domingo, 25 de octubre de 2009

Charly en Velez: sobriedad, clasismo y clasisismo

(foto de Aven)

Intra uterina

Si hay comienzo existe la habitación.

Ahí estoy con mis circunstancias y un CD o cassette –un cassette o un CD, mejor– llamado “Filosofía barata y zapatos de goma” (por la misma época de “el acento de barrio te sale mal” y “sos un aristócrata de cotillón”, la doble mortal moral ricotera) del hombre –que sabré y estudiaré y poseeré y perderé– Carlos Alberto García Moreno (Lange).

Yo en la habitación y en las letras y en ese terceto inicial àlla Sargeant Pepper y luego yo comprandome todos y cada uno de los cd`s del oligarca mayor y comenzando a forjar la productiva y coral voz del fanático: una estructura de sistemáticos desengaños, un ir y volver de dos personas uno solo, la complicidad de ningún crimen y la enseñanza de aprender de lo que nadie enseña pero resignificarlo.

Y así Charly –embelezado por el poder, egocéntrico hasta la supervivencia, satélite de inercias del sistema de familia que intenta huir de un eje formando otro, liberal sexual, excesivo y generoso con sus consumos, tirano en la imposición de desvíos de pautas sociales– se convirtió en mi ídolo y formó no mi conducta o delito sino esa binaria estructura de confianza entre los que están en estado de abierto y los caretas que guardan en su dialéctica la confirmación de la máquina etiquetadora y que “aunque te inviten a su mesa no estarán de tu lado”: No.

Yo en el hotel de Montevideo y Catalina Dlugi con el flash de noticias y Charly que se tiró de una terraza. En ese segundo pensé –curiosamente– “no importa lo que pienses más tarde: es una idiotez” y era obvio que estaba muerto. Luego, las imágenes nos engalanan con un estado de gracia (¡¡¡con un estado de gracia!!!, ¿o qué festejamos en el Genio sino lo sobrenatural místico de sus actos que nos bañan de una esperanzadora metafísica que es lo contrario de la muerte?) del que ya es imposible salir.

Porque yo ví a Charly destrozar un piano de cola que colgaba en un Obras y en la última nota del último acorde del último hachazo de charly, cuando el piano estaba por la mitad y parecía que nuestro payaso se convertía en león del acto, al dar el último toque la guitarra, el teclado, la batería y el bajo, toda la estructura de madera y de cuerdas se destruyó ENTERA para caer en el piso en las ocho semicorcheas que duró el hi-hat.

Nacimiento

Borges señalaba la acción de no recordar un suceso sino las palabras que lo relatan y yo lo recuerdo cada vez que le cuento a diferentes e incrédulos interlocutores esos cuarenta minutos que estuve en la casa de Charly Garcìa, en el Dakota nacional de Scalabrini Ortiz y Coronel Díaz, una tarde de sol en la cual reconocí a uno –de un show de Charly en La Plata y una espera de cuatro horas– y resultó ser el organizador de una manifestación en la puerta del edificio y el portero sonando y la voz de la novia de Charly que me dice: “¿son cuatro? Suban”.

Y yo abriendo la puerta del edificio y cuarenta personas corriendo y yo buscando a los cinco que habíamos quedado y entrar y exultación y García en la cama con unos jeans y en cueros y tocando el bajo y mostrándonos un texto –que luego estaría en el disco “Sinfonía para adolescentes” de Sui Generis– y algunos temas –“aguante la amistad” y algún otro– y le dijo al organizador –Alexander Dublinoff me dijo que era– prendé la cámara y pasó de ser un respetuoso John Lennon a hacer las vacías morisquetas de farándula nacional.

Alrededor de nosotros yacían cassetes, cd`s, billetes de cien pesos, televisores muertos, la caja de CD`s de Lennon, muebles rotos, frazadas, sábanas y mucho futuro con forma de tiempo, con forma de inevitable degradación y desesperanza.

En un año habré visto a Charly, en vivo, sobre un escenario, ocho veces.
(foto de Aven)

Durante

Viernes 23 de octubre de 2009.

Todo comenzó a las 5 de la mañana, cuando fuí al cajero del Santander Río de Villa Adrenalina a buscar efectivo para que un huesped en coma tres pueda pedirse un remis (luego de negarse sus padres a pagarles en llamada telefónica). Con el sol de testigo olvido mi tarjeta de débito, dato que es advertido a las 12 hs, cuando despierto. Así, con un joggincito me dirijo al banco en donde me dan la tarjeta con todo su magro saldo. Perfecto.

A las 18 hs y monedas de este domingo tan viernes para el mundo me hablan por el MSN. "¿Vas a Charly?" "Si Aven cumple lo que me dijo por teléfono de pagarme la entrada, es posible; pero no creo”, le respondí. Ahí me dice que por $100 cada una me da entradas de platea de $250. “Pará que llamo al capitalista inversor”, le digo. Y Aven me dice que sí, que él paga esa fiesta. “Bueno, pasame la dirección”.

Y ahí viaje desde Villa Adelina a Palermo, yo salgo derecho con el celular tintineando la poca batería y me anoto en una página de la guía T los teléfonos de Aven y de mi novia. Llego 19.40 hs con una camisa de 30ª y un calor nauseabundo mientras se hace de noche. Me bajo a pocas cuadras de la casa de Charly y comienza un diluvio. Tengo que hacer 8 cuadras pero antes cajero. Pregunto y me dicen “dos cuadras para alllá”. Una niña pobre oficia de portera del cajero. Entro prendiendo el celular y recibo tres mensajes de Aven: “Es a las 9 HS.” (18.52 hs); “LLAMAME, NO ME PUEDO COMUNICAR, YA SALÌ” (19.32 hs); “Poco o nulo crédito. Llamad, viajando” (19.54 hs). Saco del cajero $240 y suena el celular. Es el Cabezón Rodriguez que tiene una emergencia y está a los gritos, necesita el telefóno de alguien. “Estoy inundado por la lluvia, no te puedo ayudar” le digo y mientras el celular titila rojo le digo el número de Jorge. Corto y chequeo la billetera: está la plata pero no la tarjeta de débito: “¡¡¡NO!!!”. La reconcha de su madre, hijo de puta, te la olvidaste. Bajo la lluvia recorro cada bolsillo y puteo al Cabezón por haberme llamado JUSTO ahí y yo que soy un pelotudo. Vuelvo dos cuadras siendo objetivo del torrente de agua al cajero, hay cuatro personas. “¿No hay una tarjeta acá?”, les grito. “No, no, fijate si está por ahí”, me dicen amables. “Cuando te la olvidás y queda 40 segundos la chupa el cajero y mañana te la da el banco”, me dicen. No puedo ser más boludo, ahora por ver a Charly voy a tener que ir al corazón del capitalismo el lunes. Me quiero matar. En eso llama el Cabezón: atiendo y le digo “no puedo”. Salgo puteando y mi camisa y el pantalón son agua. Son las 20 hs y tengo que llegar a Liniers en una hora. “Ahora sí, para hacer estas 8 cuadras me tomo un taxi”, burgueseo. Pero ninguno para. Sigo bajo la reiterativa lluvia por cuadras que se dividen en la calle Charcas y diez minutos más tarde estoy tocando el PB “d”. Consigo las entradas y le pido al amigo “dealer” si me llama un remis-taxi que si no no llego. Llama a dos y no le atienden. “¿Tenés una tarjeta de santander rio?”, le pregunto. Y cuando me la da llamo al número de banelco y les pido que cierren la tarjeta. Me recomienda tomar el taxi en la calle porque no le atienden y cuando lo hagan, por la lluvia, le dirán demora. Agarro mi malogrado paraguas que carece de forma y salgo. En la puerta un taxi despide a un pasajero. Corro y entro. “A la cancha de Velez”, le digo. Ese comentario es la puerta a la vida de una persona.

“Vos sabés, yo antes era barrabrava de River”, me dice el taxista, parecido fisicamente a William Burroughs y a Junior Soprano. Ahí me cuenta que con 12 años se fue en tren colado a Rosario y que cuando volvió el padre “que tenía una paciencia…”, esperó a que con su hermano se durmieran para sacarles las sábanas y ahí, desnudos y dormidos, aplicarle el fuerte látigo de un cinturón con hebilla (“vos buscas en ese momento algo para taparte, y no había; un vivo mi viejo”). Después me dijo que a todas las canchas se colaban, nunca pagaban (“y nunca arreglamos con ninguna dirigencia, eh”) pero que la cancha más jodida para entrar era la de Velez (“había que trepar una pared, era una cosa de locos”). “¿De qué año hablamos?”, le pregunto. Me dice 1955. Después consigue trabajo en Spinetto en el mostrador de una carnicería. Eran cuatro en cuatro mostradores y se afanaban la carne y se la vendían al del otro mostrador (“nadie se daba cuenta porque la carne no tiene nombre”) y que eso derivó en una riqueza inusitada a su edad (“íbamos a un puterío y dejabamos al portero propinas de $100 de ahora, nunca nos faltaba plata”). Yo lo llamo a Aven y le digo “anotá esto asi nos encontramos ahí:” y cuando pongo los dos puntos y le digo la zona se muere el celular, producto de la batería. Sigo en el taxi, pensando en llamarlo al llegar a Liniers. Ahí me sobreviene la resaca que la feróz fenomenología me había impedido. En la paciencia y placidez del taxi veo las desconocidas calles y comienzo a pensar que voy a estar toda la vida escuchando al taxista de verba imparable. Ël nombra jugadores que hoy son bisabuelos y peleas de hinchadas a mano limpia en donde un boxeador de gloria sale corriendo cuando lo corren con una gilette (“ahora te pegan tres tiros, en esa época era a las manos; yo me lo encuentro treinta años después y le pregunto si se acuerda de que lo corrían con una gilette y me responde `no me lo olvido más`”). “¿Seguís yendo a la cancha?” le pregunto. “No, hace mil años que no voy: la última vez que fui fue cuando salimos campeones con la tercera porque la primera estaba de huelga”. Yo le digo que frene en cualquier teléfono público que vea y me ofrece su celular, un nokia 1100. Llamo a Aven y le digo –por consejo del taxista– que nos encontremos en el Carrefour frente a la cancha (yo había atendido ahí un puesto en la feria artesanal unos fines de semanas años atrás, vendiendo piezas de vidrio). Sigue el taxista: lo llevó a Charly una vez y le pisaba la palanca de cambio, tenía los brazos y pies ínfimos y estaba hecho garompa. Luego la biopic continúa y me cuenta de cómo estafa al banco con duplicados, billetes falsos, cuentas duplicadas y demás cosas que no entendía. Luego me cuenta un episodio en donde un pasajero (“eran dos peruanos, hay que cuidarse de los peruanos”) hizo una movida con una mujer y en un viaje de 4 cuadras le quiso pagar con $100 falsos. Luego me cuenta que fue sindicalista y preso político y que lo mandaron a carcel común hasta que consiguieron el teléfono de un abogado sindical (“fue un quilombo, no existía celular ni el teléfono público en carcel”) y que luego fue movido a la carcel vip (“ahí no tenía ni que limpiar”).

–Maradona –me dice– no tiene códigos, pero no tiene ningún código, ¿entendés? Porque no conoce los códigos. El otro día lo mandó al frente a Bilardo, eso en la cárcel aprendés que no lo podés hacer: ahí ves cada cosa, a la noche, ves movimientos, uno tajeado, los maricones que son exclusivos de los capos, y no te metés, no ventilás. Y ese tipo lo hace porque no sabe un carajo. Eso Coppola no lo hace. Y no lo hace porque estuvo ahí.

En eso llegamos a la zona. Miro por las ventanas y todos están con buzos y camperitas; observo mi camisa mojada, mi pantalón frío; comienzo a desanimarme. En eso: embotellamiento.
–Bueno, pibe, me parece que te conviene bajarte acá porque son pocas cuadras y lo único que vas a ganar es que corra el reloj.

Frenamos y son $31,24. Saco $40 y después le digo “no, pará que me parece que tengo $2”. Saco del bolsillo billetes de $2 y de $5. Le doy el de $2 mientras le intento agradecer la llamada. Se me adelanta –al ver que no le voy a dar los $5:

–Y eso que no te cobro la llamada, eh… No, bajá tranquilo, pibe… alguien la va a pagar.
Bajo. Frío. Desde que subí al taxi hasta que bajé la temperatura descendió veinte grados. Enfrente hay una cola gigantesca. Buena señal: no llegué demasiado tarde. Corro por el frío y una compañera laboral grita mi nombre y me saluda mientras sigo corriendo. Busco en esas cuadras un lugar de ropa y encuentro a un tipo con un piloto hermoso. “¡Pilotos, pilotos!”, exclama. “¿Cuánto?”, le inquiero. $10, me dice. Sí, dame uno, le digo, observando su hermoso piloto. El tipo saca una bolsa de COTO y me dice “¿de qué color?”. No, disculpa, le digo, y sigo corriendo. Una cuadra más adelante me saluda Aven.

–¿Qué te pasa –me dice–, estás alterado?

–Tuve una odisea, entremos al Carrefour que tengo que comprar algo de ropa. No sabés el taxista que me tocó.

–Ah, sos un burgués… tomá esto que te cura –me dice mientras extiende una hermosa botella de pepsi con un whiscola interior. Hago extensos tragos que me devuelven a la forma humana.

–Pará que tengo que sacar plata –me dice Aven. Saca y me da $200. Nos demoramos hablando de las actuales probabilidades de drogadicción del artista y a los bastantes minutos se da cuenta de que se olvidó la tarjeta en el cajero. Por suerte sigue allí, no fue robada ni chupada.

–Es la tercera vez que me pasa el día de hoy –le digo, y entramos al Carrefour.

–¿Tenés alcohol? –me pregunta.

–Una petaca de whisky. Andá a comprar algo que yo busco ropa.

En la sección ropa hay cinco personas que rápidamente nos autocatalogamos como “los boludos de Charly” por nuestra necesidad de cobertura. Ahí hay sólo remeras de manga corta y camisas. Milagrosamente descubro una camperita obrera de OMBU a $49.90. Lo que cuesta ver a Charly gratis. La llevo y Aven viene con Coca-Cola.

–No venden alcohol –me dice–: por lo de Charly.

Nos tenemos que conformar con lo que llevo yo, parece. Hacemos la mezcla en el baño. Salimos y entra Mike Amigorena. Aven felizmente ignora quién eso. Caminamos una cuadra y se escucha un grito de gol gigante. Al parecer salió Charly.

–Ponete la botella en la mochila –le digo. Entramos casi corriendo y al llegar a una primera valla dos policías tantean mi morral y mochila de Aven. Le sacan la botella de whiscola y de mi morral extraen la petaca.

–Está vacía –le digo, mientras le demuestro que cae líquido.

–No importa –me dice el cerdo–. No podés entrar con eso, es un objeto contundente.

–Pero mirá, está vacía, ¿dónde la voy a dejar?, me salió $85…

–No, papá, no te puedo dejar entrar con eso.

–Tiralo en cualquier lado –me dice otro cerdo policía. En eso la gente grita, suena música. Aven ya está mirándome desde adentro. Nos sacaron el whisky, pagué un taxi, mi ropa está húmeda, tuve que comprar una camperita y encima ahora tengo que esconder esta petaca y la puta madre que los parió hijos de mil putas ustedes, los pelotudos de Callejeros y los forros de sus padres y madres.

Hago una cuadra en reversa y la dejo debajo de un auto. La cantidad de testigos que tiene el acto me hace pensar que es la última vez que veo esa hermosura de petaca. Vuelvo corriendo y el poli de la valla me manotea el morral.

–¿Qué tenés acá? –me dice.

–Qué sé yo, fijate– le digo, ya harto.

–¿Cómo fijate?

–Un paraguas, qué sé yo, dale, boludo, apurate.

–¿Cómo boludo? –me dice el policía–, ¿cómo boludo?

–Dale, es la segunda vez que hago esto, dejame pasar, por dios.

Ahí se corre y entro con el morral y sus objetos contundentes: un paraguas y un desodorante. Al resto de la gente le sacan encendedores y todo lo que sea objeto de diversión. Ahí entiendo, ahí en esa mierda de empresa de rock corporativo, que los redondos fueron un milagro, dejando que el público entre gratis siempre, nunca revisando, siempre confiando en la autodeterminación y en la libertad del pueblo. Pagaron caro, pero tenían códigos. La demagogia de Callejeros resultó asesina.

–Bueno –le digo a Aven–, vamos a tener que bancarnos caretas al careta.
Entramos y Charly saluda y ruge.



El Acto

Nos apoyamos en una valla a ver el show y viene uno del evento a decirnos que es la escalera de emergencias y que por favor tiene que estar liberada. Nos movemos de ahí, nos apoyamos en otro lado y vuelve el mismo señor.

–Yo sé que soy un jodido, pero acá tampoco pueden estar.

Bueno, la concha de tu madre, nos corremos. Nos sentamos y Charly comienza con su show. El campo es inmoral. Está partido en dos: la primera parte para los ricos, que ocupan el 20 %. Está todo vacío. Después, desde mitad de cancha empieza el verdadero campo, con gente que no ve una garompa porque a un espectáculo de entrada cara no le pusieron una puta pantalla y están a media cuadra del escenario. Es inmoral y violento ese espacio vacío para los ricos. Es inmoral y violenta esa valla cuando hay espacio libre. Encima un grupo de hijos de puta controla que no pase nadie y yo mismo ví como cagaron a palos a un pibe que pasó.



(foto de Aven)

(En cualquier teatro cuando falta público derivan a la gente al campo primero; en Obras si no llenaban pasaban las populares al campo. Pero acá no.)

Mientras, el artista rebelde estaba enfrascado en frases hechas. Mientras, nuestro Alex deLarge deambula los medicamentos sin siquiera sentir que esa vergüenza de espacio libre es el clasismo más evidente, torpe e idiota de la historia del rock nacional (en ningún puto lugar del mundo el vip llega hasta la mitad del campo y espero que Spinetta lo cambie para su show).

Bueno, no estoy muy contento. Estoy decaído. Siento unas gotas y miro arriba. Nuestra sección tiene techo. Nos miramos con Aven y concluímos en subir. Fue, por lejos, la mejor decisión que pudimos tomar.

Nos sentamos en el primer asiento cubierto de lluvia y se veía y escuchaba mejor que abajo. Charly no se veía (es increíble que alguien pague $250 y no vea al artista, porque está de espaldas y porque no hay pantallas) pero sí la banda. El Zorrito quería que lo vieran y tenía un promedio de dos acordes por tema. El negro García Lopez resaltaba con el look y ya comienza a notarse la increíble presencia de Hilda Lizarazu, por lejos lo mejor de todo el recital.
Comienza "El Amor Espera" y nos encuetra subiendo. Ya arriba comienza la superficial, frívola y menemista “Rap del Exilio” en donde el exiliado es un putito que por politizarse pierde su vida y entonces el consejo de Charly es “vamo`a bailar” (en esta ronda de comparaciones, Solari haría la versión contraria con el “Charro Chino” que quiere bailar hasta que sea evidente que ya no se puede hacer ningún cambio).

Después viene fanky y una deslucida “Cerca de la Revolución” (el tema insignia de la etapa Say No More). Pero Charly tiene con qué. Sacá de la manga un “No te animás a despegar” y la presencia de esa canción y de Hilda Lizarazu hacen que uno se tome las cosas más en serio. (Para otro día el estudio de cómo afecta al espectador la alegría de Lizarazu versus la agonía interna de Epumer.) Un rato después viene una joya con todas las letras, una canción cumbre que es “Canción de dos por tres” y llega con la solemnidad y con todas las notas. Hermoso tema que nos hace agradecer estar en esa mierda de estructura. Después Charly hace un comentario super menemista cuando dice “Vamos a Miami” antes de la menemista “no voy en tren, voy en avión”. Es notable que toda persona que deja las drogas y el alcohol, lejos de absorver la realidad más profunda y duramente se vuelve más cómoda, más intrascendente, menos jugada, más burguesa, más puta. (Nobleza obliga, la banda hizo que este tema fuera uno de los mejores del recital.)

Hay un cartel de Macro en la cabina, jodemos con Aven en que Macri organiza el show. Más tarde nos imaginamos un Dios positivo que con un rayo destruya esa valla inmunda divisoria y deje que la gente vea al artista, imaginamos un Zeus pecaminoso que destruya con su lluvia los celulares de los infelices que se pierden el recitar detrás de la lente de su cámara. Aven saca un porro y dice “vamos a hacernos mierda”, en clara referencia a los pocos recursos con los que contamos para hacerle frente a nuestra sobriedad a prueba de balas. Le pide fuego a una mujer a nuestro lado que yo pensé que era Florencia Peña pero luego resultó que no. Le costó unos diez minutos a nuestro pintor ganarle la pulseada al viento a favor pero lo logró.

Charly sigue. ¿Qué resaltamos? Bueno, el mejor momento. “Mi maestro y mi ídolo” dice Charly. Y ahí hay que creerle. El hombre que lo cagó a pedos porque prendió velas en su estudio, el tipo que era una leyenda cuando Charly era un exiliado de Recoleta: el gran Luis Alberto Spinetta. (Versos gratuitos.)

Eso sí fue hermoso. Hermosísimo. Legendario. Bello. “Rezo por vos” a dúo por dos tipos que bajan los brazos para poder observar mejor el panorama. Excelente.

“Llorando en el espejo.” Keith Richards decía que un tema –que no recuerdo– justificaba su adicción a la heroía. Heme aquí, responsabilidades afuera, festejante de este clasisismo del García más interior.

“Hablando a tu corazón”. Gran versión, grandes guitarras.
Y en el medio de toda esta catarata de canciones ni un segundo de ausencia de torrente marino. El Zorrito seca los teclados y dispara por error una batería bizarrísima en el medio de un tema, batería que con Aven festejamos intensamente. Luego, el Zorrito se convierte en el protagonista de una obra de Sartre o de Buñuel. Es intensamente atosigado por una lluvia y más aquejado por un ejército de plomos que cubren sus teclados hasta dejarlo debajo de una bolsa y apresado para siempre. Luego, cerca del final, mete dos notas curiosas por error haciendo una mini cumbia que nos hizo enamorarnos de él. La lluvia seguía.

Charly, a todo esto, se puso un poncho bizarro que nos hacía temer que se le encienda el dedo y salga volando en una bicicleta. El cielo presentaba su propio espectáculo, con rayos que iluminaban toda la cancha y el Mundo Conocido por el Hombre (?). Con Aven imaginábamos una tormenta nuclear que haya devastado gran parte de la ciudad sin nosotros saberlo.
Seguíamos viendo, cada tanto, el gran espectáculo: un hermoso jóven que bailaba solo en el campo para ricos (¿cuándo fue –seguro en los últimos 3 años– que el campo, ese punto de coincidencia rockera, en el cual la ubicación pertenece a una meritocracia física y que significa la libertad del salto programado en equipo, se convierta en este bochorno de riqueza para pocos?), con movimientos espasmódicos y una libertad que nos hacía pensar en la unívoca presunción del consumo de pepa. ¡Siga, maestro!, gritábamos nosotros. Siga por nosotros y por Charly, las víctimas de la estructura de acción social. ¡No me bajés los brazos, pendejo! ¡Vamos, todavía!
Soy el que prende y el que apaga la luz, momento de interludio de conciertos anteriores, ahora estuvo bien. Charly se terminaría yendo con el “stop”. Luego, confieso mis sorpresas con “Estoy verde, no me dejan salir”, tema bienvenido también a la resignificación post internación obligada. Sonó bien pero ahí ya los teclados del Zorrito estaban hechos un pastiche de agua y al no sonar dejaban en evidencia a un Charly que ya toca algo el piano pero no tanto como en sus épocas de cero calmantes y cien psicoactivos en los cuales –ahí sí– era un Genio en sentido exacto: agarraba –con las garras–un piano y desactivaba –lo escribió Calamaro– el ego de cualquier músico que se le cruce, cualquiera sea su moral.

Vuelve “filosofía barata y zapatos de goma”. Charly toca el tema 8, el cover. “I feel so much better”, “Me siento mucho mejor”. Excelencia y buen pogo. Lindo lindo. Cumbia cumbia.
Después, “un rock”. “Rockandroll yo” con su riff impresionante, glorioso. Ese temazo pentatónico de impresionantes pasos y Charly dejando los modismos y cantando “hija de puta” con la voz de la Caverna y las Sombras que entran y salen pensando que son el mundo gritan y gritan.

Después “No toquen”. Le digo a Aven que “No toquen” es para Charly lo que “Días distintos” es para Calamaro. El rock de principios y finales con tuquito y firma y facazo por gil. Muy bien. Pero sonoramente desvariante. Y ahí Charly se fue.

Aven venía diciendo que tenía que ir urgente al baño hace veinte minutos, así que cuando terminó el bis y se saludó a la gente le dije “vámonos” y nos paramos entre la gente a bajar. Aven pasa un para avalanchas por abajo y me gana unos metros. Las luces del estadio se prenden. De repente suena un grito de gol y en el escenario está Charly de nuevo, de traje, como un abuelo que viene a la Navidad con sonrisa y un chiste de tuquito dominguero. El final nos deparaba una belleza hermosa que es que los ortivas de la valla desaparecieron y el público de verdad ingresa a la sección de los aventajados del sistema. Con Aven nos miramos –nos separan como 25 metros– y sonreímos. Le hago un gesto revolucionario. Cientos de personas cruzan y pueden –¡ahora si! – ver al artista por el que pagaron. Esto es hermoso. ¡¡¡Tomaron la Bastilla, hijos de puta!!! ¡Ahora sí es un recital, la puta madre! Me mojo, es hermosa la revolución burguesa, con qué poco nos conformamos, pero ahora sí puedo disfrutar de la música, ahora que la gente toma el lugar que le pertenece, ahora sí me cae bien Charly, ahora se despertó el Genio, ahora todo es color de rosas y vino y ahora la música toma el aire y todos tenemos una sonrisa. Hijos de puta, ¡ahora sí! Buen final, me dejó más tranquilo.

Ahora sí.

(Si es necesario aclarar, aclaramos que todo recital pago es clasista y que en los renglones de revolución no se desconoce la comercialidad de cada acto –algo, por otro lado, mezquino– sino simplemente un respeto al consumidor –algo mucho más patético– de no tocarle el culo obligándolo -¡con entradas de 125, de 250 pesos! – a no ver al artista, a estar lejísimos, a no tener una puta pantalla cuando el recital lo organiza el Grupo Fenix y lo auspician un par de marcas.)

El Regreso

Bajamos de la platea Sur Clicls Modernos y al baño directo. Un extraño pelado me dirige un comentario cómodo y gracioso; sonrío para quedar bien. Salimos con Aven y me dice “tenemos que ir a la estación de Liniers que ahí te tomás el 21 y yo me tomo el que pasa enfrente”. Emprendemos camino y finalmente formo parte de una cola pequena –la del colectivo 28– detrás de la gigantesca cola del 21. Aven se toma un taxi y va a la casa de su novia por ahí cerca. Viene un 21 y se llena hasta las tetas. Detrás viene otro y se llena. Cuando está por salir voy corriendo y milagrosamente para y me deja entrar. El cartel del 21 dice “fábrica Ford”.

–¿Vas a Puente Saavedra? –le inquiero.

–El de adelante. Yo voy por Panamericana –me responde.
–¿No pasás cerca de Villa Adelina, el golf?

–En la bajada de San Lorenzo, de ahí te tomás el 71 –responde, haciendo gala de grandes conocimientos.

Subo último con un curioso y hermoso lugar, parado en la entrada con vista al frente, al camino. A las dos paradas sube un sonriente deportista, en musculosa y pantalones cortos. Saluda al chofer: son amigos. Yo quedo entre ellos y escucho cuando el chofer le dice “todos estos entraron gratis por lo de Charly; yo estoy llegando tarde, mirá la hora (00.45 hs); ahora en veinte minutos doy la vuelta”. El otro se ríe. Hablan de nimiedades y luego en una bajada de General Paz el chofer se baja y va hacia la cola del bondi. Lo sigue el deportista. Yo ya preveo que los garcas apelarán al recurso de que se rompió el motor. Dicho y hecho. El chofer vuelve y dice “lamentablemente tenemos que para acá porque se rompió el tanque y está perdiendo gasoil y no puedo seguir. Les pido disculpas pero tienen que bajar a esperar el próximo”. Yo no sabía si iniciar una sublevación que asesine al chofer y resignarme. Miro al público para ver su conciencia revolucionaria. Los veo pacíficos. Percibo también la presencia del pelado que hizo el comentario en la entrada del baño.

Bueno, ahí estamos, en una bajada de general Paz, super lejos de mi casa, hace frío y mi ser está frío. Somos cuarenta personas en una parada. Pienso que el próximo 21 que llegue vendrá lleno de gente de Charly y no entraremos. De repente el 21 parado arranca con el chofer y su amigo deportista, a toda velocidad y huyendo. Miro enfrente y veo el edificio circular que tantas veces ví, “¿dónde estoy?” Eso es constituyentes, esto es san martin. Ok, hay mil villas, estoy cerca de casa. Salgo del grupo y voy a Constituyentes. Sí, por acá pasa el 140, el 111. Bondis que pasan una vez por hora pero que me dejan en la esquina de casa. Por acá quedé varado una vez que ví a Charly gratis en el carrefour de San Martin.

Camino por Constituyentes para el lado de capital y me detengo en una parada. Pasan tres minutos y veo las luces más maravillosas, las del 140 que tantas veces nos decepcionó, que esperamos horas y horas y horas en las noches de nuestra eterna juventud pasada. Ahí viene. Subo y le digo “A Alcorta y Paraná” y pongo las monedas. Me doy vuelta y entra corriendo el enigmático pelado, del baño y del 21. ¡My own private Mark Chapman! Hermoso.

Viajo tranquilo y en 15 minutos, en el viaje más directo del mundo, estoy en casa. La jugarreta del chofer me ahorró dos horas de vida. He llegado a la parada. La misma parada en la que se baja mi vecino, el calvo y misterioso hombre del baño, del 21, del 140 y del recital de Charly García. Quién sabe qué esté escribiendo de mí en este momento. Mi vecino.

domingo, 18 de octubre de 2009

La supresión y el símbolo

Por Aven (escrito para blog privado de 5 personas)

Lucha contra el lunes.

Mercedes Sosa me dice: “hay que sacarlo todo afuera, como la primavera, nadie quiere que adentro algo se muera, muera muera, muera, muuera” Vieja Sosa, vieja y peluda. Tana, ojos de gorda y piel de oso, Musa de Tarantino por lo de oso judío. Película esa: Bastardos sin gloria.
Día después del nacimiento de guille hace 26 años. Despierto con un perro sobre mi cara. Ulisses, le digo. Arremete con furia. Fuera Ulisses, le digo. Linda resaca, que no tengo pero que se asoma tras los demonios de la ternura, y desafía con quitarme lucidez. Habiéndome tomado parte del rojo de Walker, entiendo que no debo tener resaca.Fragmento de la noche.
-Poesía bajo la lluvia, me dice Decris.
-Esto es hermoso, le digo.

Salimos del depto de Guille a comprar coca-cola. Quiere ir solo. No, dejame acompañarte, le digo. Pedímelo con cara de perrito mojado me dice, mientras se arrodilla para sentenciar si es correcta mi cara. No lo convenzo, seguimos bajo la lluvia probando, no se convence. Logro convencerlo y salimos caminando y fumando un porro que luego de unos metros nos damos cuenta que es un cigarrillo común.
-La poesía es esto mismo, me dice.
-Prefiero vivierte a leerte, le digo.
-Voy a hacer algo que hacen los animales y son sanos.
Se pone a tomer agua de la calle con mucho placer.
-Muy lindo, muy lindo, le digo.

A lo que Nietzsche diría: “Lo subjetivo se pierde en la “violencia de lo general-humano”, en “lo universal-natural” Ya no se trata de la creatividad individual copiando las bellas apariencias de la realidad, sino de la realidad misma, del ser humano encarnando la naturaleza misma y convertido en la obra de arte”.
Domingo. Sol en la terraza.

Y a última hora voy por Tarantino con Lupe. Entramos sobre la hora porque insistí en entrar con una pizza, y patitas de pollo, sumados a un balde de pochoclos de sólo 3 pesos mas dos gaseosas. Hoy quiero engordar 100 kilos, le digo a Lupe.

Bastardos sin gloria.
claves para romper las pelotas entre nosotros.

.Los nazis tienen esa magia siniestra del suspenso trágico.
.Hermosa revancha de la historia.
.Mejor cara de Marlon Brando, por Brad Pit.
.Mejor sínico: palabras claves: strudel, vaso de leche, ratas, zapato.

Vayan, es hermosa.



Recuerdos de otras noches que se anotaron y quizá jamás se vivieron.



-Qué haces Aven, estamos con el chino, el mejor conductor de aviones. ¿Te vas a dormir?
-Estaba intentando, pero parece imposible, ahora que te escucho.
-Vamos para allá. ¡¡¡Vamos que voy a conocer Barracas!!!Vamos en moto.
-Linda locura. Los espero emocionado.
A lo que Hegel diría: “Tal es el principio por el cual, no pudiendo encontrar en la esfera de la realidad y en sus límites el espectáculo inmediato y el goce de su libertad, el espíritu está forzado a satisfacerse en una región mas elevada. Esta región es la del arte; su realidad, el ideal, o undirse en Barracas”.

No sé si dormí una hora, o cinco. Cuando me desperté, hoy, fui a trabajar, sospechosamente tarde. Primero me bañe media hora de reloj, con agua tibia. Me vestí y salí a medio andar. Me mareo un poco, debe ser por la pendiente en subida. Quiero terminar con todo esto.
Llego y Lainati me mira, serio, lo miro serio, me río, y viene y me abraza.
-Gonzales querido, me dice. Me encanta molestarte cuando estás de mal humor.
Me da unos golpesitos en el pecho y se ríe. Está todo muy bien. La vida es una fiesta, jaja, se ríe Irónico.
Me dice, hay que hacer este mapa, ayudame que no tengo ni la mas puta idea de
lo que tengo que hacer. Y qué te hace pensar de que yo si, le digo.
De los errores no se aprende nada, Lainati, le digo. Sirven para seguir cometiéndolos.
Se ríe y me dice, yo estoy esperando morir, ¡ya!, cuanto antes. Tranquilo, gonzales, me dice, tenes que seguir haciendo todo lo que tenes que hacer. No seas hijo de puta, ayudame con esto.
Hay que suicidarse, dice, y se ríe. Si querés te tiro, le digo. Si, acá, dame en el
medio del pecho- y se levanta la remera para indicarme dónde tengo que disparar para darle muerte.
No podría hacerte ese daño, Lainati, le digo.
(Tengo ganas de llorar, pero no puedo.)

De pronto me acuerdo del llamado que le hice a lupe, fue el mejor de todos. No me acuerdo de nada. Hoy la llamo y cuando dice, hola, solamente pronuncio: uhuhahauhaha… Vio, vio… ¿y esa vocecita?, me dice. Ayer llamó y estaba muy ebrio. Si, le digo. Hablé como una hora con usted. No, fueron unos minutos. Pero me pareció una hora, le digo. Es que siempre repetías lo mismo, me dice. Me río. Me quedo un poco mas tranquilo. Vuelvo a casa, como una sopa de arroz con algunas lentejas para sumar color. Me tiro y suena el teléfono.
Vuelta al principio.

-¿Dónde están?
-Por libertador.
-Estamos más perdidos que nuestra conciencia- dice Damian.
-Decime el nombre de la calle, le digo.
-Es que no tiene nombre.
-Creo que chocaron y ninguno sobrevivió.
-Es lo mas probable.
-Sigan su instinto, le digo.
-Es lo que vamos a hacer, la gente nos confunde más.
-Sigo esperándolos.
A lo que Sartre diría: “Si verdad es que el deseo es una conciencia que se hace cuerpo para apropiarse del cuerpo ajeno captado como totalidad orgánica en situación con la conciencia en horizonte, será facil responder que en el deseo me hago carne. Allí… en Barracas”.

23:38. Salieron a las 21.30

Llegan a las 00:15. Cervezas y fotos, chino y moto. Nos prometemos cosas. Infinitas. Los días nos verán cumplirlas. Le muestro a Damian la camisa que me regaló, para que observe mi futura delgadez. Encuentro una remera de los Redondos y el chino me dice: la primera vez que te vi tenías puesta esa remera. Es tuya Decris.
Datos extraños: entramos la moto del chino al edificio, el portero avisa que mientras que la saquemos antes de las 06 AM, no hay problema. Bajamos a las 08 AM, la moto no está. El Portero la sacó curiosamente sin nuestro consentimiento a la vereda, expuesta al sol de octubre. Insolente.


Mas tarde, luego del Congreso, viernes que Martyr cuenta esa desafortunada confusión con unos ninjeras duros como gárgolas.

(Martyr había escrito -en mismísimo lugar:
"Cogreso: mujeres muy bellas, Confitería El Molino y mi borrachera se diluye tristemente ante la demora sin fin del puerco mayor. Llega feliz, acompañado por Marcelo, hombre de una delgadez admirable e imperturbable sobriedad que nadie sospecharía encontrar en medio de dos cerdos como Aven y Martin. El primero orina con descaro a centímetros de pordioseros que con amabilidad le indican que el olor de su orín es muy desagradable y que agradecerían fuera a hacerlo a uno de los miles de baños químicos en fila ubicados justo en frente del Congreso. Sigue un bar, un taxi político y nostalgia en 3ro c. Suena “Fico Assim Sem VocÔ y la felicidad me inunda." )

Despachados mis invitados
con nombres martir y marcelo
me proveo de buenas calenturas,
siempre inclinándome por la femeneidad.
y cuando, una vez abandonaron mi casa,
me dirigí al placer mas oculto,
a la dignidad mas eterna y mejor
para el hombre, la sinceridad sexual.
entonces me pajee con un tipo que se
cojia a 2 chinas menores de edad
a lo Roman Polansky.

jueves, 15 de octubre de 2009

DI EGO



1.17 hs. Oblitero las neuronas.


sábado, 3 de octubre de 2009

Los domingos son para morir

Siempre es triste la Verdad, lo que sí tiene es olvido.

0. Algunos mensajes de texto recibidos.

Hubo. La nada fue por todo al vacío. Ya no hay más. Ni dolor, ni remedios. Y nunca fui hecho para mí. Los espero a todos en la caída. Seguramente cumpla el contrato del amor. Callados o cantando da igual. Nadie cree y yo tampoco. El sueño nunca existió y llueve hastío. Hay un fondo y es morir.
De: DdC Galác
12:02 21/09/09

6 a 1! Sei a uno. Listo.
De. Nico
22:48 16/09/09

A! Me olvidé de decirte. Yo no dije lo que dijiste, dije lo que soñé, y eso era… Me cansé de escribir.
De: Chino Mág
20:30 14/09/09

Si, demosle un tiron al corazón.
De: Aven
19:05 28/07/09

"La tragedia, para el héroe del amor, radica en el despertar, muchas veces brutal, al comprender que la belleza, pese a ser un atributo del alma, puede estar ausente en todo menos en las líneas y facciones de la amada."

(Henry Miller, Nexus, Ed. Edhasa, Barcelona, España, pág. 95)





1. La felicidad relacional

16:34 hs
Sandra Iserino siente un dolor de cabeza o ya se dejó de mentir. No importa. En dos minutos llamará a la obra social para pedir un médico a domicilio. Referirá algún síntoma vago, responderá preguntas cerradas y abiertas, será reconocida secretamente por el operador y luego, cuando le digan que la visita se realizará en el transcurso de las próximas dos a tres horas, lo antes posible, lanzará nerviosamente –y por fin– su feliz monólogo en forma de angustia.
–Te hago un pedido, ¿me hacés el favor? Quiero que venga mèdico de Vittal de autito, no ambulancia, no voy a recibir ambulancia, anotalo, que tampoco venga Paramedic ni Emergencias y que no venga el Dr. Gómez Díaz, el Dr. Vazquez, ni la Dra. Martinez.
Esto el operador es muy probable que lo sepa, pues la paciente tiene un promedio de una visita a domicilio diaria los últimos –por lo menos- seis meses. El operador también sabe que despacho sabe lo que refiere en observaciones y antes de cortar le recuerda que la visita médica tiene un coseguro (costo eufemismado) de $20 en concepto del plan que tiene.
Pero resulta que no.
Sandra Iserino se sigue mintiendo o tiene dolor de cabeza. Le comunica a su madre que tiene un cuadro agudo de cefalea y ésta, no sin morderse los labios en signo claro de identificar una pelotudez, le responde que no tiene cambio ni efectivo. No tiene, redondamente, veinte pesos. No puede pagar la visita. (Iserino tiene, sólo en 2009, 317 visitas, con lo cual pagó por las visitas –sólo por el costo de ellas, aparte de lo que pagó por el plan– $6340.)
Sandra siente el hielo en la sien y grita, viendo cómo se desintegra su sistema de fobias; grita como aquella vez cuando descubrió que los médicos de Vittal escondieron la ambulancia estacionandola a a la vuelta, para que no la vea, y pensara que fueron en coche La madre, vía un par de frases sentenciosas, le da a entender que es mejor no recibir un médico. Piensa, “que se curta”. Ella, el paciente, ya sin poder sobre su salud, deja de llorar mientras un extraño alivio le cubre la piel.
La cefalea ya es historia.
2. Milano

¿Qué estás pensando, guachín?, me pregunta la CIA.
Yo pensaba en que menos mal que no volqué en un auto a 125 km por hora yendo hacia la costa porque sería muy aburrido tener que repetir esa historia una semana.




3. La Belleza

"Nos movemos con los ojos cerrados y los oídos tapados: derribamos muros en los que hay puertas que esperan ser abiertas al tacto; buscamos a tientas escaleras, olvidando que tenemos alas; rezamos como si Dios estuviera sordo y ciego, como si estuviese en un espacio. No es de extrañar que no reconozcamos a los ángeles que andan entre nosotros.
Un día será agradable recordar estas cosas."

(Henry Miller, Nexus, Ed. Edhasa, Barcelona, España, pág. 60)

En 1612, el astrónomo británico Herz Nichols postuló una curiosa teoría que negaba la eternidad basándose en la imposibilidad física de dos astros de ser iguales –esto es, que sus condiciones de modificación por contexto actúan de manera unívoca y diferenciada. La repetición de un ente, gota de agua por ejemplo, supone la creación implícita de diferentes órdenes y niveles. Su manifestación de imposibilidad consistía en clausura: el fin de las probabilidades. Ochenta años más tarde, su nieto, Joseph Blair, desarrolló en Leipzig una imprenta supeditada a la iglesia metodista con el único deleite de atosigar perentorias teorías familiares –y cierto y doloroso prestigio– con abundantes e iguales copias. (Capricho de la tinta y de la rusticidad imprenteril de la época, el soltero Blair jamás pudo vengar la sombra de su fertil antepasado.)

4. Los revolucionarios del oficialismo

En Bélgica Mental se desarrolla una hermosa bajada de línea que atenta al ser humano desde la lógica de los mass media.
Bajo el monopólico sistema de medios, la Etroda Ed. y sus dos periódicos –el candoroso oficialista y el tibio opositor– se propone eficaces medios de acceder al centro del pensamiento pelotudo del hombre y mujer medios.
Ejemplo: Horóscopo de la sección tres, comunicado con tubos. Extracto del horóscopo, escrito por ideólogos del Grupo Lavarropas Aurora.
Signos:
Mharaca: merece morir.
Larco: venda sus dólares.
Balavar: Si los malos consejos son números, usted es el infinito.
Picaril: Finja ser feliz, será más exitoso.
Trarasa: Lo único bueno que puede ofrecerle a la sociedad es generarse una adicción a la pasta base y morir.
Mercario: Si le dicen rosarino es precisamente porque se come las heces.
Barracuda: Usted camina sus últimos días, y no precisamente con dignidad.




5. La consonancia

“¡Ese álbum!”, dijo Stasia. “Nunca he visto una colección semejante de imbéciles. Es un milagro que tú seas normal, ¿te das cuenta?”
“La mayoría de las familias son así”, respondí. “El árbol de la humanidad no es sino un enorme Tannenbaum resplandeciente de maníacos maduros y relucientes. El propio Adán debió de ser un monstruo desproporcionado y de un solo ojo… Lo que necesitamos es echar un trago. Me pregunto si quedará algo de Kûmmel.”

(Henry Miller, Nexus, Ed. Edhasa, Barcelona, España, pág. 132)

El gato llegò mucho después.
Primero fue poner esa bosta (24 hour party people) para que se cuelgue en el 60% y ahi hacerte un sanguche de jamòn (estabas en casa de tus padres) y decís "me voy al supermercado y limpio algo, después tengo que trabajar" cuando de pronto pusiste el otro dvd de los tres que tenés que devolver (el tercero es Inland Empire) y ya saboreás los colores, el guión relojero y la fresca multisonante de Wes Anderson; puro mar, nieve despejada. Ponés -es la primera vez que la ves- The Royal Tenembauns y tiene lo que no tenian The Darjelin Limited y The Life Aquatic, la completud, la eyección, el casting invencible, el personaje de Gene Hackman ("i`m dying"), todo. Miràs el reloj del celular, elegantemente ubicado delante de una foto de Parietti y vos, contando cada segundo antes de salir corriendo a cambiarte y trabalhar.
La vas llevando bien, estás alegre. La pelí es de un humor de sacarse el sombrero y con algún guiño lacrimógino menor, para la salsa y el tuquito. De pronto, como de la nada, sale ese tema que escuchaste dos mil millones de veces hace como cinco años, cuando oías como un adicto The fairest of the season de Nico una y otra y otra y otra vez sobre su eje girando abstracto, vos haciéndote medio litro de nesquick en plástico botelloso envuelto; todo arrrrmoso, verrrdaderamente.
Bueno -búm- escuchar esa canción nuevamente. Casi me pongo a llorar -he estado tan mal como nadie puede estarlo, pero no recuerdo llorar hace como, no sé, diez años. Fue un momento desconcertante y hermoso.
Terminó la película y me vine a casa y puse youtube y no había nada. De pronto el video del gatito. Y esa vos de Nico y -múltiples cursivas:- ¡ese tema! Sensación de vivir.
Todo eso se junta ahora -02.40 am- que es el miércoles del mundo y el viernes arquiano a todo lo que da, las venas lindas y viendo (¡¡3!!) el dvd doble que compraste porque sos un pelotudo, el gigante dvd doble Obras Incompletas de Andrés Calamaro, a precio de gramo. El salmón viste remera ricotera, espejitos manchados, sillones cromados, piezas destruidas, camisas floreadas, trajes actuales, guitarristas sonrientes, ciros fogliattas y delgadeces conmovedoras. Está Symns también, y no se le entiende nada. El pivote de los dientes.
Hay un escena excelente que es Andrès vestido de overol, sentado en una silla roja y mirando muchísimos teclados y un juego de luces mientras suena un trip à la David Lynch y samplers hermosos.
Ahí te acordás del gato y la gente grita.











6. La idea pija

Situémonos en una amable anécdota. Estamos en Villa Gesell. Camping Afrika, en la entrada. Tarde de sol. Uno de los nuestros, de apodo Milito, emprende, vaso en mano, el camino hacia una carpa llena de chicas. Se pone a charlar con la primera que ve.
–¿Cuántos años tenés? –le pregunta.
–Veintidós –responde la inocente púber.
–Ah, veintidós, como la mía… –responde Milito, poseído por el espíritu de Hugo Sofovich.
Este varón luego aclararía que acomodó el tamaño peneal según la edad de la interlocutora, que dicho sea de paso escupió un par de frases incómodas y aprovechó luego para irse.
Este infeliz interludio de decir las cosas como no son nos es un feliz prólogo. Comencemos.
Así como la frase “no existen más derechas ni izquierdas” define a nuestro interlocutor de derechoso e imbécil sin él siquiera sospecharlo, hay una discusión fascista y de un biologisismo nazi que tienen las mujeres, los gays y –nobleza obliga, un poco menos– los boludos, que ubica al discutidor de turno en el medio de las SS, discutiendo la utilidad de una persona según sus genes, en este caso qué tan grande tiene la verga.
Hablamos, aclarémoslo, de las discusiones mediáticas. Porque si mi vecina, que, como todo el mundo, es fascista, dice que “el Roberto” la tiene chica y después se ríe, sus dos interlocutoras, que asimilan este conocimiento para ubicarlo determinante en futuras relaciones, importan a nivel ejemplo, consisten sin embargo en un público magro y con poca importancia a nivel cultural. No. Hablamos de los medios de comunicación y de la seriedad y nivel de las discusiones –en este caso una discusión muy menor pero que tiene su nivel de agresión sobre un segmento –suponemos, ¿grande?– de la población.
Expliquemos: Mariana Fabbiani no puede decir que con los peruanos se goza menos en el sexo por una cuestión genética y física, Alejandro Fantino no puede charlar veinte minutos con Coco Silly denigrando a una mujer por el tamaño de su vagina porque ambas charlas segmentan a una parte de la sociedad y estigmatizan al resto en ocasiones futuras (no importa cuán fundado esté el precepto teórico del que partan estas discusiones). Sin embargo, la cuestión del tamaño es mucho más difundida y siempre que aparece un sexólogo que dice que… (acá fundido a negro y terminamos.)

7.
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (02:33 p.m.):
alguien tan perfecto como vos… solo alguien tan perfecto como vos…
CUMBIA says (02:33 p.m.):
los domingos son para morir
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (02:33 p.m.):
solamente un corazon y un espiritu tan mistico como el tuyo
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (02:34 p.m.):
solo una mente tan privilegiada
puede tener un nombre tan insuperable para ser reconocido
CUMBIA
CUMBIA says (02:34 p.m.):
jajaja
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (02:35 p.m.):
no hay mas nada que hacer ni que decir, ni que agrgar ni que quitar
CUMBIA
sos el rey de reyes
el astro de astros
el maradona de maradonas
el peron de perones
CUMBIA says (02:35 p.m.):
me río mientras pienso si tomaré whisky con speed o fernetcola
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (02:36 p.m.):
los dos rey toma los dos separadas esas bebidas te quedan chicas juntalas y hacete un fondo negro
CUMBIA says (02:37 p.m.):
ya comí arrozito con una hamburguesa, el dieta soundsystem a todo lo que da
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (02:37 p.m.):
jaaaaaaaa
CUMBIA says (02:41 p.m.):
QUIERO IRME A LA PLAYA
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (02:41 p.m.):
yo busco amor
CUMBIA says (02:41 p.m.):
AHORA MISMO
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (02:41 p.m.):
busco el mar tambien
me gusta el mar tambien
CUMBIA says (02:41 p.m.):
que venga Jorge, un chofer responsable, agarre el auto, nos vamos con vos y Aven a la costa eso sería para mí el CIELO
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (02:41 p.m.):
tengo cogate de boxeador
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (02:42 p.m.):
jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
el cielo y el mar tambien
CUMBIA says (02:45 p.m.):
sacando la petaca del morral (para hacer el speed+whisky) encuentro dos chipas que compré ayer a última hora. Los como
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (02:56 p.m.):
sos un virtuoso la suerte te persigue
CUMBIA says (02:56 p.m.):
no parece
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (02:56 p.m.):
los semaforos te dan tres luces celestes
CUMBIA says (02:56 p.m.):
espero que me alcance alguna vez
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (02:57 p.m.):
y los naranjos del frutero de la esquina te tiran asados
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (02:58 p.m.):
no vayas tan rapido kargito, no vayas tan rapido en este sistema pedorro y te va a dar un toque
CUMBIA says (02:58 p.m.):
un lindo toque en el culo
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (02:58 p.m.):
jaaaaaaaaaaaaa
CUMBIA says (02:58 p.m.):
estoy definitivamente ebrio de una manera poco feliz
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (02:58 p.m.):
maldicion va a ser un dia hermoso ehhh
CUMBIA says (02:59 p.m.):
estoy haciendole un “No” con el dedo al monitor
CUMBIA says (03:00 p.m.):
no sé si bailar, desmayarme o hacer 40 minutos de bicicleta fija
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (03:00 p.m.):
aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
que piojo me siento ante tanta crudeza y rechazo
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (03:01 p.m.):
el chino hoy lloro
CUMBIA says (03:01 p.m.):
jaja, pará un poco
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (03:01 p.m.):
jhaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
CUMBIA says (03:01 p.m.):
lloró? ayer Aven lo llamó a las 2 amç
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (03:01 p.m.):
lo se lo se
CUMBIA says (03:01 p.m.):
para desearle un happy birthday vino a casa y le dí un pase un sólo pase
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (03:01 p.m.):
jaaaaaaaaaaa
CUMBIA says (03:01 p.m.):
y me fuí
ese es el trato que reciben los pacifistas: los asesinan todo el tiempo
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (03:02 p.m.):
hay que devolverle esa bondad de alguna forma no??
jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa es asi , inevitablemente
CUMBIA says (03:16 p.m.):
mi estado actual (al segundo speed con whisky y luego de un litro de cerveza) es: http://hiderefer.com/?http://www.rollingstone.com.ar/nota.asp?nota_id=1181163&pid=7444657&toi=5909
mi estado actual (al segundo speed con whisky y luego de un litro de cerveza) es: http://hiderefer.com/?http://www.rollingstone.com.ar/nota.asp?nota_id=1181163&pid=7444657&toi=5909
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (03:19 p.m.):
si seguis asi vas a llegar a los montes nevados de Alaska de una patadita en el culo de tu amigo el dios y te vas a quedar sin aliento
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (03:20 p.m.):
che
CUMBIA says (03:20 p.m.):
necesito estar en el río, pero no tomaré bondi eso lo sé porque soy un gordo nefasto
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (03:20 p.m.):
ahora tengo el ares
CUMBIA says (03:20 p.m.):
con aristas de nobleza gaucha
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (03:21 p.m.):
baje todo del polaco, todo de edmundo, el tesoro de los inocentes que le regale a ese galleta puto ador de toros y no se mas que hacer que hago karg??
CUMBIA says (03:21 p.m.):
bajar música… hay varios sitios
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (03:21 p.m.):
que ritmo le falta a mi existencia??
CUMBIA says (03:21 p.m.):
yo te puedo pasar música por este medio
CUMBIA says (03:22 p.m.):
estás tapado de laburo?? yo estoy pensando seriamente -ya no en el suicidio- en la renuncia. Pero espero no hacerlo
CUMBIA sends: Cancel(Alt+Q)
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (03:22 p.m.):
tan tapado como mi miseria
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (03:23 p.m.):
jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
CUMBIA says (03:23 p.m.):
ahí te paso un tema que me hace llorar -como dijo el chino- “mi nariz llora lágrimas coreanas”
un poeta el CHINO
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (03:23 p.m.):
suicidate mejor, te lo digo como amigo
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (03:24 p.m.):
ahi vas a tener la gloria que tanto mereses
jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
CUMBIA says (03:24 p.m.):
ahí voy a tener la NADA que merezco
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (03:24 p.m.):
un poeta sin lugar a duras
jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
no seas tan cruel con tu eternidad
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (03:25 p.m.):
hay un dios que nos quiere ver muertos
CUMBIA says (03:25 p.m.):
mercedes sosa se muere y nosotros seguimos jodiendo
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (03:25 p.m.):
jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa que putoooooooooo jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (03:26 p.m.):
me tente maall
CUMBIA says (03:26 p.m.):
entre mis letras se esconde el deseo de que pases con el auto y nos vayamos de guille al río. NO lo propongo porque vos dirás NO y ese NO hará que toda la charla se venga abajo.
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (03:26 p.m.):
que hijo de `puta
CUMBIA says (03:26 p.m.):
sigamos como si nada
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (03:26 p.m.):
jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
CUMBIA says (03:26 p.m.):
sigamos
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (03:26 p.m.):
cuanta miseria se esconde detras de todo esto ehhh desgracia
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (03:27 p.m.):
mediocre desgracia
CUMBIA says (03:27 p.m.):
quiero acordarme a qué hora se fue Aven, tenía que despertarse a las 7 am, se habrá ido a las 4., 5, 6?
CUMBIA says (03:28 p.m.):
hizo unos coros para una canzonetta que toqué. Fue lamentable para la gente pero la pasamos bien.
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (03:28 p.m.):
es el amor con forma de muerte eso es lo que es
CUMBIA says (03:28 p.m.):
(en el medio pienso en llamar a un delivery de sanguches de miga y pedir mil pero abro mi billetera y sólo tengo $2)
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (03:29 p.m.):
amoroso hasta lo mistico
CUMBIA says (03:29 p.m.):
humorístico
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (03:29 p.m.):
tus latigillos de miseria me estan dañando gravemente el alma
CUMBIA says (03:30 p.m.):
jajaaj, y eso que todavía no te pedí que me consigas un trabajo en esa empresita!!! esperá 10 minutos y te lo pediré
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (03:30 p.m.):
vas a lograr que vaya para alla conn baylis ymerca y panchos
CUMBIA says (03:30 p.m.):
(mientras me bajo el segundo speed con whisky)
eso sería para mí la prueba irrefutable de la existencia del TODOPODEROSO
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (03:32 p.m.):
jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa seeeeeeeee
que hijo de puta
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (03:33 p.m.):
estas bastante afilado para ser un domiguero
CUMBIA says (03:33 p.m.):
LOS DOMINGOS SON PARA MORIR
y a eso me dedico
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (03:33 p.m.):
si yo voy te juro que no me paras mas, y menos aun vas a parar vos esa es la encrucijada de esta charla
jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
CUMBIA says (03:34 p.m.):
tenemos que tocarle el culo a la muerte
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (03:34 p.m.):
estas radicandote en una villa mental que se esta apoderando de tu escencia infinita mañana no existe
CUMBIA says (03:35 p.m.):
es posible, quizás sea que estoy influenciado por Nexus, de HENRY MILLER, libro que estoy leyendo estos días y la DIETA que estoy haciendo. EL ALCOHOL me pega más, pega más, pega más (como diría un potrillo cordobés)
UN RIO
CUMBIA says (03:36 p.m.):
así se va a llamar el libro que escribiré en 8 años con la foto tuya y del cabeza en la tapa
CUMBIA says (03:41 p.m.):
noooooooooooooooooooooooooooooo
ENCONTRÉ $20 EN EL BOLSILLO DE LA CAMISA
así comienzan las revoluciones
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (03:44 p.m.):
jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa hago vaeler este jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa por todas las cosas hermosas y graciosas que has dicho en este interwiu
CUMBIA says (03:46 p.m.):
y por el intertexto de imaginarnos entre renglones los dos en el río con guille sabiendo que no va a suceder. Y por las autenticos decadentes y su “guitarra” y su “corazón” y su “osito de peluche de taiwan”. Canciones que suenan a todo volumen en (como dijo Chareun) VILLA ADRENALINA
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (03:46 p.m.):
jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (03:47 p.m.):
che ya voy para alla… pero… voy…
CUMBIA says (03:47 p.m.):
TE CONVENCÍ
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (03:47 p.m.):
sin auto… con resaca…
CUMBIA says (03:47 p.m.):
así comienzan los mejores matrimonios
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (03:47 p.m.):
y sin un peso…
CUMBIA says (03:47 p.m.):
tengo $20 pesos, compramos un vino y sanguches de miga
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (03:47 p.m.):
por que por mas metaforas que hagamos la realidad es una sola
CUMBIA says (03:48 p.m.):
y fumamos la marihuana que me dejó el CHINO en la terraza
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (03:48 p.m.):
eso me lo dijo el baby hoy por radio
CUMBIA says (03:48 p.m.):
y lo llamamos al chino y le hacemos un HOMENAJE EN VIDA
IL SOLE CUCINA LENTO…estas morta amore mio says (03:49 p.m.):
ya salgo para alla

miércoles, 5 de agosto de 2009

El Asado de Pauls

ilustrado con imágenes de Facebook de absolutos desconocidos

1
El menor de los niños esclavos se despertó borracho en el enorme patio trasero de la Quinta Gobernación. Se vistió con lentitud, esquivando botellas, y reconoció un cuerpo cerca.
-Gobernador -dijo-, ¿qué hace en silla de ruedas en la pileta?
El gobernador no apartó su mirada del cielo, que amanecía sin hacerlo. Llevaba de vestimenta un pantalón militar y la escopeta de siempre. Un sol, luego ese mismo oscurecido de todo, luego otro sol. Todo bañado con nubes y la luz, la luz, la luz.
-Sueño con ser feliz -dijo. Mantuvo después un silencio de intimidad para consigo. Fue una sonrisa leve que no alteró en nada su rol de gobernador en jefe mafioso, su papel de plutocrata invicto, su coherencia como hijo de puta.
En ese momento, a las 07:33 hs centrales de la península de Ibseri, cuarenta soldados del Ejército de Resistencia Naorí bajaban de cinco combis en la puerta de Quinta Gobernación. En siete minutos el grupo inicial había barrido las cinco secciones de seguridad y llegaba, dividido en cuatro subgrupos sin bajas, a la pileta.
El menor de los niños se orinó por temor a la felicidad. La silla de ruedas hoy está en el museo de Historia de Resthaj, como símbolo del golpe revolucionario y como contundente muestra del poder de destrucción de ciento nueve balas disparadas en un minuto.

2.

Julebéck Julebéck
Julebéck Julebéck
risas en el panel del tiempo.
Hago una lista de los momentos extraños de esta semana:

1) hoy mismo, caminando a las 19.30 hs, saliendo de Alem -la calle con más robos per capita- a Paraguay (431) y entrar a librería con apellido de milico puto (el 2do apellido del milico; el 1ero nos recordaba un pensador muerto en frontera). Entré a la librería y al mundo cultural de la misma mano. Había un cocktail por no sé qué, gente de traje asociada a charlas con cara de reconocer en cada ingresante alguien a quien saludar o a quien no. Había sanguches de miga raros y pocos, una excelente anciana con el pelo azul que se robaba la fiesta, otra venerable vieja que contaba cómo era el mundo cuando tenía cinco años y que le comentaba de las ventajas del facebook a una joven purreta. Vi copas de champagne como quien ve dos moscas en un vaso de cerveza dos días después de servirlo. Alrededor de todo eso: la bondad de asistir a algo que se considera inferior.

2) Hoy, yendo en colectivo de martinez a la zona noroeste conurbana. Yo con una mochila pesada y hermosa: johnny red y jack D plus soja milanesa, rallado queso y barbacoa salsa. Incómodo y odioso, chocando con las curvas perpetuas del 343, autito chocador de la vida. Dos jóvenes permanecen parados y me ceden el asiento; yo escucho sus charlas. Uno está vestido con un traje espantoso y el otro tiene pinta de policía y de chorro. El primero ofició de contacto para que el segundo entrara en una empresa. Hablan del gerente y de las ventajas del trabajo, en el cual ganan $100 y hasta $300 pesos diarios, por la calle y con sus tiempos. Hablan de un anulado viaje a cancún por aeropuerto cerrado porcino h1n1 mexicano y refieren que el viaje se redireccionó a ¡Pinamar! "Fue por capacitación", explica el del traje de pastor. Enseguida se pone a hablar de su trabajo y refiere: "los horarios son flexibles y encima estás en la calle, se pasa más rápido. Qué sé yo, me gusta. Y encima no estoy en mi casa, mi mujer tuvo una cesarea hace tres días y no puedo hacer nada. No quiero estar ni en pedo en mi casa."

3

Lo que más voy a extrañar de esta pandemia de gripe (un oxímoron gracioso o una obviedad sin gravedad, hasta hace unos meses) es la importancia del alcohol, su resurgimiento y su vuelta con todo. Es -también- ese rito de untarse las manos con una delicada capa con olor al vodka peters que tomábamos en la era 1999-2003 a $3 litro como si fuera un black label -y protegerse así del Mundo todo. Esa fortaleza que da la ultrasalud intraalcoholiana contrastada ad nauseaum por el Mundo, esa tortura con la cual hay que interactuar bajo el resguardo de un barbijo.
Ya lo dije: cuando pase esta bola de nieve -si los laboratorios dejan- voy a extrañar -si no la vida- ese pacto público con el líquido más noble y entonces -seguro- me haga un poderoso lavado de manos sin el menor requerimiento del alrededor -escrito con cursivas.

(((Tres tipos se cambian apoyados contra el borde exterior de las banquinas de Panamericanas. Se sacan la ropa civil y se desnudan frente al paso del tren Belgrano, que parará un minuto después en Scalabrini Ortiz. Es un día de sol, 18°. Los hombres se visten con la ropa que un inclemente bolso les reservó allí mismo desde hace días. El tren, mientras, atraviesa un cambio de vías y se acerca a Retiro. El fin del mundo se aproxima.)))

4

El deber del escritor sería, en ese caso, no escribir todo el tiempo cualquiera porque cualquiera es cualquiera; el deber es no sólo escribir sólo en situaciones alteradas -para sumar romanticismo- sino y por sobre todo generar esas situaciones que son el deber del hombre. El deber del escritor sería, en ese caso, no escribir sino fertilizar el aire para que al final del arco iris un muerto se sienta escritor manipulando símbolos muertos, estrellas de vida vividas hace miles de años. Por nosotros.

5
Un buen escritor debe ser premiado por las soporíferas e inútiles páginas que decide no escribir, por el no derecho de base que posee y que lo hace obrar con generosidad para con sus hermanos; por las letras que se avalanzan sobre ninguna idea y llenan el ningún hueco y por su decisión de no darles vida; por las reprimidas ganas de dejarse llevar y por los martirios que le ahorra a la posteridad y a los árboles y al aire lleno de bits. Hay más premio en no escribir estúpideces que en escribirlas; estamos de acuerdo. Hay más posteridad en la nada que en el acto de escritura. Hay más violencia en la generosidad del arte que en los cuerpos muertos. De ahí la culpa erógena de Baudelaire ante un buen vidriero, el enojo sin odio de Lennon al pescador dejado en el limbo de su nadería: ellos y su generosidad de buenos escritores y malos vidrieros y buenos pescadores son la generosidad y el punto más algido y violento de la escritura, como decíamos en el punto 1.


6





¿Su hermano está casado? ¿En qué domicilio? ¿Es en Adrogué? ¿Natalia dónde quiere que vayamos, dónde es? Bueno, un psiquiatra se va a poner en contacto. ¿Entre qué calles? ¿Sabés cuando cobra Vale? ¿$3200 y hace Sábado 24 hs? Hace cuatro años atrás se pagaba mil. Bajaron mucho las guardias. ¿Pero clínico general? ¿En dónde hace? Ojo que el pena es bravo. Hay que hacer una guardia 24 hs,eh. Es una cuestión de la conciencia. No: hoy. Porque conozco la calle. Hice teatro. Pintura. No: obvio que leo. Soy adicta a los libros. ¿De qué se trata? Yo ya conozco ese "de qué se trata ese libro" y después... Risas. No: no necesito. 7... si... 804... cuàndo le preguntás. ¿Sabés si estaba en el Fleni? ¿Cuánto de onda tiene que tener? Ojo, Agos. An de luccio. ¿El móvil como tiene que ser? ¿Ustedes escucharon lo que dije sobre la evolución? Eh, decile al Dr. decile que no vaya, ponelo en f9. No te va a entrar. No. Lo desasigno. Mandar a Iovine o a Cebac. Este es el mío. No, no, no: salí. Ahí decía Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Gonza, ¿el Fleni de Montañeces en qué barrio está? Una derivación, internación con blenorragia. ¿Gineco es? ¿Pusiste algo en el f9?

martes, 30 de junio de 2009

Más caviar y menos gauche


Desde aquí brindamos por este país de triste destino de puta con síndrome de Estocolmo; por esta urna revelada caja negra de un avión estallado no sin sus muy merecidos pilotos el pueblo. Brindamos por las banderas de izquierda buscando al pueblo bacanal derechoso, antena individualista capitalista ista a todo lo que da; por sus ningunos muertos, por su clase mierda, por sus comodidades mediáticas metafísicas, por su amor amarillo icónico.

Siento por sobre todo y por el lápiz
bajo la piel del diseño de redes
Inmortales lápices
sobre la piel del diseño de redes.
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Todo muy juntito panquesito dado vuelta en HQ bailando porque le dieron a Hayek el premio Nóbel de economía y nosotros, más papistas que Pappo, abrazando al neoliberalismo como chotos culos inmortales superpijados y con un sistema moral ad hoc. Hacé algo, la puta que te parió. Tenés poder solamente dos años más, naciste para estar ahí, nunca màs vas a llegar a un carajo, ¿te están pijeando a troche y moche?, mejor aún: ¡¡¡radicalizate, la concha de tu madre!!! ¡¡¡Hacé un puto gobierno de izquierda!!! No more ley de medios como carta de juegos para el 2011, decreto constant concept y a la mierda. Ya tendremos tiempo para el privatismo vendepatria tour 2011, el caminito asfaltado por empresas privadas que vacían, liquidan y si te he visto no me acuerdo. Este es el puto momento, ya no hay nada que perder y nuesto consejo es: RADICALIZATE.
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Mundo dermatológicamente testeado
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Por otro lado votar a De Narvaez con un barbijo es como ir a la guerra con un profiláctico puesto, es como saltar de cuatro mil metros de altura con un chaleco salvavida. Otro ingenuo rasgo de ignorancia y de individualismo, boludos o garcas dijo el poeta. Seguimos. Buscando en la piel del diseño un mapa común: 1976 – 1995 (¿notaron, ustedes también, que los promotores neoliberales actuales son bastante más básicos que sus predecesores, respondiendo seguramente a la lógica de degradación total post 90s?). Usted elija en su menú la bomba, en su bomba menú dentro suyo qué cara del Poder se nos parece menos. ¿Zeus o CEO? ¿Zeus o cero? ¿CEO o cero?
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La corrupción intracorporal también deviene evidente. La sangre es peligrosa y enferma: los líquidos también. No me tosas. No respires cerca. Pasame el higienizante para manos con alcohol + biguanida, instantáneo en 15 segundos con 12 horas de protección. Y repet with me: no dar la mano no besar no coger no votar
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pero los billetes los agarrás como loco y sin preguntar, ¿no?
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Repito: país de triste destino de puta con síndrome de Estocolmo. Cada uno sabrá qué responsabilidad tiene para con el país de sus hijos.

jueves, 18 de junio de 2009

Peña de muerte



Cuando era niño (me) sucumbía ante el morbo del homenaje de muerte y pronosticabame una actividad futura muy nutritiva en ese aspecto. Digo: réquiem eterno de todo coda. La vida hasta en eso me defraudó y hoy en día la necrofilia medio que me pasa de lado. No obstante, para contradecirme, escribo esto.


Primero escuchar a mi padre sobre la vieja que hablaba con Tristeza y que era un tipo y del programa del sábado de la cubana que no era y antes esperando el bondi a la salida del dentista pensando que nunca me gustó el programa de Vernaci y esas voces y después leer a Ripoll diciendo que saber eso (la multiprocesada verdad, la meta metalingüística) hacía más interesante el programa (la Obra).

Nada muy interesante, esos datos que tenés en el cpu esperando la interconsulta cuando después del colegio tenés que ir al banco a pagar las boletas, año 2000, y con no sé qué walkman cambiando las radios porque hay una cola terrible y cambiar hasta que escucho jazz y resulta que era la cortina de El Parquímetro y ahí entraron ochenta mil personas dos. Supongo que al otro día ya estaba más interiorizado y antes había escuchado pero viste eso no te queda o mejor te queda y ahí comencé más o menos a escuchar.

El 11 de septiembre de 2001 no me tocaba ir al colegio. Me levanto y tanteo la radio y Peña decía “están filmando Matrix 2” por el avión incrustado en las excusas de colonización económica del Imperio. Prendo la tele y veo toda la secuencia y el otro avión misil en el Pentagono y otro que no sabían dónde estaba. La música era New York, New York, Bomba y temas del tono mismo de la reyerta. Siempre el escalofrío ahora barcelonesco de sentir que se tensaba el hilo y que un par de caretas eso se lleva por delante. Además, el tipo es un Genio en el sentido antiguo, un superdotado, un mago. Se contradecía, se peleaba, se pisaba, se seducía. En la radio era insuperable por el dixit dixit de 4 horas de ficción diaria. Después ví a Wainraich por tv y me pareció un enfermo loco por su look y después vi a Ripoll en tv y me pareció rarísimo y después vi a Scott y era tal cual lo imaginaba.

A la semana siguiente del choque aéreo a las torres imperiales nos fuimos de viaje de egresados. Había varias banderas una más pelotuda que la otra y Aven había hecho al Che Guevara y como le salió mal terminó siendo un Bin Laden y los padres quejándose. (Este incomprensible párrafo debe ser leído en tres términos y en un cuarto, generacional.)
Luego, cuando ya orienté mi personalidad y mi visión del mundo, Peña fue para mí una clave. Si tenías que testear lo careta que era una mina, la palabra Peña era fundamental. Separaba a la gente abierta de la que te podía condenar por tomarte un whisky (por usar un eufemismo dialogable) o de la que agazapaba su ímpetu fariseo por sobre las libertades de terceros (en este caso yo). Entonces en algún momento yo lo nombraba como quien no quiere la cosa y de ahí si seguía o no.

El año 2002 nos encontró unidos y dominados. Duhalde le había hecho mil multas a Peña por poner de tema el sexo marital de los gobernantes y lo pasaron a rock and pop, a la noche. Ponía separadores que decían “dróguese” y cuando no iba estaban dos tipos audaces y recuerdo y toda mi vida recordaré esa inolvidable noche de jueves o martes (lo recuerdo porque en la tele estaba TVR) que Peña, que nunca era Peña sino siempre Dick Alfredo y otros akas empezó el programa llorando y abrazando a Lalo Mir y que llamó por teléfono a la amante de su padre y hablaron mucho y ponía la puta música que él quería y se empezaron a poner en pedo y le decía a Scott que siempre tenia que estar en pedo y entonces Scott dice que va a poner un tema, “decí por qué”, le dice Peña y Scott dice “porque es lindo” y comienza “Waitin” de la Hija de la Lágrima de Charly, el mejor LP del Universo y en ese momento entrás en una sincronía inmensa en que te sentís cómodo, algo muy kantiano y pro descartes, una situación de vos sobrio queriendo llamar a tus amigos y abrazarlos, algo que me pasó un millón de veces y que dura eso, unos segundos, abrazarse. Lo contrario del comercio del dinero. Bueno, ese programa me cambió por completo porque ya era eso. La profesía autocumplida a todo lo que da y la incorrección política que es la Verdad inaccesible y una delgadez de Peña que ya dejaba de ser y Peña convirtiéndose físicamente en mi fenecido abuelo, igual físicamente, casi igual en múltiples motivos. Yo le comentaba a Aven ese programa en que llamó llorando a Vernaci y ésta le dice: “nosotros somos amigos tuyos por estos momentos de dulzura, nos bancamos lo otro por esto”.


Se va de Rock and Pop porque puteaba a la radio todo el tiempo. Pasan un año, dos y empieza su mejor ciclo, El parkímetro un klásico en KSK radio. A las 10 de la mañana, en la cumbre de sus talentos, ya se empieza a escuchar las rayas que peina y “pasame la merca” y su ortodoxia fundamentalista del momento. A mí la relación que él tuvo con la cocaína siempre me pareció muy sana, y eso es porque era un bebedor. El alcohol obnubila las neuronas y el lóbulo central y te frena un poco la droga. A veces, y pregúntenle a Repetto y a Lopilato, pregúntenle a Eurnekian y Avila y Majúl, pregúntenle a Hadad y a Polino y a Sergio Company y a D`Elía, no. Pero lo que él contaba, de utilizarla para escribir obras, de mañana, sin miramientos, me parecía funcional. Abarcar esa intensidad de la concentración en una obra y poder bajarla con un 18 años.

Una mañana me fui a la radio KSK, que queda en San Isidro, a darle a Peña un libro que había escrito y unos pedorrísimos guiones que escribí ese día para justificar dárselo. Fui como quien va a cagarse a piñas y me encontré con una persona amable y atenta, que me escuchó y se fue. Dónde estará ese libro ahora, nadie lo sabe.

Después no sé cómo viene la cosa. Antes de darle el libro fuimos a verlo con Aven al teatro, creo que él no sabía cómo era físicamente. Un teatro en Congreso. Llegamos y llegaba Peña (“es parecido a mi tío”, me dijo Aven). Un par de fans le piden una foto, él los empuja violentamente y entra al teatro. “Bueno, era una opción”, le digo a Aven, y nos vamos a tomar una cerveza. Entramos a la Obra, era jueves y nos pusieron, por poco público, en asientos más caros de los que pagamos. La Obra era la Tragedia Burlona del Corpiño y fue excelente y punto. Aven estaba llorando y yo en shock. Terminó y Peña dijo “me encantan los jueves porque como hay poca gente, sale mejor, más íntimo” y voy al baño a la salida y estaba Carlos Ulanovski meando al lado mío y no pude mear de lo impactado que estaba. Estuve como un minuto y me fui como entré.
Fui luego a ver Gracias por volar conmigo a un teatro de calle Corrientes con una chica y fue como ir a la guerra. Yo no les puedo explicar cómo zafé de que me llevara al escenario, estaba en una de las puntas y era yo solo. Los otros que subieron sufrieron un escarnio mayúsculo, insultos, desnudez, vergüenza. Si yo hubiera subido creo honestamente que hubiera habido una pelea.
Qué viene antes, la tapa gigante del Indio Solari en Rolling Stone, año 2000, con la nota a Peña. Después Peña llorando años y años porque en la Metro estaba la felicidad (que es algo que sucede en el pasado) y que luego estaba perdido y que radio no quería hacer y que en su lugar estaba el pelotudísimo Andy Kusnetzoff (que es tan pelotudo como para ser digno embajador de ese esperpento snob denominado Palermo Hollywood). Después viene leer el libro y no decepcionarse pero sí esperar más de él, después de todo es un Genio, uno hubiera esperado un Yo necesito amor, un Klaus Kinski, un Celine, un Miller, que escriba algo bien, no las boludeces de estudiantina del avión. Recuerdo haber leído del músico brasilero que hasta los 40 sería música, de los 40 a 50 cineasta y luego escritor y que murió a los veintitantos. Peña es para mí lo escritor que hubiera sido en diez años adelante.
Recuerdo también, no sé si con Martyr y Alessi en Feria del Libro, tiempos de fernet libre y de pronto mesa redonda y cayó Peña hablando de teatro con Dayub. Betty Elisalde dijo: "lo único bueno que tiene Peña es la puntualidad". Mil preguntas del público a Peña y cuatro a Dayub y éstos casi peleándose y Peña atacando a una mina del público porque iba a todas las funciones, gritándole que se vaya de su vida.

Después viene la peor etapa, mía y de Peña. El vuelve a su amor Metro, pero antes (caprichos de la cocaína y del pelotudo de Kusnetzoff), de 7 a 10. Este horario lo condena a la actualidad, la muerte del artista, a la política, la muerte del artista. De a poco el panorama social termina minando a sus personajes y es Peña quien debe salir del closet para mostrarse desnudo como un reaccionario hecho y derecho, como un indisimulable derechista ingenuo avida dollars. Para colmo, le toca enfrentarse al populismo en una forma muy careta y a veces inteligente y casi siempre falsa llamada kirchnerismo. Peronismo para principiantes y comerciantes, cómo estará la derecha de poderosa que para combatirla hay que votar a Scioli.

Fui a entrevistar a Peña una mañana, a Metro, para un sitio cultural que íbamos a hacer con Aven. Yo llevaba un grabador pedorrísimo y ningún contacto. Esa mañana Peña estaba de muy mal humor y se peleaba con todos. Cuando llego a la puerta encuentro a Diego Scott. Le comento mis deseos y me dice “Peña es un paranóico, no le hables directo porque no va a acceder, se va a perseguir, tomá, este es el número del que le hace la prensa, arreglalo con él, mejor”. Le pregunto “¿él le maneja la prensa?” y Scott, como quien hace un guiño, me dice “si, él no puede manejar nada”. “Está de mal humor, ¿no?”, le pregunto. “Y… él dice que no, pero…”, me dice, con todas las letras.

Volvemos. Peña desangelado. No tanto, pero yo ya no lo escuchaba en la radio. Ya no lo soportaba, me costaba verlo. Era la personificación del oligarca que desconoce su personería y se justifica patriota y hasta progressive, y encima estaba leyendo los diarios de Bioy sobre Borges… tenía gorilismo de sobra. Me acuerdo hace dos semanas en un bar y Diego Rico diciéndome “quiero que muera Peña” y yo le digo “es la actualidad. En cinco años la política va a quedar muy lejos y hasta va a parecer bien que haya estado en contra de un gobierno”, yo pensando que Peña (2009) sobreviviría al kirchnerismo (2011). Pero ustedes y yo sabemos el final.

Ayer Aven me manda, en medio de mi agónica agónica agónica jornada laboral, un mensaje que rezaba “Se murió, se perdió. Peña.” Y caí como quien confiaba en la horizontalidad y materia del piso. En mi trabajo, no pregunten cómo, tengo acceso a parte de la historia clínica de Peña y entré de inmediato. Hay, en la interna de ambulancias y demases, tres códigos, uno verde, para visitas médicas, uno amarillo, para situaciones de peligro de más de cinco horas, y otro rojo, para situaciones de vida o muerte. Peña tenía de las tres, muchas rojas, algunas amarillas, y muchas observaciones. Me enteré que hizo ir a un médico de la obra social para que atendiera a la empleada y que lo tomaron pero le dijeron que no; que pidió que le lleven una silla de ruedas para ir a hacer una función en tratamiento; que se fugó de una clínica, de la guardia; que tuvo una hipotensión con diarrea e internación; que su año complicado fue 2005. Todas estas cosas las digo porque acá no entra nadie y porque él estaba en contra de la privacidad.

Vuelvo en el anteúltimo tren, recontrasemivacío, leyendo el Borges de Bioy, en el final. Voy por la página 1500 de 1650 y los dos combatientes están viejos, se olvidan las cosas, escriben casi nada, están mal. Con ese sentimiento vuelvo a casa.

Me planteo estos renglones porque sí. No creo en absolutos conceptuales inútiles como qué se murió con Peña, busquemos generalizaciones, un artículo para revista o boludeces. Planteo el fin del concepto en manos de lo didáctico autobiográfico porque en uno la torpeza de lo mecánico convierte el elitismo en un club vacío; más allá hay otros que vivimos entre ambulancias, y que tenemos menos talento.

Hoy soñé que estaban Peña y Lanata y yo le decía a Lanata: “vos no sos un genio”.

martes, 9 de junio de 2009

Miss Ventanas Polarizadas

1. Leo Rossenbasen como un David Lynch impro-crash
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Una notera de tv detiene a dos hombres de tercera edad para una nota sobre las mujeres y su comportamiento. Mientras estos responden preguntas, se acerca un tercer entrevistado y es incluído por la periodista en la nota. Inmediatamente aparece el esposo de la notera, que la saluda y se va a unos metros. El tercer entrevistado aprovecha cada respuesta para piropear a la periodista, quien de a poco, y con la salvedad de que el esposo está cerca pero no mirando, se rinde y accede paulatinamente al juego sensual. El esposo va y viene y la notera muestra deseo de besar al tercero; les pide a los primeros dos hombres (que, viendo cierta accesibilidad de ella, le tiran galgos) que se queden entreteniendo a su esposo.

Todo esto, aún peor explicado, es la quintaescencia de la necrofilia semántica cinéfila.


2. Escribir todo seguido es gratis II

Es una gota apenas de amor para que te sientas indefenso ante la agonía y las ocho horas continuas de asistir a la enfermedad con tiempo de espera, “tengo a mi hijo de 3 años con cuarenta de fiebre y pedí un médico a las dos de la tarde” y vos ves que todavía no le asignaron un médico (23:30 hs) y que en la empresa ya no hay, que dos médicos rechazaron y que hay que pedir a paramedic y que tienen doce horas de demora y entonces te ponés los huevos. Nueves horas mentales más tarde, entrando al anteúltimo tren, muy de noche, semivacío, hay ocho personas en un tren para mil, todas en el mismo vagón protegiéndose, un acto de poesía y vos leyendo sobrio se confunden los dedos y el fondo de pronto sentís como una abstracción gigante te das cuenta cuando te das cuenta del tren y de la gente, caminaste corriendo para llegar “tiene tos y dolor de garganta quiero un médico” “en ocho horas” “no: cancelá un paciente y damelo a mí, no me importa” hija de mil putas la reconcha de tu madre individualista de mierda no ves que tiene una puta tos de mierda, chetita idiota si te dijeran eso recapacitarías pero dejás de pagar los setecientos o mil que taca taca mes a mes. La perra te saluda cuando llegas y casi te largás a llorar de que haya amor en este puto mundo de mierda y en el tren también cuando tu novia te pide que le mandes un mensaje cuando llegues a tu casa la puta madre arte arte arte. Una de la mañana y nadie en la calle arte arte arte.
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Te juro que en los veinte años que estoy acá nunca pasó y yo que estoy acá hace cinco minutos ya me di cuenta.
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No tenés hambre hijo de puta para qué comés vos ya lo sabés hay que descargarse implosionando no se puede vivir así. Esperar el fin de semana, hacerse mierda y virar virar virar sin sentido un vaso de vino, eso hay, y whisky, cuál tomo, el mejor es el Teachers, imaginate. Igual es bueno, con Coca Cola Zero que quedó de hace mil años, queda bien, dos cubitos, cuatro milanesas de pollo a la 01.47 hs mientras escribís y escuchás un tipo haciendo una versión de Silvio Rodriguez con esa tristeza tan parecida a lo patético. Decidís la vida insoportable. Te decidís un malviviente en sentido literal. Qué infinita infinita infinita tristeza tristeza.
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El gastronomizado capo señala a un hombre extrañísimo con dos ojos vizcos que cuando lo mirás directo a los ojos los mismos se mueven y mueven de izquierda a derecha y es imposible para vos saber qué mira. Es un tipo de lo más amable, un ser ejemplar, y se acerca se acerca para bancarte que estás escuchando un tipo media hora, le dijiste diez horas, era más sensible que vos, esa sensación de impotencia que nunca te imaginaste a los 17 años, por favor, volver allí, a las quince horas de celda en Belgrano, con el barrabrava de Defe, con el tipo que llegó de una pelea y se durmió en la celda y vos envidiándolo por evadir esa celda putrefacta en la cual todos meabamos en la pared, vos llegando a la celda, en el subsuelo, sin conciencia, vomitando y desmayándote, un poli te despierta y te hace buscar algo para limpiar, tenés 18 añosy cuatro días y una causa penal porque el pibe que agarraron con vos tenía un par de porros y cagó a trompadas a dos oficiales y vos cuando te agarró el poli le dijiste “pará, hijo de puta” y cuando llegaste a la 35 no supiste qué número de documento tenías y de pronto, mirá: qué mierda de subsistencia capitalista , te vas en la hora a Puerto Madero a mirar como un idiota violado el agua, sentado, escuchando Flopa, por Dios, pensando en alguien que te salve la vida, Kafka no la pasó tan mal, Burroughs tampoco, tiene que haber algún empleo decente. Seis horas más tarde caminás por Alem y ves pasar 2 ambulancias mientras corrés al tren y sabés que antes de la velocidad de las ambulancias hay un gordo diciendo “tengo un rojo”, sentado, tranquilo, puto, tomando 7up baja en sodio pudieron haber fallado los controles del vuelo 747. En Buenos Aires 7 grados ocho decimas la temperatura actual.
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“Este es el código penal, vos no tenés una declaración juramentada o sea que podés dar tu versión sin que sea verdad” te dice el empleado de Tribunales y vos con los pajaritos al aire del oral renglón. Una de las absueltas causas que al estado le salen cinco mil pesos y que no sirven para nada. Por esa causa pendiente te quedaste en tu casita en los días de lucha del 2001 y esas causas mirá si las habrán tenido tus amigos; Malcolm y Favio en rueda granjeana con un tipo que confesaba que toma drogas desde los 70s cuando era de un escuadron de la muerte y lo papoteaban todo para que picanee y mate a los “subversivos” en los 70s, el tipo no sabía qué mierda hacía, le tiraban dos cuerpo, todo psicopateado y con el cerebelo lelo anfetaminas fafafa y siguen las firmas. Ahora es el capital la cosa, la pena capital.

(Intermezzo)

Un amigo trabaja en la técnica de canal 13 y me refirió dos cosas curiosas. La primera tiene que ver con las supuestas interferencias en los satélites de TN y Canal 13, interferencias que fueron avisadas a ellos unos días antes de ocurrir y que según él fueron provocadas por el multimedio y no por el gobierno. La segunda tiene que ver con Leonardo Favio. Me dijo que vió a Favio en “Tiene la palabra”, frágil. Favio comenzó diciendo que no iba a hablar del pasado, que estaba en contra de estar en el pasado y demás. Luis Otero, el conductor del ciclo, le dijo que el programa era también para repasar su obra y en ese momento Favio se levantó y se fue. El programa, lógicamente, nunca fue emitido.

4. ¿El Gran Cuñado vendría a ser públicidad no tradicional (P.N.T.)?
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La ciudad viva por los márgenes del ruido. Santos vive el átomo material como mouse inadmisible mientras yo por la ventana pienso en comprar tortas fritas. Buffffffffffff. Soplo. Me aburro. No tengo ganas de emborracharme no tengo ganas de masturbarme
No tengo
Ganas
Simplemente sguir el renglón lo anterior digo eso responde a mi pregunta ¿quién te dijo que esto se arregla?
(Lamentablemente no hay que escribir así ¿no sabías? Escribir para críticos escribir para públicos preguntale a los críticos por Joyce su justificación.)
big van gogh dice (06:12 p.m.):
completar la frase: a mí de todos los Papas el que más me gusta es...
big van gogh dice (06:13 p.m.):
(abstenerse de chistes fáciles comestibles)
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No Conectado. Santos es un hombre en su sentido no sustantivo. Un hombre con un reloj inmoral, una casa inmoral, unos autos inmorales. Ponele sal de normalización y ver el mundo a través de Miss Ventanas Polarizadas. Cinco tortas fritas comidas a los apurones y medio pan con chicharrones, la puta madre, a eso agregale media cerveza toda congelada por fuera que así me la dio el kioskero y qué más. Hay otro camino que es la cantidad de palabras . Santos no está acá, no se comió las tortas fritas, él está dejándole el Mercedez Benz a un ballet parking en Yrigoyen y Madero, auto que estaciona y posa para foto de celular del joven, quien antes fotografía la pequeña pistola 34 de Benson23 con sus cuadrantera cubierta y a bordo. Santos entra al ristorante Hibrauma, Madero 244, vestido de traje, 123 kilos, traje Bianza, cara de garca, amor al capitalismo, confianza al capitalismo, terror a la justicia.
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-Bufffff –sopla, como un puto.
Se saca el saco mientras sopla y llama al mozo dale puto vení ¿me traés el menú? Dos veces a este le dejo menos de treinta consuma lo que consuma mirá cómo se rinde no lo toma en cuenta. Intentá el juicio moral directo, sé sutil, también algo ligeramente incorrecto político querés sobrevivir en la fauna escribís tu historia con un sentido mundano no como el lector ideal ese ingreso per capita con menos importancia e igual deshonestidad.


5. Comodidad argumental

Obsesionado por encontrar a Martín (Mike Amigorena), Gonzalo (Mike Amigorena) logra escabullirse hasta el departamento donde Franco (Mike Amigorena) y Amanda (Mike Amigorena) tienen escondido a su hermano (Mike Amigorena). Cuando Martín (Mike Amigorena) despierta de la siesta, ve la imagen de su hermano gemelo (Mike Amigorena) parado en la habitación. Finalmente, a Gonzalo (Mike Amigorena) y a Martín (Mike Amigorena) les llega la hora de conocerse y este encuentro cambiará la historia de los Pells (Mike Amigorena).


6. The Big Symns

Extractado del libro Verborrea. Conversaciones con Bersuit Vergarabat, de Yumber Vera Rojas.
“Recuerdo que un día estaba borracho en el Bar Británico, muy paranoico. La Negra Poli y el Indio estaban sentados en una mesa y no sé por qué motivo, una sonrisa tal vez, me lo tomé como una provocación personal a mi condición de desgraciado. Pasé al lado de la mesa y los miré mal, me fui indignado. A la vuelta estaba Enrique Symms y le conté lo que sucedió. Sacó una navaja, me la dio y me dijo: ‘Esta es tu oportunidad. Andá y matalo’. Salí con la navaja, y la verdad es que lo que menos quería era matar al Indio Solari. Me acerqué hasta el lugar y no supe ni siquiera lo que les estaba diciendo. Sólo hubo un momento medio de tensión, que yo pensé como el punto inicial de una matanza o de una pelea, mientras que ellos se lo tomaron con extrañeza. No sabían qué mierda le estaba pasando a ese señor que ni conocían. En realidad sí me conocían, pero estaba desdibujado. Y me fui con la anécdota encima, por cierto muy graciosa...” (Gustavo Cordera)


7. Provocando a los intelectuales con idioteces
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-No sé –me dice Aven–; yo miro cine para aprender algo.

- ¿Pero vos te pensás que Godard sabe más de la vida que nosotros –le digo–, que tiene una visión del mundo más profunda? No. Es un boludo que hace películas mal pero que queda bien haber visto. ¿Vos tenés algún goce viendo Alphaville? Es una porquería mal hecha.
–Entonces el cine es pura industria, no es arte, es estética.

Algunos hacen algo, pero hay que ver en los que no ven los intelectuales. Los intelectuales miran lo que hay que mirar, dejan de mirar lo que hay que denigrar, están pendientes de la moda. No pensés en ellos: son unos boludos.

Todo porque estamos leyendo listas de “cinéfilos” que obvio te ponen primero Tarkovski, que obvio te ponen Rohmer, Bergman cada vez menos, Antonioni ya no –pasó de moda–, ¿Hitchkcock? No, lo ponen muchos. “Son unos pelotudos que porque no pueden hacer una película decente se hacen los héroes haciendo listas y queriendo ganar”, digo.

-¿A quién ponés? –me dice Aven.

Uno Fellini. Es el crack. No te aburre. No necesita de la lentitud, ese defecto snob. Dos ponelo a Tarantino. Estos putitos intelectuales jamás van a ganarse una palma de Cannes. Les gana Tarantino. Tres Alex de la Iglesia. ¿De quién me olvido? Poné a los hermanos, elegí vos si a los Coen o a los Wachovski. Los intelectuales los odian porque hicieron grandes películas (The Big Lebowski y Matrix son ochocientas veces mejores que Los 400 Golpes). Bergman lo pondría por la de la muerte y el ajedrez, pero Persona es una mierda.

Vemos Imperio. A Lynch ponelo. Lynch se la banca. No sobreactúa complejidad. Poné a Lost. Lost va a pasar de moda, es demasiado bueno. Ahora todos hablan bien pero ya algunos boludos se jactan de no haberla visto y los verdaderos boludos preparan terreno para decir en un año que vieron poco (“porque no tengo tiempo para ver eso”) y es malísima.

Seguimos con las listas. Aparece, obvio, Fassbinder. ¡¡No sabés!!, le digo, me bajé tres películas mal hechas de ese tipo. Los intelectuales –intelectual eufemismo de snob– lo aman porque queda bien y no es norteamericano; aún así me bajé dos películas de él porque como era gay y murió de sobredosis de cocaína pensé que tenía algo para decir. Bueno, lo decía mal. Que se lo queden los snobs.

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