armin Meiwes (42), más conocido como "El caníbal de Rotemburgo". Clarín nos expone el aviso que dicho caníbal publicó en Internet: "Busco un hombre bien constituido que quiera ser comido". Sigue: "Se presentaron cuatro, pero sólo uno accedió llegar hasta el final: el también ingeniero Bernd-Jurgen Brandes (41), a quien se comió en 2001” Escucho ahora la 7ma sinfonía de Beethoven y no puedo dejar de resignificar todo esto en algún club de marginados patológicos predestinados y antiestética-éticamente felices, en un reality show montaña mágica de carnes y vísceras y penes y ojos que miran siendo comidos y párpados que se cierran de placer y de dolor y, en fin, el territorio de lo políticamente incorrecto, desmoronándose el edificio-estructura alemán sostenido por esas columnas de post guerra y todos, prolijamente, afeitándose el bigote. Y el final de Beethoven, antropomorfo.

Entre los mails que la policía recopiló en la residencia de Meiwes se descubrió una red caníbal de no menos de 800 miembros en Austria, Suiza y los EEUU. Clarín: “En otros correos, Meiwes bromeaba con Brandes —su víctima— diciendo que el canibalismo era una buena solución para los problemas de superpoblación en el sudeste asiático y China”.

Y entonces el foco cambia. Ya no aparece la historia de amor antedicha sino como suceso sexual-instintivo-obligatorio, el amor como acto egocéntrico extendido y desgarrante, necesitario de un tercero (algo así como el impresionante final de “El Perfume”, libro de Patrick Süskind (1985) y film de Tom Tykwer (2006)). El caso de esta unión supone también coincidencias en el caso. Nietzsche brindará por la entrega ciega a los instintos, no mediada por condicionamientos (el espacio vital como corpóreo), y Foucault alejará toda pátina moral del planteo.

Y el tema de la persona sobreviniendo. Cómo se cuida a una persona. Haciéndola vivir o impidiéndola morir. Es un límite impreciso y con multitud de grises, casi todos negativos. “Pero qué le importa la eternidad de la condena a quien en un segundo ha encontrado la infinitud del goce?”, diría, peligrosamente, Baudelaire (Charles Baudelaire, “El mal vidriero” , El Spleen de París, Bs. As., Losada, 2005, (1868)).

Y si la condena es sólo contra uno mismo y la agresión es no sólo consentida sino buscada, y en un casting de cuatro personas, bueno, déjenme no hacer juicios moralizantes, por lo menos.

Entonces el egocentrismo caníbal de todos. Da lo mismo el deseo o las supuestas bondades que se invente el deseante, y menos aún la felicidad o el cumplimiento del deseo ajeno.
El amor existe, se discutía en un post más abajo. Las voces fueron determinantes.

Existe. Y es voraz. Y amoral.
Y tiene hambre.

viernes, 14 de marzo de 2008

Extrapolación de frases: hoy: El Amor Total

Cinco visiones de un tema. Cinco puntos de vista.
Cinco sentidos.

UNO: Nos adentramos en las visiones del amor en su iniciático dentro y fuera de la persona. Salvador Dalí escribe el 27 de mayo de 1953: “Primero: Gala y Dalí. Segundo: Dalí. Terceros: Todos los demás, incluidos, desde luego, una vez más, nosotros dos.” El pintor distingue ahí el amor a la pareja como objeto, del amor a la pareja como sujeto. El dos como más que la suma. Y una pirámide que rectifica al Otro en cuanto sujeto existente.

(Salvador Dalí, Diario de un genio, Tusquets Editores, S.A., Barcelona,
2005, págs 128/129)

DOS: Lucha cultura-instinto, adquirido-innato y qué es amor en dos citas. Primero el surrealista Jules Rivet y el siguiente texto: “Si el hombre viviera normalmente, es decir en estado salvaje, sólo existiría la época de celo. La época de celo es armoniosa. Pero llegaron los poetas, los pintores, las gentes de mundo, los escultores, los tocadores de guitarra –toda la banda de enmierdadores– e inventaron esa cosa perfectamente ridícula: el Amor. Ridícula en todas sus manifestaciones, comprendidas las más corrientes: el madrigal y el balazo.” En este caso, el amor es un artificio que justifica la creación de la familia, del comercio y de la cultura. Un sentimiento adquirido.

Punto de vista lateral el de Joe Bousquets, quien, parece, nos dicen, expresó que “Acaso el amor sea todo lo que queda en nosotros de la infancia.” Ambas citas se mueven en la contraposición instinto vs. hábitos adquiridos. En esta última cita, el amor es un reflejo psicológico, acaso búsqueda del amor maternal, del estado primitivo. Un artificio (el nombre) que esconde una realidad pasiva.

(Actas Surrealistas, Ed. Quaranta, Bs. As., 2004, págs. 83/85)


TRES: Proust. En el comienzo del siglo XX, un convaleciente Marcel Proust repasa, escribe, enviste de sentido e inventa su existencia, su pasado, su vida, en una serie de libros. El primer volumen (Por la parte de Swann, 1913) trata del amor en su expresión de dominio y posesión y sus consecuentes tragedias y tiempos mentales. En el segundo se trata el tema del amor como fuerza interna que toma cuerpo en terceros (personas y cosas). Se pregunta Proust: “Porque conocemos nosotros el carácter de las personas que nos son indiferentes; pero, ¿cómo nos va a ser posible comprender el carácter de un ser que se confunde con nuestra vida, y que ya no llegamos a separar de nosotros y sobre cuyos móviles hacemos constantemente ansiosas hipótesis, perpetuamente retocadas?” Proust, homosexual en tiempos de homofobia legal, reemplaza en libros –canaliza– el amor del hombre hacia la mujer. Sigue –y con esta reserva– su idea del amor como voluntad y representación propia en el objeto externo. Dice: “Y cada vez que penetran en nuestro ánimo las imágenes de mujeres tan distintas ya no tenemos punto de reposo, a no ser que convirtamos a esas mujeres extrañas en algo parecido a nosotros mismos, porque nuestra alma tiene en estas cosas la misma facultad de reacción y actividad que el organismo físico, el cual no puede tolerar la intromisión en su seno de un cuerpo extraño sin intentar inmediatamente la digestión y asimilación del intruso.” Amor como asimilación, voluntad, reflejo y búsqueda. Visión cercana al artificio antedicho. Y recordar a Baudelaire, que dijo que el amor es el deseo del ser humano de salir de sí mismo.

(Marcel Proust, En Busca del Tiempo Perdido Vol. 2, A la Sombra de las Muchachas en flor, C.S. Ediciones, Bs. As., 2006, págs. 406/322 (Paris, 1919) )


CUATRO: Muchos amores y una frase. Los amores: El amor como un pasado que, utópico, vuelve pero no (Rayuela, de Cortazar y/o Desayuno en Tiffany´s, de Capote); el amor como medio de salvación (Crimen y Castigo, de Dostoyevski y/o La Divina Comedia, de Alighieri); la pérdida del mundo por el exceso de amor propio (El Retrato de Dorian Gray, de Wilde y/o El Almuerzo Desnudo, de Burroughs); y la pérdida de la vida por amor (Lo que me costó el amor de Laura, de Dolina y/o Romeo y Julieta, de Shakespeare).Y, finalmente, la frase: “No es que el amor sea una boludez: es que le dedicaron demasiadas canciones” (Diego Capusotto).


CINCO: Luego de los recuerdos culturales antedichos, comienza internet a explicar el proceso. Wikipedia nos dice: “El amor es considerado como un conjunto de comportamientos y actitudes, incondicionales y desinteresadas, que se manifiestan entre seres capaces de desarrollar inteligencia emocional o emocionalidad. El amor no sólo está circunscrito al género humano sino también a todos aquellos seres que puedan desarrollar nexos emocionales con otros, por ejemplo, delfines, perros, caballos, etc.” Bueno, entonces, las visiones culturalistas del “sentimiento” no serían tales. O no totales, absolutas. Luego, internet nos muestra millones de citas de personas que explican qué es el amor (pecado, parece, de todos). “El amor es...” es el comienzo de cada una. Y luego desarrollos heterogéneos, contradictorios, inevitablemente subjetivos. Balzac, Lope de Vega, Neruda, todos tienen la visión absoluta. Que, inefable, se oculta detrás de la inexistente realidad.

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